Día 107 sin ti

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CIUDAD DE MÉXICO


Capítulo 15

Día 107 sin ti


Mientras me bajaba del avión, traté de mantener al ritmo mi respiración. Mis piernas temblaban con cada paso que daban. Por los cristales del pasillo en el que caminaba, pude darme cuenta de que estaba hecha un desastre, jamás había tenido un vuelo como el que acababa de experimentar, y no era precisamente porque el viaje presentara turbulencias, sino que mi mente me había hecho una mala jugada, recordándome qué pasaría al día siguiente, cuando acudiera al primer día del curso.

Me encontraba tan perdida que no supe cómo fue que pedí un taxi que me llevó a mi hotel en Paseo de la Reforma. Cuando llegué, me dirigí a la recepción y luego me acompañaron a mi habitación. En cuanto me quedé sola, cerré a candado y seguro la puerta, como si eso fuera efectivo para que el fantasma de mi pasado no pudiera entrar.

Corrí a la cama y me tapé por completo como una niña aterrorizada, temiendo que debajo de esta o en el closet se escondiera un monstruo dispuesto a asustarme en cuanto apagara la luz. No supe hasta qué hora me quedé dormida, sin embargo, después de un par de veces en que me precipité al baño a vomitar y de intentar calmar la crisis que en ese momento me daba, mis ojos se cerraron por completo.

Aun así, no pude descansar adecuadamente, puesto que él aparecía en mis pesadillas y aunque traté de convertirlo en un diablo, su perfecta fisonomía, sus ojos negros y su dulce sonrisa lo hacían parecer más a un ángel divino al que no podía resistirme, con el que volvía a caer una y otra vez, sin importar el fatídico final que yo sabía que tendría.

Varias veces me desperté sobresaltada por haber escuchado su voz y entre sueños lo llamaba en una habitación completamente aluzada, en la cual solo estaba yo, y en la que desesperadamente quería que estuviera. Mi mente lo imaginaba ahí acostado a un lado de mí, incluso llegué a percibir su calor en la cama, y con el aroma característico de ese hombre pude relajarme, para luego caer a los brazos del fantasma que dormía a mi lado derecho. 

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