Capítulo Veintiséis

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Las posibilidades eran mínimas, pero no salía de su cabeza la idea de que las cosas podían funcionar como planeaban Ethan y ella. Él no estaba de acuerdo en todo y Sky lo sabía, pero no podía hacer mucho. Ya lo había decidido.

—Me voy a presentar sola en la batalla final, Dianne —soltó, ganándose la total atención de la profesora, quien terminaba de preparar unas bolsitas con el polvo blanco que el chico de la tienda había traído a su cabaña hacía apenas quince minutos.

Aquella era la segunda noche de Sky durmiendo a solas con ella, sin tener contacto con Isaac desde las peleas, desde la horrenda batalla y la discusión que ambos habían tenido por lo que ella descubrió en su teléfono.

Sky se preguntaba si él había visto los mensajes que ella había enviado a Mía, si Mía había respondido y si Isaac había borrado la respuesta. Se preguntaba si él había tenido sexo con su amiga alguna vez, si todo lo que le había jurado era mentira y si ella había sido tan estúpida como para creerlo.

Claro que lo había sido. Sabía de sobra que era una estúpida, más aún porque incluso estando con Ethan pensaba en él, en cómo estaba y en si estaba pensando en ella. Estaba segura de que ya no lo amaba, pero no podía evitar sentir afecto, nostalgia por Isaac. No era fácil olvidarse de los momentos más bonitos de su vida, los únicos. Isaac estaba en todos ellos y en su cabeza se repitían una y otra vez como mecanismo de defensa para no volverse totalmente loca. De todo su pasado solo recordaba sentirse bien con su abuela, con la familia de Riki y Mía, y con él. No tenía un solo momento bonito con sus padres guardado en la mente, o bueno sí, con su padre...

—Te preguntaría si estás hablando en serio pero, por tu cara puedo deducir que sí —Dianne terminó lo que estaba haciendo y se sentó frente a ella, sobre su cama con las piernas cruzadas, imitando su posición. Había mucho silencio, era bastante tarde ya, pero Sky no podía dormir, y ella estaba ocupada haciendo lo del polvo—. Sky, ¿estás segura de lo que dices?

—Sí. Lo estoy, y sé que eres justo tú quien se encarga de ese papeleo en recepción.

—Es muy tarde como para que ese cambio sea bien tomado. Creo que lo mejor es...

—Lo mejor es que pelee sola, D. No puedo escoger un bando. No puedo pelear al lado de Isaac contra Ethan, ni al lado de Ethan contra Isaac.

—¿Y crees que pelear con los dos es más factible?

—No, pero es lo único que me queda por intentar. Tenemos un plan, Ethan y yo, quizás no haya necesidad de que nadie más muera...

—Sky, quisiera darte aliento con eso último que dices, jurarte que todo saldrá bien y que lo que se acerca no es una película de terror en la vida real, pero es que lo es, y nadie está a salvo, no si no pelean.

—Puedo pelear.

—Puedes... pero no sola.

—¿Y si gano la batalla musical? ¿Podría...?

—Eso solo te daría alguna ventaja en la pelea cuerpo a cuerpo, una ventaja que no servirá de nada si no tienes quién cuide tu espalda mientras atacas de frente a alguien que juega con tu mente y tu fuerza. No quiero que te suceda nada. Isaac quizás no es una buena persona, pero te puede dar la protección que necesitas para...

—No, D. Está decidido. Mis padres vendrán y quiero que vean en lo que me han convertido. Si de verdad mi padre me quiere aunque sea algo parará esta payasada antes de que me suceda lo peor.

—¿Y si no lo hace? No solo eso, debes pensar en todo. ¿Estarías dispuesta a matar?

—No lo sé... pero si de algo estoy segura es de que estoy dispuesta a acabar con ellos. Es lo mínimo que puedo hacer por todas las vidas que han arrebatado, derribar el imperio que se supone "debo heredar". No quiero heredar semejante horror, Dianne, quiero que pare. Quiero que todo se detenga y que ellos paguen. Ethan y yo hemos pensado que...

—No me digas tu plan. No quiero saberlo, Sky. No confíes en mí, ¿sí?

—Pero... —Dianne la interrumpió luego de un suspiro y tomó sus manos. La vio a los ojos y la chica de pronto notó la profunda tristeza que guardaba su alma detrás de esa increíble seguridad.

—Te dije que no era una buena persona. Pase lo que pase ese día, ganen o pierdan, logres o no tu objetivo, vivas o mueras, yo seguiré aquí, en esta prisión. Tengo que hacerlo. Soy parte del tráfico, del negocio de trasfondo en el campamento, tú misma lo has visto y aún así no me has preguntado el por qué le doy droga a los chicos, pero sé que te lo has preguntado. Te preguntas por qué lo hago si "soy buena". No lo soy, ahí tienes la respuesta. Lo hago por dinero. Hago esto por mí, estoy aquí por mí y aunque les tenga aprecio a todos, encariñarse aquí está mal, porque se sufre el doble, así que mantengo mi límite y mis distancias.

—¿Y qué hay de Hunter?

—Deberá pelear y me dolerá en el alma, pero no podría evitar perderlo si llegase la hora, por eso prefiero cerrar mi corazón. He sufrido mucho durante toda mi vida, estar aquí me ha... endurecido, por decirlo de alguna forma.

—No importa lo que digas, yo confío en ti.

—Te lo agradezco, de verdad, pero no lo hagas. Y ya que estamos, si no puedo hacerte cambiar de pensamiento déjame darte un consejo como mujer, como persona y como amiga: piensa en ti y solo en ti a partir de ahora. Tienes un corazón hermoso, puedo verlo. A pesar del dolor y de todo lo que te ha causado Isaac lo sigues queriendo y sigues preocupandote por él, prefieres quedarte con lo bonito de cada persona, pero justo por eso puedes salir lastimada más de lo que ya lo has hecho. Estás dispuesta a perdonar, estás dispuesta a todo por quien quieres, pero debes pensar en ti si quieres vivir. No es momento para ser generosa.

—Dianne... —la mujer apretó más las manos de la chica, su tristeza se transformó en furia.

Sky nunca había visto a alguien hablar tan en serio en su vida.

—Vuélvete una fiera. Es la única manera de sobrevivir en este mundo. Muerde, araña, pelea... hazlo y antes de que te ataquen, ataca primero. Desconfía. Sé ruda, sé fuerte. El mundo necesita mujeres fuertes, por todas las que se nos han ido. El juego necesita jugadores seguros y fuertes, sin debilidades, para que ganen por todos los que se han perdido en el camino. En esta pelea tienes que ser así, no pienses en Ethan, ni en Isaac, piensa en ti. Lleva a cabo tu propio plan, Ethan es un buen chico, pero está dañado como el resto y aunque su corazón sea puro, tiene una alta capacidad para analizar y crear estrategias, no por gusto ha llegado a donde está, así que salva tu propio pellejo y no esperes, escucha bien, no esperes ni siquiera de él, un poco de misericordia.

—Si todo funciona como quiero tú también podrás salvarte —al escucharla la mujer le sonrió con empatía, sus ojos brillaron por unos segundos. Veía en esa chica la inocencia que a ella le habían arrebatado. Admiraba eso de Sky.

—Nada me encantaría más. Mira, te diré lo que sé, aunque de seguro Ethan ya lo sabe también. Hay dos formalidades principales que debes cumplir para posicionarte como solista y avanzar lo que queda del juego de esa manera. Debes declararte enemiga de tus oponentes, formalmente hablando. Primero tienes que ir a ver a Isaac, tu antiguo líder, sacar tus cosas de su cabaña y ponerlas en la que asignen para ti mañana mismo si lo haces. Te aconsejo hacerlo porque debes prepararte y cada vez quedan menos días.

—¿Debo ir a verlo y decirle que pelearé contra él?

—Exactamente. Por alguna razón la gente ama las amenazas públicas, aunque a mi me parecen ridiculas.

—No sé cómo se lo tome, pero estoy segura de que terminará muy mal.

—No puedes tener miedo. Tampoco tienes que hablar tanto, solo saca tus cosas y dile lo que piensas hacer, ten mucho cuidado eso sí.

—No creo que me haga daño.

—No confíes, repito. Te puede hacer daño una vez te vuelvas su enemiga. Debes decirle también a Ethan delante de alguna cámara aunque sea de lejos. Dile que tiene que alejarse durante los días que quedan. Mañana ve y habla con él también, explícale la locura que quieres hacer.

—Ya sabe más o menos, aunque igual creo que piensa que no lo haré. Intenta que cambie de opinión.

—Eso es porque aún no te conoce lo suficiente. Igual no pierdas el tiempo, recuerda que Ethan y su banda serán tan enemigos tuyos como Isaac y los demás.

—Mañana me ocuparé de hablar con los dos. Espero que todo salga bien. Incluso tengo esperanzas de que una amiga ayude con la policía...

—Busca opciones. Plan A, B, C y todo el maldito alfabeto, Sky. Lo más probable es que tengas que improvisar todo el tiempo y buscar salidas rápidas. La policía nunca ha intervenido, los que dirigen tienen un sistema totalmente preparado para impedirlo, e incluso si eso no funciona pueden comprar su libertad. Esto nunca ha decaído y ya lleva muchos años funcionando.

—¿Alguna vez han venido todos los superiores aquí? —Dianne negó con la cabeza y suspiró—. Si están aquí no podrán hacer mucho afuera. Ahí estará nuestra mejor oportunidad.

—Es casi imposible que esto funcione.

—Si la policía no viene, si no funciona, acabaremos nosotros mismos con ellos. Hay que cortarlos de raíz aunque eso traiga consecuencias.

Dianne, a pesar de no tener tanto optimismo como ella, la miró orgullosa y la abrazó al instante. Sky se dejó tranquilizar por ella mientras dejaba salir las lágrimas que ni sabía que tenía acumuladas adentro.

—Ante el público también debes declararte —susurró la mayor—. Es la otra formalidad, aunque esta última es más por alimentar las apuestas. Es buena idea lo de atraerlos, por eso debes medir bien tus palabras y usar el anuncio como red de pesca. Si lo atraes ellos vendrán, todos, o casi todos. El mundo paga mucho por ver la mejor pelea del verano en vivo, frente a frente... los peces gordos del juego, incluso tus padres. Hay que hacerlos venir personalmente. Hay que hacer el suficiente ruido para provocarlos y que todos se enteren de lo que sucederá aquí el diez de septiembre.

—¿Es ese día?

—Sí, cada año ese día se vuelve una tragedia. Las batallas normales tienen un tiempo límite de tres horas, la final puede durar el doble luego de las presentaciones musicales. Fuera de ese límite, de no haberse decidido aún, el campamento nombra ganadora a la banda menos lastimada, pero...

—Pero debe haber al menos cuatro muertes, mínimo. Ethan me contó. Por el show se exige y de no hacerlo lo hacen ellos, los V.I.P. tienen el privilegio de acabar con la vida que elijan. Lucharemos dándolo todo entonces. Debemos evitar que se salgan con la suya.

—Siempre lo hacen, lo hicieron todos los años anteriores, Sky.

—Los años anteriores no estaba yo. Haré lo que sea para que esto termine este verano, D. Lo prometo.



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