31: No más maldiciones

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Draco daba vueltas en su habitación… odiaba, odiaba el modo en que Hermione lo miraba, con reproche, casi con asco. El quería que por lo menos una vez más, ella lo mirara con amor y le dijera que lo quería y era el amor de su vida ¡Solo una vez más!

Se puso de pie y decidió hacer una cosa, una muy riesgosa… el entró sigilosamente a la habitación y hurgó las cosas de Alexander, encontrándose con un talismán y la escondió dentro de sus cosas, de inmediato, salió de la habitación. En el espejo Alex y Rain le miraron con compasión, todos ellos eran dignos de compasión… ¡necesitaban tanto saberse amados!

Una vez en un lugar seguro… Draco sacó el talismán…

-Sé que lo que dijo Alexander es verdad… pero tienes que ayudarme… solo una vez más por favor… haz que me ame… aunque sea ficticio… - le susurró y el talismán brilló como si fuera señal de que entendiera lo que el pedía.

El talismán, claro, era falso, y la magia que le había robado al otro, lentamente se disipaba, pero él no sabía que el verdadero talismán ya había sido destruido… Se aferraba a ese que tenía en las manos que en cuanto viera a Hermione haría todo lo posible por dejarlo cerca de ella… rezando que algo pasara…

Finalmente, por el otro lado, Hermy no terminaba de despejar sus dudas, por las noches, soñaba con cosas que ella en su sano juicio no haría con Malfoy, pero tenía que comprobar una cosa que la carcomía…

Que Alessa mentía… ella no decía la verdad, había algo implicado, algo más que un simple hechizo… porque su cuerpo se sentía diferente, porque siempre soñaba con los besos de Draco… quizás, solo quizás, necesitaba…

Esa tarde, Draco se arriesgó demasiado… la mochila de Hermione estaba en la biblioteca, casi no había personas, el chico tomó con fuerza el talismán y  se decidió… de inmediato pasó cerca de la mochila de la castaña y pasó su mano por dentro de la mochila depositándolo…

Pensando que nadie lo veía…

Cuando la realidad es que Hermione se dio cuenta de todo, desde su actitud sospechosa, le miró largamente, escondida y vio el movimiento… Cuando Draco se marchó, ella se acercó y abrió su mochila, vio un objeto brillante…

-¿Qué es esto?

De inmediato su mente comenzó a plantearse muchas situaciones, pero una cosa tuvo segura… ese objeto que Draco le había puesto, era el causante de que ella se enamorara ficticiamente de Draco… No de la magia que supuestamente Alessa había enviado a Draco y por accidente le había dado a ella…

-Esto obviamente es el causante de lo que me ha pasado con Draco… y él insiste…

Odió todo aquello, pensó primero en ir y delatarlo con el director, pero luego, otra idea cruzó con su mente, y pensó en acusarlo directamente, con las manos en la masa… Respiró profundo y se decidió a investigar aquellas malas maneras…

Encontró a Draco en el lago… cuando el la vio, sus ojos brillaron y sonrió, no de modo irónico, grotesco, idiota, sino al contrario, lleno de amor, eso la puso nerviosa ¿Cómo debía actuar? ¿Cómo?

-Creo que Draco piensa que yo estoy hechizada de nuevo… así que le seguiré el estúpido juego ¡Finge Granger, finge! – y sonrió tan forzadamente al ir hacia el

-Hermione – escuchó su voz cariñosa y suave

-Draco – Le llamó ella… tenía que llamarle por su nombre, no por el apellido, o de lo contrario, no lograría saber nada de lo que se proponía.

Y de pronto el la abrazó con fuerza, con ansias… ella se destanteo ¿De cuando acá Draco podría dar ese tipo de abrazos tan cálidos? ¿Cómo es que podía?

El TalismánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora