34: Sólo Luna

124 6 0
                                    


Meses después de terminar Hogwarts…

Luna despertó en la madrugada, aún la sostenían unos fuertes brazos, aún sentía el tibio cuerpo de aquel hombre aprisionando el suyo, hacía unas horas… se habían encontrado, hacía unas horas, los dos habían echo el amor…

El pelo rubio de Luna se desparramaba por parte de su cuerpo y el de él… No había sabido como ni cuando ni porqué… Pero cuando Alexander Tugwood la buscó en su casa, ella no pudo negarse a verlo, cuando posó sus manos por su cuerpo y la hizo suya, en su propia cama, en su propia casa, no pensó en que quizás su padre los descubriera…

En las penumbras ella lo sintió acomodarse y pegarla más a su cuerpo, le palpó el rostro y la apretó más por la cintura, mientras le susurraba al oído, un poco adormilado…

“Te amo Luna”

Ella no podía entender esa situación, puesto que el había sido claro en considerarla solo una amiga, pero con este nuevo encuentro, cuando por fin parecía alejarse de lo que había pasado en el colegio con ellos, él llegaba, la tomaba en brazos y aparte, tomaba todo de ella…

Rain se hizo presente en sus sueños y le sonrió…

-¿Qué pasó Rain?

“Cuando Alexander se alejó de ti, empezó a entender muchas cosas, cuando no pudo dejar de pensar en ti, supo que había cometido un error, porque tú, Luna, eres una mujer hermosa, brillante y ahora se lo has demostrado, apasionada, todo lo que Alexander buscaba en una muchacha”

-¿Cómo puede estar seguro de sus sentimientos por mi?

“Porque por fin ha aceptado sus culpas, sus deseos, Alex ha vuelto a fusionarse con él”

-¿Y tu Rain?

“Yo volveré a tu mente, a ser parte de ti, porque ahora depende de ti, tu felicidad… Alexander vino a ofrecerse, tu lo aceptaste, ahora creo que deberás ayudar a tus amigos a enfrentar sus sentimientos, sabes que sufren”

-¿Volveremos a hablar?

“Por supuesto, pero creo que por ahora, tendréis muchas más cosas que hacer”

Luna cerró los ojos y cuando los abrió, Rain había desaparecido… Sintió entonces que los brazos de Alex que la rodeaban la volvieron hacia él y notó una breve sonrisa en los labios… Alexander era tan hermoso…

-Te amo – Le dijo Alex mientras buscaba su boca

-¿Estás seguro?

-Completamente… estos meses alejado de ti… sin verte… sin hablarte, de solo pensar que debía odiarme…

-Yo no odio a nadie

-Si, lo sé, eso te hace perfecta…

-¿Cómo puedes amarme?

-La pregunta es: ¿Cómo puedes tu amarme y perdonarme? Cuando yo claramente fui una mala persona, egoísta, egocéntrico, queriendo liarme con una tipa guapa dejando escapar mis verdaderos sentimientos…

-¿Por eso volviste?

-Me arriesgué… porque tú pudiste haberme rechazado… Pero ahora eres mía Luna, solo mía… y quiero que lo seas para siempre, quiero tener una vida y una familia contigo…

-Alexander…

-Se que tu padre hoy no regresa… por eso, esta noche te haré mía, muchas veces… para demostrarte que te amo realmente, mañana mismo pediré tu mano en cuanto llegue tu padre…

Luna no dijo más, porque las manos y los labios de Alexander se movieron en pos de su cuerpo, atacando sus áreas sensibles y ella de pronto se convertía en una diosa del deseo, amada y ansiosa por esas caricias masculinas… Y le creía, le creía a Alexander cuando le gritaba que la amaba y que era el amor de su vida…

Más le creyó al amanecer, cuando ella despertó y el seguía ahí a su lado, hermoso, varonil, con un rostro de pura satisfacción… sin soltarla, porque prácticamente, era ya suya, no la dejaría ir… Finalmente, esos meses autoexiliados, había comenzado a sentir que le hacía falta…

Luna se mantuvo en sus pensamientos, siempre Luna… Alexander se enamoró más de ella estando lejos que cerca, se apasionó con ella extrañándola que teniéndola cerca… sin necesidad de embrujos o talismanes, el amor había tardado, pero llegado en el momento justo a sus vidas.

Ahora Luna sabía lo que era sentirse una mujer…

Un par de horas más tarde…

-¿Dónde está Alessa?

-Trabajando…

-¿Ella, trabajando?

-No quiso ser una carga, buscó un empleo en una biblioteca, es un lugar de paz y tranquilidad…

-¿Se caso con Malfoy?

-No…

-Pero… se decía que ellos…

-Luna – le tomó Alex de la barbilla y le acarició con el dorso de la mano su rostro aperlado – Como sabías, era una farsa… Finalmente Alessa se enamoró de… y bueno, Draco en realidad… pues él…

-Si llegó a enamorarse de Hermione – Terminó Luna la frase por el

-Exacto…

-Hermione no la pasó bien ¿Sabes? Se convirtió en ermitaña, siempre huraña, andaba con los ojos hinchados, como si llorase mucho… yo creo que en verdad, también sintió algo por Malfoy…

-Pero son amores imposibles… de rivalidades y odios desde el inicio, algo como eso, no puede destronarse con facilidad

-Ya no esta el poder del talismán en sus manos – Musitó Luna – En estos meses quizás puedan volver a rehacer sus vidas… pero al menos me parece que Harry vive recluido en su casa… no sale y odia a las visitas… no sabemos que hacer con él…

-Quizás nosotros… no es que yo haya sido una dulce paloma, pero si tu y yo seremos felices, quiero que mi hermana lo sea… quiero saber si Hermione aún ama a Draco, entonces, buscarlos y juntarlos… si esto es un castigo por jugar a ser dioses, entonces, creo que ya lo cumplimos, es suficiente…

-¿Y nosotros? – Preguntó Luna - ¿Dónde estaremos cuando nos…?

-¿Nos casemos? – Sonrió Alexander – Quiero que seas mi esposa, niña, quiero que seas esta luz que enciende mi vida y que la hace tener sentido… porque mi pasión eres tú… y jamás hubiera imaginado lo importante que era hacerte el amor…

Luna sonrió y las lágrimas resbalaron su rostro… Alex se inclinó hacia ella para beberlas, mientras volvía a destapar la bata que llevaba puesta y metía las manos para acariciar su cuerpo suave y esbelto, ella sonrió al sentir las expertas caricias…

-Alex… mi padre…

-Aún no vuelve – susurro el muchacho con la voz ronca y el corazón desbocado – Tranquila…

-P-pero ¿Aquí en la cocina?

Alexander le dirigió una mirada llena de terrible sensualidad, mientras con maestría la poseía en medio de la cocina, ella solo ahogaba murmullos de placer y de excitación, al parecer, esa etapa de gozo no tenía fin…

Claro, con la mente puesta en ayudar a sus amigos, pero finalmente, ese momento era suyo, debía disfrutarlo, debía sentirse satisfecha y plena, más que realizada…

Para cuando su padre regresó… ella no podía ni pararse, todo le temblaba, pues aún tenía presente el momento de amor que Alexander le había proporcionado… El en cambio, estaba tranquilo, esperando a hablar con el padre de su mujer…

Xeno miró a Alex con los ojos bien abiertos cuando éste le dijo que amaba a Luna y quería desposarse con ella cuanto antes, eso le extrañaba porque nunca le había conocido novio a su niñita… ¡Y ahora le salían con que se casaría!

-¿Casarse aquí entonces? – Preguntó Xeno convencido de que su niña, estaba muy enamorada…

-Si papá, creo que la casa es perfecta… ¿Verdad Alex?

Alex asintió, finalmente, esa boda sería perfecta, porque debía juntar de nuevo a su hermana con Harry, a Hermione con Malfoy, sobre todo, que se enfrentaran, si había amor, éste sucumbiría al orgullo, si no había nada, entonces no habría nada que hacer y era mejor, que todo quedara aclarado…

El TalismánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora