Capítulo Tres

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El pánico no era en absoluto la emoción de Isaac en aquel momento. Conocía a Sky mejor que nadie. Sabía cada detalle de ella, y era justo por eso que, en aquel momento, sonreía.

—Detente, vamos —los oscuros ojos del chico se encontraron con los de ella. Sky suspiró rendida cuando su ex novio alejó las tijeras y la condujo hacia la cama.

Estaba en shock, apenas podía percibir la voz de Isaac. Observó aquella pequeña cabaña y luego la cámara disfrazada de araña en la esquina, apuntando a la cama, apuntándolos a ellos. Una horrible sensación la recorrió.

Decepción podía llamarse, aunque se acompañaba de rabia y miedo.

¿Qué era lo que seguía entonces? ¿Qué procedía? ¿Qué se suponía que debía hacer con aquella información incompleta?

Buscar respuestas, supuso. Pero no era tan fácil asimilar que sus padres eran los dueños de lo que parecía un juego macabro muy bien elaborado, de que durante toda su vida había estado escuchando mentiras sobre el sitio que heredaría y, sobre todo, asimilar el hecho de que probablemente, todo el mundo la odiara allí dentro. Los chicos debían creer que ella sabía, y que su llegada no era más que una visita a modo de burla como de seguro sus padres habían hecho tantas veces.

Isaac pasó una mano por el rostro de la chica. El tacto la sacó de sus pensamientos y logró que toda la presión saliera al fin en forma de lágrimas. Él la abrazó mientras ella se desmoronaba, y un deja vu los recorrió. Hacía tanto tiempo que aquello no pasaba, para Sky el permitirse ser vulnerable solo con Isaac, en los brazos de Isaac. Para él, sentir el suave sollozo de la que era su chica, apretarla contra su cuerpo para acallarla y sentir el calor que ella le cedía a su frío corazón.

—Había olvidado lo loca que estás, y lo sensible que eres a la vez —soltó él luego de un largo silencio y ambos rieron.

—Me pregunto por qué lo hacen...

—Hay muchas cosas que debes saber, Sky. No alcanza una noche para contarte. Por ahora preocúpate solo por descansar ¿sí? No todo el tiempo el campamento está así, tranquilo —susurró en su oído y acarició su cabeza con suavidad.

A Sky le fascinaba la sensación de seguridad que la abarcaba cada vez que estaba cerca de él. Se olvidaba de todo lo demás a su alrededor por un momento.

—Vamos al baño. En el mío no hay cámaras, ven.

Isaac quería asegurarse de que nadie los escuchara. Aunque sabía de sobra que era casi imposible, intentaba que Sky se sintiera tranquila. Al ambos entrar, cerró la puerta y la volvió a abrazar. Acarició su cabello nuevamente y le pidió susurrando que se calmara, que aún no era el fin.

—Pude ver de inmediato lo afectado que estás con todo esto, Isaac. Tus heridas...

—No es nada, estaré bien.

—Esta mierda es real, es increíble. Esto está pasando. Mis padres son unos psicópatas y ahora estoy atrapada en un juego de locos donde podría morir y...

—No voy a dejar que te pase nada. No quería que vinieras y eso es cierto, pero —el chico alzó su rostro y ella lo vio a los ojos, compartiéndole el brillo de emoción que estos emanaban por estar ambos tan cerca—, mientras estés conmigo nada te va a pasar, no lo permitiré, ¿me entiendes? Yo te amo. Y tengo que confesar que te extrañé, princesa.

Ella sonrió al escucharlo llamarla así. Solo Isaac podía lograr hacerla sonreír en una situación como esa. A pesar del caos que los rodeaba, todo parecía seguir bien entre ambos. Parecía como si él hubiera estado esperándola todo el tiempo y a Sky eso la tranquilizaba.

De ahí en adelante todo era arriesgado, incierto, pero mientras estuviera junto a su chico nada iba a pasarle, así que al fin lo besó. Se empinó para dejar un corto beso en la boca de Isaac, pero él la sorprendió agarrando su nuca como respuesta y manteniéndola quieta así, pegada a él. No dejó que se apartara y correspondió a su beso con fuerza, con esa agresividad que lo caracterizaba en la intimidad, esa que Sky tanto añoraba.

Extrañaba la forma en que Isaac la acariciaba mientras la besaba, y los movimientos de su lengua, tan coordinados con la lengua de ella. Extrañaba sus suspiros y su olor. Ella en parte había ido a eso, a estar con él, a demostrarle que lo que ambos sentían no se había apagado.

Ahora entendía que Isaac solo quería protegerla de aquel sitio y de lo mucho que podía lastimarla la verdad.

Él agarró su cintura y la subió a la superficie al lado del lavamanos. Abrió sus piernas y se colocó en medio. Sus dedos se aferraron a las caderas de la chica mientras esta lo besaba.

Aquello era adictivo para ambos.

—Isaac —gimió Sky sobre su boca al sentir la erección de él en su entrepierna, ambos seguían con la ropa puesta.

—Nunca lo hemos hecho en el baño de una cabaña en medio del bosque —soltó Isaac riendo de lado. Su respiración era un desastre y su toque se volvía cada vez más desesperado.

—Nunca antes hemos estado al borde de la muerte —respondió Sky, y el chico dejó de besarla para verla a los ojos.

—Sky, he trabajado duro para estar donde estoy, y pienso hacer lo que sea para seguir en este puesto. Necesito explicarte las reglas, pero...

Sky lo detuvo, poniendo un dedo sobre sus labios para callarlo. No quería escuchar nada más sobre el maldito campamento en ese momento. Al menos en ese instante necesitaba estar en paz, con su chico, con la única persona que podía hacerla feliz.

—Quiero dejar de pensar —susurró.

—¿Quieres tomar un baño?

—Lo necesito —respondió ella y él asintió para luego ayudarla a bajarse.

Besó su frente de la manera más suave y al contrario de lo que ella creyó, el chico solo buscó una toalla y se la acercó junto a sus cosas. Salió en silencio del baño y la dejó sola, luego de tranquilizarla con una de sus perfectas sonrisas.

Sky confirmó entonces, que Isaac seguía siendo el mismo de siempre.



(...)

Al salir no lo vio y decidió acostarse a esperarlo. Isaac llegó a los pocos minutos con el cabello mojado. Al parecer se había duchado en algún baño compartido. Sky lo admiró un rato en silencio mientras él se terminaba de secar y sintió un latir fuerte en su pecho al pensar en que lo hizo para ganar tiempo y poder estar con ella todo lo que pudiera.

—¿Más calmada? —susurró él al acostarse a su lado.

Ambos se acurrucaron bajo las cobijas. En medio de la fría noche se miraron en silencio mientras Isaac le acariciaba la cabeza y los dos compartían la calma momentánea. Su calor enseguida abarcó a la chica y ella aprovechó para tocar donde siempre se marcaban sus hoyuelos, cosa que lo hacía sonreír. Un tierno acto que hizo a Isaac mojar sus labios e intentar morder el dedo de la chica en modo juguetón, pero ella lo apartó riendo. Sky quería permanecer en esa intimidad para siempre. Se pego aún más a él, hasta que las piernas de ambos se enredaron.

—No le mostré a nadie lo que me enviaste. Los chicos lo saben porque el campamento tiene una locutora que cuenta los deseos de los espectadores. Estamos siendo monitoreados, vigilados todo el maldito tiempo. Querían que mostrara la foto, pero me negué así que lo que sea que te hayan contado solo se lo inventan. Acepté el castigo por negarme, te juro que tu privacidad nadie la ha violado.

—Te creo —susurró Sky, hablando totalmente en serio. Intentó tocar el pecho de Isaac, pero él se apartó al instante y ella se dio cuenta de que algo le dolía ahí mucho más que los golpes antes recibidos.

—Me castigaron —soltó él al verla preocupada—. Tengo una herida bastante profunda. Me la hizo Jackson, uno de los gemelos de "Blockbuster". Ese fue mi pago por no cumplir la bizarra petición.

Nuevamente la rabia invadía a Sky. ¿Por qué la gente pedía tal cosa? Y peor, ¿por qué castigar a un chico por defender la privacidad de su ex novia, su cuerpo, su intimidad?

—Son unos cerdos, eso es lo que son. Tiene que haber una forma de parar esto.

—Ahora mismo pueden escucharnos, aunque estemos susurrando, Sky. La única forma es ser el número uno tres años seguidos, es el mínimo para permanecer en el juego, si es que tienes la suerte y fortaleza para ello siquiera.

—Dios, esto es tan frustrante.

—Tranquila, te dije que mientras estemos juntos no pasará nada. Mañana entrarás a mi banda oficialmente. Puedes cantar junto a Terrence y Killian. Se permiten hasta tres vocalistas. Te inscribiré y solo tenemos que sobrevivir, hasta que podamos irnos.

—Lo dices como si fuera lo más sencillo del mundo.

—No lo es, en absoluto, pero ¿sabes algo? Todos mis miedos se fueron ahora que te tengo aquí conmigo.

—¡No digas mentiras! Estabas aterrorizado cuando me viste.

—¡Pues claro! —Sonrió Isaac—. Pero ya no. Juntos podemos ser más fuertes. Solo, no hagas más locuras, princesa.

—No haré nada.

—Hablo en serio, estás bien loca, Sky —sonrió él sobre sus labios y mordisqueó el inferior a modo de burla.

—¿Cuántas personas crees que nos verán dormir?

—Es casi madrugada y los juegos acabaron hasta mañana. Unas cinco mil.

—Dios.

—Tranquila, te acostumbras. Incluso a veces olvidas que te observan y puedes hasta disfrutar a tu pareja. —Isaac acarició a la chica y la besó luego de hablar. Sky sabía que lo decía porque disfrutaba su presencia y cercanía tanto como ella la de él así que se dejó llevar, intentando hacerle caso y olvidarse de las cámaras.

Pero justo cuando casi lo lograba, comenzó a sonar una música clásica que ella estaba segura, se escuchaba por todo el campamento. El eco retumbaba en el silencio y el sonido a los segundos ya empezaba a molestar.

—¿Qué...?

—Hay que escuchar atentamente cada que eso suena. Es alguna petición del público. Solo... es raro a esta hora.

CAMPAMENTO "SKY", UNA PETICIÓN FUE RECIBIDA EN RECEPCIÓN. LA ESPECTADORA PREFIERE MANTENER EL ANONIMATO Y DONÓ CINCO MIL DÓLARES PARA EL PRESUPUESTO GENERAL DEL JUEGO, MÁS DOS MIL PARA CADA PROTAGONISTA DE LA PETICIÓN, SI LA CUMPLEN. EL CASTIGO SERÁ UNA NOCHE A SOLAS FUERA DE LA SEGURIDAD DEL LUGAR. RECORDAMOS QUE HAY OSOS Y QUE SON ESTOS ANIMALES LA MAYOR CAUSA DE MUERTE EN EL CAMPAMENTO. DICHO ESTO PASAMOS A LA PETICIÓN: SE DESEA QUE LA CHICA NUEVA, SKY DAVIES, ÚNICA CONCURSANTE FEMENINA HASTA AHORA, COMPARTA TRES NOCHES CON EL LÍDER OPONENTE DE SU EX NOVIO, ISAAC BROWN. ETHAN MARCH Y ELLA DEBERÁN DORMIR JUNTOS A PARTIR DE LA NOCHE SIGUIENTE, HASTA QUE SUCEDAN TRES OCASIONES ENTERAS. ADEMÁS DEL DINERO SE JUEGAN 100 PUNTOS INDIVIDUALES. BUENAS NOCHES, MÁS DETALLES MAÑANA EN RECEPCIÓN.

Al finalizar el anuncio, Isaac se levantó de la cama y pateó todo lo que encontró. Golpeó la pared una y otra vez y Sky solo lo observó, procesando lo que acababa de decir la voz que ella suponía, era la locutora de la que hablaba Isaac.

¿Ethan March? ¿El enemigo? ¿Realmente tenía que dormir tres noches a solas con él?

Aquel Último Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora