40: Vuela conmigo

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40: “Vuela Conmigo”

-Escapémonos – Susurró Hermione mirándolo a los ojos mientras dormitaban envueltos en las sabanas, dándose también, calor corporal.

-¿Escapar?

-Huyamos mi amor… por un tiempo, escapemos juntos… por favor, quiero estar contigo, ahora y siempre

-Ya estamos juntos…

-Draco – Suspiró Hermy pegándose a su cuerpo, de modo sugestivo – Compláceme

-Por una vez en la vida quisiera hacer algo bien y tener algo puro…

-Si ya me tienes – Susurró la castaña – Pero quiero alejarme de todos, quiero solo estar contigo, en algún lugar lejano, disfrutándonos, amándonos…

-¿Por ejemplo, donde?

-No lo sé, a una playa cálida… ¡Donde sea! Pero lejos de todos...

-¿Es en verdad esto Hermione?

-¿Escapar? Si…

-¿Por qué me amas tanto Hermione? ¿Por qué si fui siempre contigo una miserable basura? Yo pensé que al recobrar la cordura me odiarías más, me detestarías a muerte, sobre todo al darte cuenta que fuiste mía por primera vez…

-Quise odiarte, pero no pude – Masculló entre dientes – Te metiste tan dentro de mi piel que se me hace imposible concebir mi vida si tu no estás a mi lado… Yo te quiero…

-No merezco a alguien tan humano y noble como tú Hermione

-Sabes que no soy tan buena – Sonrió Hermione – No con el deseo por ti que arde por mis venas…

Volvieron a besarse, a entrelazar sus cuerpos, a fundirse en uno solo, a dejar que la luz del sol los iluminara, después de una noche apasionada, llena de miles de sensaciones…

-¿Te escapas conmigo?

-Te seguiré a donde vayas… sobre todo si quieres que yo esté a tu lado…

-Para siempre… para siempre…

Se marcharon del hotel esa misma mañana, Hermione solo envió un par de notas, una a Harry y Alessa, otra a sus padres, dando una explicación sobre su increíble huída, en la carta decía que… ella estaba muy enamorada del chico malo… y que no volvería a verlos hasta que lo hubiese revindicado…

Claro que Draco no necesitaba ser revindicado por el camino del bien, más bien, necesitaba que lo rescataran de las garras de Hermione, quien se desató con el, con su nuevo ambiente, gracias al poder de la magia y del amor.

Ella logró su propósito de ir a una playa cálida y solitaria, los dos eran como judíos errantes, de un lugar a otro, entre la naturaleza… En medio de ese hermoso panorama, Draco caminaba descalzo con los pies hundiéndolos en arena…

Ella corría de un lado a otro, con el pelo revuelto, un diminuto bikini, parecía una niña, era feliz de estar ahí, disfrutando del sol, la arena, el agua salada…

-¡Vamos a nadar Draco! – Gritaba ella alejada unos metros

-Luego…

-¡Aguafiestas!

-No me gusta mucho el agua de sal

-¡Como quieras! – Gritó ella sonriendo mientras se quitaba la parte superior del bikini y el se quedaba sin habla… Luego ella se quitó el bikini, quedando desnuda en medio de todo aquello…

-¡Hermione! – Protestó Draco

-¡Buah! – Chistó ella - ¡Alcánzame y castígame!

Draco sonrió y la vio correr desnuda entre la arena y metiéndose en el agua ¿Cómo una chica madura y cerebral podría ser tan infantil a veces? ¡Esa era su mujercita!

El TalismánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora