Día 237 sin ti

3 0 0
                                    


Tardé nueve meses en volver a ser yo. El camino que me llevó hasta este instante por un momento pensé que me acabaría por completo, no obstante, lo había logrado. Mi familia y amigos se daban cuenta del cambio y aunque no sabían todo lo que tuve que atravesar para estar así, agradecían que no me rindiera.

Luego de mi sorpresivo triunfo, alguien me cuestionó sutilmente sobre lo que pensaba hacer en mi futuro. Ante este cuestionamiento respondí que tenía planes para mi vida, aun no sabía cuáles eran, pero que algo bueno me inventaría. Y era cierto, tenía en mi mente muchas cosas que quería hacer ahora que la sombra de mi pasado había desparecido, sin embargo, me tomaría un tiempo para organizarme, no quería tomar decisiones apresuradas, las cosas pasarían a su tiempo, eso me quedó muy claro en los últimos meses.

Al sentirme mejor pude contarles a mis mejores amigos algunas partes de mi experiencia, por primera vez podía decirlo en voz alta sin que doliera. Les platiqué una parte del tormento que sufrí, en el recorrido que literalmente hice para encontrar mi paz y en cómo en ese trayecto conocí a cuatro hombres que me enseñaron tantas cosas.

Cuando me preguntaron por qué había huido de aquellos hombres, les contesté que aunque ellos eran fantásticas personas, tenían algo que me recordaban a mi némesis y por eso al final siempre había salido corriendo cual Cenicienta antes de las doce de la noche.

No les conté que estuve a punto de dejar todo por uno de ellos, en cómo Carlos me hizo sentir, en el gran cariño que todavía tenía por él y que seguía en mi cabeza la culpa y el arrepentimiento por haberlo dejado ahí, esperándome. Suspiré hondo, pensé que si tuviera otra oportunidad haría las cosas diferente, una en la que me presentaba a nuestra cita y vivíamos un hermoso romance, porque para ser justa, Carlos era un hombre totalmente distinto a todos, él era mucho mejor que los demás, incluso que mi exnovio.

Todas las noches rezaba para que su corazón sanara pronto de la herida que seguramente le había hecho, rogaba que algún día no muy lejano conociera a una mujer que al final si lo escogiera, y que sobre todo, que ella lo mereciera, porque Carlos se merecía todo lo bonito que hay en este mundo.

Simplemente yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora