KÖNIG
Estaba sentado frente a mi escritorio, mirando unos papeles que había estado llenando durante la última hora. No podía concentrarme por completo, mi mente seguía volviendo al momento de la noche anterior, cuando todo se había vuelto tan... real entre nosotros. Entre ella y yo. Aún no entendía completamente lo que había sucedido, pero estaba claro que había algo más allá de lo profesional.
De repente, escuché un golpe suave en la puerta, seguido de una risa casi burlona.
"¿Puedo entrar, Coronel?", la voz de Anya resonó, llena de esa confianza que siempre la caracterizaba.
Sin pensarlo mucho, y sabiendo que no podía detenerla, le respondí con voz cansada, pero firme: "Entra, Anya."
La puerta se abrió sin más, y la vi entrar con su andar seguro, esa sonrisa con la que siempre se veía tan segura de sí misma. La observé mientras se acercaba, pero antes de que pudiera decir algo más, su mirada se detuvo en mi rostro. Su expresión cambió por un instante, algo que no alcanzaba a interpretar.
"Vaya, parece que has estado ocupado," dijo mientras daba un vistazo rápido a los papeles que tenía sobre la mesa. Sus ojos, esos ojos tan observadores, no podían evitar fijarse en todo.
Intenté mantener la compostura, pero sentí una incomodidad creciente en mi pecho. ¿Qué quería ahora? ¿Y por qué tenía la sensación de que esta vez no se trataría de algo profesional?
"Anya, ¿puedes... respetar mi espacio personal?", respondí finalmente, sintiendo que mis palabras salían más firmes de lo que pretendía. Mi tono, aunque directo, no dejaba de mostrar una ligera molestia. Ella sabía que no era alguien que permitiera que otros invadieran su espacio, pero parecía que no le importaba mucho.
Ella se detuvo un momento, pero luego se acercó aún más, sonriendo con esa actitud juguetona que me exasperaba. "Vamos, König," dijo, "todos sabemos que hay cosas que no se dicen. Y algunas... se sienten."
Mi corazón latió más rápido, la incomodidad se transformó en algo más, pero no podía dejar que eso me afectara. No podía dejar que Anya me desestabilizara, especialmente ahora que mis pensamientos estaban ocupados en algo mucho más importante.
"Anya," repetí con firmeza, "Te lo estoy pidiendo. Respeta los límites."
Ella arqueó una ceja, como si fuera una broma. Pero algo en su mirada me dijo que no estaba dispuesta a retroceder tan fácilmente. "¿Blimar? Eso es tan... aburrido, König."
Me quedé mirándola fijamente. Quería decirle que ya había tenido suficiente de su actitud, que mis pensamientos y mis decisiones no pertenecían a ella, pero algo me frenó. Quizás era el hecho de que, a pesar de todo, sentía que siempre estaba a la espera de algo más. Algo que no podría ser... algo que no debería ser.
Finalmente, dejé escapar un suspiro, mi mente nublada por la confusión.
"Solo... basta."
Anya no pareció molesta por mi respuesta. De hecho, parecía encontrarla casi graciosa, como si supiera que había tocado un nervio. Su sonrisa se alargó, una expresión que podía ser inquietante, pero también un poco divertida. Su forma de moverse alrededor de mi escritorio, como si estuviera observando cada rincón de mi espacio, me desorientaba.
"Sabes," dijo finalmente, deteniéndose a medio paso de mí, "es curioso, König. Siempre tan serio, tan... controlado. Pero hay momentos en los que se nota que todo eso es solo una fachada." Sus palabras eran suaves, pero tenían peso, como si estuviera tocando algo que yo no quería reconocer.
Me quedé en silencio, no estaba seguro de cómo responder. Parte de mí quería explotar y decirle que no se metiera en mi vida, que dejara de hacer comentarios, pero otra parte sabía que ella tenía una forma de desarmarme con sus palabras, como si pudiera leerme con una facilidad aterradora. Respiré profundamente, tratando de centrarme en algo, cualquier cosa.
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En el Fuego de la Batalla [König x T/N]
FanficEn una prestigiosa academia militar, te esfuerzas por destacar a pesar del agotamiento constante. Todo cambia cuando el legendario Coronel Konig, conocido por su valentía y liderazgo en KorTac, llega para dar una conferencia y te encuentra dormida e...