barrera emocional--oportinundad pt2

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Después de su primera cita, Charles y Max comenzaron a pasar más tiempo juntos, descubriendo que había algo más profundo que una simple atracción física entre ellos

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Después de su primera cita, Charles y Max comenzaron a pasar más tiempo juntos, descubriendo que había algo más profundo que una simple atracción física entre ellos. Aunque al principio sus encuentros eran cada tanto, pronto se volvieron más frecuentes, y ambos empezaron a disfrutar de la compañía del otro, ya sea compartiendo una cena tranquila o simplemente caminando por la ciudad sin rumbo fijo.

Sin embargo, había algo que Charles no podía dejar de notar. A pesar de la cercanía que habían desarrollado, Max parecía seguir manteniendo cierta distancia emocional. Sus sonrisas eran genuinas, sus besos apasionados, pero Charles no podía evitar sentir que había algo que Max no le estaba diciendo.

Una noche, después de otra velada juntos, Charles decidió confrontarlo. Estaban en el departamento de Max, una acogedora pero moderna residencia en el corazón de Mónaco. Sentados en el sofá, Charles tomó la mano de Max, mirándolo a los ojos.

-Max, sé que esto es nuevo para ambos, pero siento que hay algo que no me estás diciendo. No quiero presionarte, pero necesito saber si hay algo que te preocupa. Quiero que confíes en mí, en nosotros.

Max apartó la mirada por un momento, claramente luchando con sus pensamientos. Finalmente, soltó un suspiro y volvió a mirar a Charles.

-No es que no confíe en ti, Charles. Es solo que... he estado en relaciones antes donde mi condición de Omega siempre fue un problema. Los Alfas con los que estuve veían más mi papel como Omega que a mí como persona. No quiero que eso pase con nosotros.

Charles frunció el ceño, sorprendido por las palabras de Max.

-Max, nunca te he visto solo como un Omega. Para mí, eres Max, el hombre que admiro tanto dentro como fuera de la pista. Quiero estar contigo porque me importas, no por lo que eres o por lo que la gente espera de nosotros.

Max lo miró fijamente, como si estuviera buscando alguna señal de falsedad en las palabras de Charles, pero solo encontró sinceridad.

-Lo sé, Charles. Es solo que es difícil sacudir esos miedos. Pero quiero intentarlo, quiero intentarlo contigo. Solo necesito un poco de tiempo.

Charles sonrió, aliviado.

-Todo el tiempo que necesites, Max. Estoy aquí para ti, no voy a ir a ninguna parte.

A partir de esa conversación, la relación entre Charles y Max se profundizó aún más. Max comenzó a abrirse más, compartiendo sus inseguridades y miedos, y Charles estuvo allí, siempre paciente, siempre comprensivo. Ambos se dieron cuenta de que su relación no era solo una cuestión de atracción, sino de una conexión genuina que estaban dispuestos a cultivar juntos.

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Sus colegas en el paddock comenzaron a notar el cambio en ellos: Charles parecía más relajado, más contento, mientras que Max mostraba una confianza en sí mismo que antes solo era visible en la pista. Sin embargo, su relación seguía siendo algo privado, un espacio seguro que ambos compartían lejos de las presiones del mundo exterior.

Un día, durante un fin de semana de descanso entre carreras, Max invitó a Charles a su casa en los Países Bajos. Era un lugar especial para Max, lleno de recuerdos de su infancia, y al invitar a Charles, le estaba mostrando cuán importante se había vuelto para él.

Mientras paseaban por la playa cerca de la casa, Max se detuvo, mirando el horizonte. Charles, sintiendo la seriedad del momento, lo miró con preocupación.

-¿Qué pasa, Max?

Max lo miró, sus ojos reflejando la luz del atardecer.

-Charles, hay algo que quiero que sepas. Sé que al principio dudé, pero ahora sé que te amo. No quiero que haya más dudas entre nosotros.

El corazón de Charles dio un vuelco. Sonrió, tirando suavemente de Max hacia él.

-Yo también te amo, Max. Y no habrá más dudas. Prometo estar a tu lado, pase lo que pase.

Se besaron bajo el cielo teñido de naranja, sellando una promesa que ambos sabían que cumplirían. A partir de ese momento, su relación no solo fue una de pasión, sino de amor verdadero, construido sobre la confianza y el respeto mutuo.

La temporada de Fórmula 1 continuó, pero para Charles y Max, la carrera más importante era la que corrían juntos, una en la que ambos eran ya ganadores.

Buenaaas,acá la segunda parte que tal usuario me pidió,li dejo aca->Espero te guste!,recuerden que pueden pedir 2das partes o otro ship que les guste,yo no tengo drama

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