Carlos Sainz se encontraba en la cúspide de la emoción tras su victoria en el Gran Premio de Singapur 2023. Era una noche especial, y la adrenalina del triunfo seguía corriendo por sus venas mientras celebraba con su equipo. Lando Norris, siempre a su lado, compartía la alegría, sonriendo con orgullo por su amigo.
Después de los festejos oficiales con sus respectivos equipos, Carlos y Lando decidieron llevar la celebración a una discoteca cercana, lejos de las cámaras y de las miradas curiosas. Querían disfrutar de la noche, solo ellos dos, sabiendo que su vínculo iba más allá de la amistad que mostraban en público.
Dentro de la discoteca, la música vibrante los rodeaba mientras las luces parpadeaban, pero para Carlos y Lando, el mundo se había reducido a un instante en el que solo se tenían el uno al otro. En un rincón apartado, lejos del bullicio, ambos se encontraron cara a cara. La mirada de Carlos se suavizó, y sin decir una palabra, tomó a Lando de la mano, llevándolo aún más lejos del ruido.
Lando lo miró con una mezcla de sorpresa y expectativa, sintiendo el calor de la mano de Carlos apretando la suya. En ese momento, la tensión entre ambos se hizo palpable, y las palabras se volvieron innecesarias. Carlos, impulsado por sus sentimientos, se acercó lentamente y, sin pensarlo dos veces, unió sus labios con los de Lando en un beso suave y lleno de cariño.
El mundo se detuvo para ambos, y todo lo que había entre ellos, la complicidad, las risas, las miradas furtivas, todo cobró sentido en ese beso. Fue Lando quien rompió el contacto primero, sonriendo con un brillo en los ojos que Carlos no había visto antes.
"Siempre supe que había algo más entre nosotros," susurró Lando.
Carlos asintió, sintiendo una mezcla de alivio y felicidad.
"Yo también lo sabía. Pero tenía miedo de arruinar lo que teníamos."
"Lo que tenemos solo puede mejorar," respondió Lando, apretando la mano de Carlos.
Decidieron salir de la discoteca, escapando a la privacidad del hotel de Carlos. Entraron en la habitación, y el ambiente íntimo del lugar los envolvió. Carlos no perdió tiempo; tomó a Lando por la cintura, atrayéndolo hacia sí en una nueva sesión de besos, más intensa y llena de pasión. Lando correspondió con la misma intensidad, sus manos viajando por la espalda de Carlos, memorizaron cada línea y músculo.
Después de un rato, cuando ambos estaban sentados en la cama, aún abrazados, Carlos se separó ligeramente para mirarlo a los ojos.
"Lando... ¿te gustaría ser mi novio?" preguntó con un tono vulnerable, pero decidido.
Lando sonrió ampliamente, sus ojos brillando con emoción.
"Pensé que nunca lo preguntarías. Por supuesto que sí, Carlos."
Con esa confirmación, ambos volvieron a besarse, sellando el comienzo de algo nuevo, algo que ambos habían esperado sin darse cuenta. Sabían que, a partir de ese momento, nada volvería a ser igual, y no podían estar más felices por ello.
Pedido de Zorfan7580!,espero te halla gustado.
Perdón por no actualizar seguido gente estoy re bajón.
Recuerden pedir lo que quieran total para eso estoy.
Chauuu💗