CAPÍTULO 12

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AMERYAN

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AMERYAN

LOS EVENTOS, COMO CELEBRACIONES Y PRÁCTICAS DE PELEA, NO FRENARON. La reina Rhaenyra se esmeró con las mejores actividades para satisfacer a sus súbditos y mantener contentos a los nobles aliados a su casa. Los días pasaron entre cenas, risas y reuniones a las que Ameryan tuvo que asistir con la mejor de sus sonrisas, aún cuando lo único que deseaba hacer era poder pasar un día entero en los invernaderos de Altojardín, rodeado de las plantas que cuidaba desde niño.

Compartía cartas con su padre y Cregan cada tantos días, ese era uno de los pocos consuelos que consiguió. Después de todo, la persona que más debía prestarle atención estaba ocupada fingiendo que Ameryan no existía.

—Estás distraido.

Ameryan observó a su derecha con vergüenza.

—Lo siento.

La expresión de la reina Alicent se suavizó.

Junto a ella, Rhaenyra levantó la mirada de su libro.

—¿Sucede algo, querido?

—No es nada.

—Miente —canturreó Alicent.

—No miento —musitó Ameryan—. Es solo que no sé cómo expresarlo.

—¿Has probado utilizar las palabras? —El intento de broma de Alicent no le llegó. Ella suspiró y dejó a un lado los cofres que organizaba para sentarse más cerca del doncel.

—Soy bueno con las palabras —asintió—, pero no con este tipo de palabras.

—¿Las que utilizas para demostrar tus sentimientos? —adivinó Rhaenyra.

—Sí.

—¿Qué tal las acciones? —propuso Alicent.

—¿Cree que podría expresar algo correctamente sólo con acciones?

Alicent asintió.

—A pesar de lo que ves en este momento —dijo ella, señalando a Rhaenyra y luego a sí misma—, nuestra amistad tuvo que pasar por muchos altos y bajos.

—¿En serio? —Ameryan frunció el ceño—. La amistad de ambas ha sido motivo de canciones por años.

—No me lo recuerdes —musitó Rhaenyra—. ¿Olvidas esa canción que habla sobre la vez que me lanzaste un trozo de pastel de limón?

Alicent soltó una carcajada.

—Era la última rebanada —le recordó—, debes sentirte agradecida.

—A lo que Alicent se refiere —Rhaenyra cambió de tema— es que no siempre podrás utilizar las palabras. Te encontrarás con personas que necesitan más que eso. Los años que pasamos separadas por estos altos y bajos fueron terribles, pero ahora comprendo que no se podrían haber resuelto con simples palabras. Nuestras acciones lo dijeron todo.

LACUNA, Jacaerys Velaryon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora