Simplemente yo

Día 225 sin ti

El sábado me levanté de excelente humor. Me miré en el espejo y pude reconocerme luego de tanto tiempo, su reflejo me mostró a una chica radiante, llena de vida.

Aquel día no me volví a encontrar con Pablo, ni falta me hacía. Otros chicos trataron de abordarme, pero cuando veía que se acercaban a mí los ignoraba por completo y ellos tenían que volver de entre sus pasos.

No me importó estar todo el tiempo sola, de hecho lo disfrutaba, hasta ese día fui a la discoteca, y a la mitad de la pista de baile me divertí como nunca sin tener una pareja. A las dos de la mañana, salí de ahí y caminé hacia las palapas cerca de la playa con la finalidad de observar las olas.

Sin querer, acabé tomando mi celular y revisando las fotografías con mi exnovio. Sentí una punzada en mi interior, sin embargo, fue tan leve que no tardó en desaparecer. Ahí frente al mar decidí dejar por completo mi pasado, era el momento de volver a la vida después de casi ocho meses agonizando.

Borré una por una todas las fotos en las que salía con él. Mientras iban desapareciendo de mi celular, sentí cómo también me liberaba de una carga dentro de mi corazón. Dejé una imagen en específico para el último, en ella aparecía únicamente el hombre al que consideré por mucho tiempo el amor de mi vida, esa era mi foto favorita de él, y por lo tanto me costaba borrarla. Cerré los ojos y suspiré, había llegado el tiempo de soltarlo para siempre.

Abrí los ojos y sin pensarlo más, apreté el botón de eliminar, y junto con esa imagen, también nuestras conversaciones y hasta su número telefónico.

Luego de eliminar toda la evidencia de mi pasado, me permití dejar correr sólo una última lágrima y así fue como terminé mi luto a su ausencia. La tragedia por fin había acabado. En ese momento puse punto final a nuestra historia de amor y al día siguiente empezaría una nueva, en la que él ya no existía.