35: Decídete

101 4 0
                                    


La oscuridad era parte de la casa de Harry… desde que saliera de Hogwarts, no había querido salir ni continuar con sus estudios, dijo que quería un año sabático, que lo necesitaba, casi no recibía visitas porque no las quería…

Hasta Ron ya no lo veía, con éste había tenido una fuerte discusión por los Tugwood… Porque Ron no lograba entender el amor que él le tenía a esa ingrata, de hecho pasaría mucho tiempo para que Ron y Ginny volvieran a ser los de antes, porque hasta ella se había encaprichado con Alex y al no tenerlo, ahora llevaba una vida disipada y de fiesta… En cambio Harry se pasaba las noches frente a la chimenea, a veces encendida o apagada…

Su corazón estaba envuelto en tristeza… el dolor parecía apoderarse de su cuerpo haciendo su sufrimiento más intenso, en ocasiones, cerraba los ojos y esperaba no volver a abrirlos… deseando morir mientras dormía…

Lejos de ahí

Alexander totalmente cambiado, dispuesto a emprender una aventura junto a Luna, casarse con ella y hacerla feliz, olvidando su pasado tormentoso y lleno de errores, queriendo borrar el daño causado a terceros… Ella lo había aceptado… El había decidido visitar a su hermana en la ciudad en donde trabajaba, en una provincia de Canadá

Saliendo de la misma, Alessa se extrañó de ver a su hermano esperándola, ella sonrió y se acomodó su chaqueta, caminando rápido hacia el… lo abrazó y lo saludó con fuerza, hacía muchos meses que no se veían

-¿Cómo estás?

-Bien ¿Y tu? ¿Qué haces aquí? Supe que ibas a Londres…

-Si – Sonrió Alex – Estuve en Londres, pienso regresar de inmediato, solo que decidí visitarte porque te tengo una noticia que darte personalmente…

-¿De que se trata?

-Me voy a casar…

Alessa se quedó absorta ¿Qué Alex se iba a casar? Lo miró con extrañeza ¿En solo unos meses el se había enamorado de tal modo que pensaba casarse?

-¿Cómo que te vas a casar? ¿Con quien?

-Con Luna Lovegood…

-¿CON LUNA? ¡Alex! ¿Cómo que con Luna Lovegood?

-Ya nos comprometimos y la boda será en unos meses, claro que quiero que asistas… estoy haciendo una inversión con mi parte de la herencia, para la boda, ya sabes…

-¿En serio piensas hacerlo? ¿Acaso tu si amas a Luna?

-Debo confesar, que cuando salimos de Hogwarts, se apoderó de mi un alivio ¡Ya no vería a ninguno de ellos y nuestros problemas quedarían resueltos! Cuando Draco regresó a casa, cuando tú viniste aquí y yo me quedé en medio no sabiendo que hacer… y retomé mis estudios olvidados, me sentía vacío… Alexander me dijo que necesitaba un alma gemela…

-Alexander… ¿Sigue por ahí?

-Ya no – sonrió Alex – Cuando entendí, que si me había enamorado, pero que mi ego no me permitía expresarme, volvimos a hacer uno, porque como le dije a ella, me enamoré no teniéndola cerca, lo cual es más valido, me enamoré de ella, recordándola…

-Me parece increíble lo que me estás diciendo… ¡Apenas puedo creer que vas a casarte!

-Luna está en la casa… me la traje, la verdad es que no quiero dejarla, quiero que esté conmigo todo el tiempo. Al que mas trabajo le costó dejarla ir fue a su padre, porque ella gustosa se vino conmigo

-Así que… Luna ya duerme contigo ¿No es así? En cierto modo te conozco, no creo que aun sigas de novio de manita sudada ¡Que mal por ti Alex de no aguantar tus ganas!

-Todo comenzó con un beso… yo solo la besé… lo demás fue forzado, sin pedirlo, ella se entregó y yo la hice mia… no me quejo ¡Quizás pronto seas tía!

-¡Alex!

-¡Pero no le digas nada a Luna! Porque a decir verdad no nos estamos cuidando nada… ella no me pregunta, yo no le digo ¡Así que lo demás carece de importancia!

-Bueno, será agradable ver un rostro conocido…

Los hermanos se fueron directo a la casa que tenían en ese sitio, Luna ya estaba preparando la mesa para la merienda y sonrió de modo cariñoso a los hermanos, no es que no les hubiera tenido cierto rencor, pero… ella siempre había sido más tranquila

Alessa notó el cambio de Luna, de niña a mujer, su rostro sereno y maduro, su sonrisa llena de esperanza, el brillo en sus ojos cuando miraba a Alex o cuando lo besaba…

-Te ves bien Luna – Le dijo Alessa mientras abrazaba a su futura cuñada oficial

-¿Y a ti que te paso?

-¿Qué? – Exclamó - ¿A que te refieres?

-No te ves como cuando ingresaste al colegio… te ves mas… descuidada… no eres la chica guapa y glamorosa que se paseaba del brazo de Malfoy por todo Hogwarts…

-¡Oh, gracias! – Masculló Alessa

-No te enojes, pero es la verdad… te veo más… recatada, más sencilla, no lo sé, no eres tú

Alessa parpadeó, supo a lo que se refería Luna, desde que su vida se había vuelto monótona, desde que sus ojos no se habían vuelto a mirar a otro muchacho, desde que Potter había sido suyo, aquel lugar en su cama no podía ocuparlo ningún otro hombre más

Porque Potter era único… nadie podría reemplazarlo en su vida, en sus sueños, en su corazón, por eso se afeaba, por así decirlo, para que no llamara la atención, para que nadie le mirara, para que pasara desapercibida…

Pero Luna era directa, durante la cena, ella fue la que menciono a Harry, nombre que ni siquiera Alexander nombraba delante de su hermana sin que esta se pusiera a llorar.

-Harry se ha recluido en su casa – Le dijo Luna a Alessa – Su vida de ermitaño me preocupa… Creo que tu partida lo afectó más de lo que se pensaba, de por sí Harry estaba pasando por un trauma por las secuelas de la guerra, y con lo que pasó contigo, lo arruinó aún más… temo que algo malo le pueda pasar…

Las manos de Alessa temblaban mientras intentaba cenar, sus hermosos ojos se llenaban de lágrimas a las que les quería impedir que salieran, pero ¿Cómo es que Luna sabía? ¿Acaso Alex se lo había contado? Bueno, no importaba…

-¿Qué de malo le puede pasar? – Preguntó con su voz ahogada

-Dice la señora Weasley que se la pasa en cama, que casi no toma las pociones, casi ni habla… no nos recibe cuando vamos a visitarlo, la verdad es que la pasa muy mal, tememos que un día de estos… no despierte…

-No – gimió Alessa tapando su rostro, ya era imposible detener el llanto ¡Ella amaba tanto a Harry! Pero lo que había echo no tenía nombre, él nunca la perdonaría…

-Yo pienso que así como Alex puso sus pensamientos en claro, tu debes hacer lo mismo… si amas a Harry, ve y díselo… si te rechaza, pues por lo menos lo habrás intentado… estás sufriendo Alessa, caíste en tu propio juego

-Lo se…

-Ponte bonita – Le dijo Luna con mucha ternura – Regresa con nosotros unos días a Londres, hablas con Harry y…

-¡No podría! ¡Tengo miedo de lo que me pueda decir!

-Pues debes enfrentarlo… como yo – Dijo Alex – Afronté el hecho de que amaba a Luna, que debía hablar con ella y que si me rechazaba, me lo tendría merecido y al aceptar ese hecho, mi conciencia estaría en paz, aún con el corazón roto…

-Tuviste suerte…

-Lo se – Sonrió Alex mientras le tomaba de las manos a Luna y la miraba de modo amorosísimo – Y creo que no me lo merezco… Por eso he jurado hacerla feliz…

El rostro de Luna se iluminó, porque el saber que tendría a alguien que la iba a amar muchísimo y encima, guapo, no era para menos, era algo que quizás ella nunca se lo hubiera imaginado… sin duda, esa noche, volvería a demostrarle cuanto lo quería en una ardua sesión amorosa…

Mientras que Alessa miraba la luna llena pidiendo respuestas ¿Debía ir a Londres? ¿Debía acudir con ellos y poner las cosas en clara con Harry? Pero si la rechazaba ¿Podría ella con ese suplicio? ¿Lo resistiría? ¡Y la luna que no respondía!

El TalismánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora