MAS QUE UN JUEGO || FREENBECKY (G!P)

2. Freen

Me mudé junto con mis padres y mi hermana Ongsan a un vecindario de ricos, un lugar lleno de casas enormes y jardines impecables. Mientras caminaba por nuestra nueva casa, no podía evitar sentirme un poco emocionada y nerviosa a la vez. Siempre me ha gustado tomar fotografías y tenía mi cámara conmigo, la misma que mi abuelo me regaló cuando cumplí quince años. Era un objeto preciado para mí, y nunca salía de casa sin ella.

:- Freen, ¿puedes ayudarme a organizar estas cajas? - me llamó mi madre desde la sala.

:- Claro, mamá, enseguida voy - respondí, dejando mi cámara sobre una mesa y dirigiéndome hacia ella.

Ongsan ya estaba allí, desempacando algunos libros y adornos.

:- ¿Te gusta la nueva casa, Freen? - preguntó Ongsan, levantando una ceja.

:- Sí, es bastante grande. Y tiene buena luz para las fotos - dije, sonriendo mientras levantaba una caja.

:- Eso siempre es lo más importante para ti, ¿verdad? - bromeó Ongsan.

:- Sabes que sí - respondí, riendo mientras colocaba los libros en una estantería.

Pasamos un buen rato organizando todo y charlando. Mi madre estaba agradecida por nuestra ayuda, y la casa comenzaba a verse más acogedora. Después de un par de horas, subí a mi habitación llevando mi maleta. Tire toda mi ropa sobre la cama y comencé a organizarla y a arreglar mi habitación.

Mientras estaba guardando algunas cosas en el armario, me acerqué a la ventana y noté un auto negro estacionándose en el garaje de la casa del frente. Seguí mirando y vi a una chica salir del auto con un uniforme de baloncesto. Mi corazón latía con fuerza al verla. Tomó su mochila, se giró en mi dirección, y me escondí un poco, pero no pude evitar seguir mirando.

:- ¿Acabas de llegar y ya estás espiando a nuestros vecinos? - dijo Ongsan entrando en mi habitación.

:- Tenías que ver eso. Esa chica es hermosísima, me gusta Fue amor a primera vista - dije, sonriendo.

Ongsan me miró con una cara extraña.

:- Acabas de terminar con tu novio y ahora te gusta una chica - dijo Ongsan.

:- Tenías que haberla visto - dije, alejándome de la ventana.

:- Tal vez con una chica sea diferente - se burló Ongsan.

:- Quizás... - respondí, riendo.

Caminé de nuevo hacia la ventana y vi a la chica castaña con unos audífonos. La observé salir a la calle desierta y comenzar a correr.

:- Necesito hacer ejercicio - dije, buscando una ropa adecuada para correr.

:- ¿En serio la vas a seguir? - se burló Ongsan.

:- ¿Tú qué crees? - respondí, riendo mientras me vestía rápidamente y salía corriendo de mi habitación.

Bajé las escaleras y, justo cuando estaba a punto de salir por la puerta, mi madre me detuvo.

:- ¿A dónde vas, cariño? La cena está casi lista - dijo mi madre.

:- En un momento regreso, mamá - dije, saliendo rápidamente por la puerta.

Corrí por la calle por unos minutos, intentando alcanzarla.

Demonios era muy veloz

Empecé a caminar con mi cuerpo empapado de sudor por el esfuerzo no soy una chica muy atlética que digamos camine a pasos lentos y perderle la vista a la distancia la vi bajar el ritmo hasta que dejo de corre y empezó a caminar tranquilamente en ese momento aproveché para acercarme a ella.