BECKYLas luces fluorescentes del hospital parpadeaban mientras caminaba por el pasillo hacia la sala de parto. Mis manos sudaban, y aunque intentaba mantenerme calmada, la verdad era que los nervios estaban a flor de piel. Freen me había mirado con esos ojos llenos de miedo y expectación, y yo sabía que tenía que ser fuerte por las dos.
Entramos a la sala, y todo parecía tan surrealista. El equipo médico preparaba todo rápidamente mientras Freen respiraba profundamente, su mano apretada en la mía. Me incliné hacia ella, tratando de aliviar la tensión.
:- ¿Recuerdas cuando intentaste hacerme cocinar y casi incendiamos la cocina?- murmuré, esbozando una sonrisa. Freen soltó una risa entrecortada, su rostro relajándose un poco.
:- Sí, y luego terminamos pidiendo pizza porque ni siquiera pudimos freír un huevo sin que se nos rompiera- respondió, con una sonrisa que me llenó de alivio.
Acaricié su frente con cuidado, apartando un mechón de cabello que se había pegado con el sudor.
:- Vamos, Fini. Esto es solo otro reto, como ese día que intentamos montar esa tienda de campaña sin manual de instrucciones. ¡Y lo logramos!- La hice reír de nuevo, aunque esta vez fue interrumpida por una contracción fuerte. Le di un apretón en la mano. -Estoy aquí, amor. Estoy contigo-
El tiempo se volvió borroso después de eso. Cada respiración, cada segundo, parecía eterno y fugaz al mismo tiempo. Freen estaba concentrada, luchando con cada contracción mientras yo no soltaba su mano, susurrando palabras de aliento y amor.
Finalmente, un llanto rompió el aire. Miré hacia abajo y vi al pequeño bebé que acababa de llegar al mundo, cubierto de vida y de una belleza que nunca podría haber imaginado. Mis ojos se llenaron de lágrimas instantáneamente. Todo el dolor, la preocupación, los nervios... todo se desvaneció en ese instante.
El médico me entregó al bebé, y lo sostuve con tanto cuidado que temí que incluso respirar podría romper ese momento mágico.
:- Hola, pequeñín- susurré, con la voz quebrada por la emoción. - Soy tu mamá Becky. Te he estado esperando por tanto tiempo hermoso-
Miré a Freen, quien estaba exhausta, pero sus ojos brillaban con lágrimas de felicidad.
:- Lo hiciste, amor. Lo hiciste tan bien- le dije, inclinándome para besar su frente.
Sosteniendo al bebé en mis brazos, sentí un calor indescriptible. No había palabras que pudieran encapsular lo que estaba sintiendo. Lo miré, pequeño y frágil, pero ya con una fuerza impresionante.
:- Prometo ser la mejor mamá que pueda ser- susurré, inclinándome para rozar mi nariz con su pequeña frente. - Y siempre estaré aquí para ti, igual que para tu mamá Freen-
Freen me miró, sus ojos llenos de lágrimas, pero con una sonrisa que iluminaba la habitación.
:- Te amo, Becky- dijo, con su voz suave pero firme, como si quisiera que esas palabras quedaran grabadas en mi corazón para siempre.
:- Y yo a ti, amor. Más que a nada en este mundo- respondí, y en ese momento, todo el cansancio de los últimos meses se desvaneció. Estábamos juntos, los tres, y eso era todo lo que importaba.
Horas después, la pequeña habitación del hospital comenzó a llenarse de los rostros conocidos y queridos que esperábamos. Los padres de Freen fueron los primeros en llegar, seguidos por mis padres, Nam, Friend, y Sun. Ongsan, con sus ojos brillantes de emoción, cerraba el grupo.
El cuarto, aunque pequeño, se llenó de risas, susurros de admiración y lágrimas de felicidad. Cada uno se turnaba para mirar al pequeño bebé, sosteniéndolo con una delicadeza asombrosa, como si fuera el tesoro más preciado del mundo.
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MAS QUE UN JUEGO || FREENBECKY (G!P)
RandomBecky Armstrong es la chica más popular de la universidad: capitana del equipo de baloncesto y una brillante estudiante de arquitectura. Pero detrás de su fachada perfecta, esconde un corazón inaccesible. Freen Sarocha, la nueva estudiante extrover...