24: Si yo pudiera tenerte

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Luna se sentía extraña… rara… mas que de costumbre… de pronto se veía así misma flotar en una nube, caminando en puntas, como si algo le pasara y su mente se nublara, en sus pensamientos aparecía Alexander y su sonrisa se dibujaba.

Meneó la cabeza y la pesantez no la abandonaba… hasta tuvo que sentarse porque se sintió sumamente mareada… era el efecto deseado… quizás si, quizás no… pero Alex quien se había apoderado temporalmente de Alexander… la encontró.

-¿Luna? – Le hablo quedamente y ella al mirarlo solo parpadeó - ¿Qué te pasa?

-Luces muy radiante…

-¿Cómo?

-Tu brillo me deslumbra – Masculló la chica y se protegió los ojos

-¿Qué te pasa?

-Creo que estoy enferma… tal vez la mordedura de esa planta me afectó – Respondió débilmente – quizás deba ir a la enfermería ahora mismo…

-Te ayudo…

-No, yo puedo… puedo sola

Pero tuvo un mareo tan fuerte que Alex la sostuvo en sus brazos y la observo largamente… algo no andaba bien… si ya había tomado la pócima ¿Por qué no saltaba de amor a sus brazos? Luna se perdió un momento, y hábilmente, Alex la cargó entre sus brazos y se la llevó.

Suerte para el que la chica no era muy alta y era muy esbelta… así que no le peso para nada, la llevo al baño de Mirtle, en donde le puso un poco de agua en el rostro, pero apenas y abrió los ojos.

-¿Luna?

Ella entreabrió los labios… como queriéndole decir algo, pero las palabras no le salieron… se quedo así, con los labios húmedos y sugestivos… Alex le acarició el rostro, las pestañas que cubrían sus ojos añiles, la nariz recta y respingada que poseía…

Finalmente poso un dedo por sus labios… ella estaba a su merced, la tenia postrada, podía hacerle lo que quisiera, los ojos de Alex se oscurecieron, Alexander ajeno, más dormido que Luna, no supo cuando su otro yo, descendió y apreso los labios de la rubia…

Curiosamente, ella pareció responder al beso, y coopero con la lengua del chico, quizás su parte racional no se conectaba y estaba dormida, pero la parte del libido aún le respondía, porque era esa misma la que le conducía a los besos húmedos y manifiestos que Alex le proporcionaba…

Mientras con una mano le sujetaba del cuello, la otra se dedicaba a recorrer el delicado y virginal cuerpo de la chica, sin que ella objetara, al contrario, ese extraño sueño, la dejaba lista para sus bajos propósitos… ¿seria capaz de aprovecharse de ella en esa situación?

Alex se estaba perdiendo…

Perderse en la piel de Luna lo enloquecía… los besos que le daba en sus labios, en su rostro, en su cuello, con ese aroma almizclado de especias tan poco común que daban un perfume tenue y místico.

Tal y como era ella…

Entre ratos entreabría los ojos y lo miraba… insistía en esa luz cegadora… pero dejaba que la besara y le correspondía, podía sentir las caricias del chico en otras partes de su cuerpo sin oponer resistencia… Alex no quería perder el control… la quería para ellos… la necesitaba con ellos…

Alexander no podía ser tan superficial… Así que uno se pregunta ¿Cuál de los dos es el malo realmente? ¿Alexander con su cara de niño bueno? ¿O Alex con su fijación por Luna diciendo que era su salvación?

Finalmente… no le hizo más nada que besarla con intensidad y voracidad, acompañado con un poco de manoseo, pero la dejó en el baño… recostada y cómoda… preguntándose porque la pócima había fallado…  Se suponía que al beberla, tendría un enamoramiento repentino por Alexander, sin que llegara a ser obsesivo.

Al contemplar a Luna por unos momentos, su imagen se reflejaba en el espejo… no se percató que dentro del mismo espejo Rain, lo miraba a él y a Alexander dormido.

“No le hiciste nada sin su consentimiento, eso significa que puede haber algo… solo será cuestión que Alexander se decida, solo así, los dos seremos libres”

Claro, tampoco Alex escuchó…

Rain hablaba pero en esa fase el no la escuchaba, tampoco la veía.

Quizás, solo, a través del mismo espejo.

Harry…

Le lanzo una mirada lastimera a Alessa, la chica tenía su delicado pie vendado y sobre una almohada, haciendo gestos al ingerir una repugnante poción curativa…

-Alessa

-Potter… estás aquí – Rumio ¿Y Draco a que hora aparecía? No es que le importara mucho pero…

-Tengo que disculparme contigo… en serio Alessa, lo lamento…

-¿Por qué?

-Pues… por mi culpa te lastimaste ¿No es así?

-Bueno – suspiró – No puedo echarte la culpa entera Potter… A decir verdad ya tenia resentido este tobillo… por practicar sin calentar antes, el detonante fue el pequeño empujoncito que me diste, lo analicé, fue mi culpa por decirte estupideces…

-Estupideces…

-Si… por eso reaccionaste como león herido… lo lamento, me deje llevar por el momento

Harry no supo si sentirse aliviado o decepcionado por las frías palabras de Alessa pero… ¿Por qué no le sorprendía? Dentro de sí, sabía lo que esa niña bonita era… una manipuladora.

Por un segundo, Harry se sintió como el peor de los fracasados… los dolorosos recuerdos de Cho llorando por su eterno amor por Diggory, el desplante de Ginny al decirle que las cosas no eran como las había imaginado y era mejor terminar…

Y esa muñeca castaña… preparaba sus armas para una buena estocada ¿Por qué mejor no se lanzaba a un pozo lleno de mantícoras? ¡Joder! ¿Acaso era el único héroe fracasado?

No lo resistió…

Se acercó a Alessa y en un segundo, la había apresado con sus labios, su boca… ella estaba sorprendida ¡Harry había tomado la iniciativa y la besaba! El moreno le sujetó su delicado rostro y profundizó más el beso…

Prácticamente devoraba sus labios… ¡Oh, si! Merlín Santo… Harry si sabía besar por si mismo, no necesitaba lecciones, nadie que le dijera como mover sus labios o su lengua… ella solo suspiró y emitió un gemidito satisfactorio…

Pero debía controlarse… para no decirle a Harry nada que lo pusiera molesto… nada de decirle que lo quería, nada de decirle que lo deseaba, solo tenia que aceptar sus besos calientes y húmedos, con esas manos que de pronto acariciaban su cuello de modo erótico…

Un ruido se escuchó estrepitosamente al otro lado de la enfermería…

Harry reaccionó y se apartó con violencia de Alessa…

Miro a todos lados… ¿Alguien los había visto? No veía a Madame Pomfrey… respiraba agitadamente, como pudo, se sostuvo de su fino bastón y se alejó de Alessa sin decirle una sola palabra… Odiaba que en ese momento en que escapaba, su pierna no le respondía como el quería… la chica se recostó y cerro los ojos, sonriendo tontamente.

Sin imaginar que debajo de una de las camas, salía Ginny, ella había visto todo, no había escuchado nada, pero si había visto cuando Harry la besaba, ella se dejaba y los dos se comían a besos. Sintió una rabia inexplicable… no debería, ella estaba tras los huesos de Alexander…

Con pocos resultados, a veces ese muchacho se le desaparecía, como si la evitara y eso la cansaba ¿Acaso Lovegood estaba importunándolo y no se daba cuenta? Pero ahora, al ver a Harry, besando a la novia de Draco, gustosos…

No… no lo permitiría… no con ella, con esa cabeza hueca sin cerebro, porque para andar con Draco, tendría que carecer de la masa encefálica… maldita muñeca, no se daría el gusto de enamorar a Harry teniendo a Draco ¡pero ella se encargaría de hacerle ver que con Potter no debía meterse!

Y se marcho de la enfermería, dejando a Alessa, soñar con el beso de Harry… y sus deseos locos por el… en tanto, en el baño, Luna parpadeó un par de veces, abrió los ojos y se vio en el baño ¿A que hora había llegado ahí? Se lleno de terror cuando se miro al espejo y vio los cardenales en su cuello… ¿Qué cosa le había pasado que no recordaba nada?

El TalismánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora