Charles Leclerc, el Alfa más codiciado del paddock de la Fórmula 1, no solo era admirado por su talento en la pista, sino también por su presencia magnética. Su aroma, una mezcla embriagadora de menta y chocolate, hacía que todos a su alrededor se sintieran atraídos, especialmente las mujeres que deseaban estar cerca de él solo para captar su fragancia. Con un rostro que parecía esculpido por los dioses, era el sueño de muchos y la envidia de otros.
Pero Charles solo tenía ojos para una persona: Max Verstappen. El Omega de cabello medio rubio, casi pelirrojo, y sonrisa deslumbrante, no solo era uno de los mejores pilotos de la temporada, sino también el objeto de la obsesión de Charles. Sin embargo, Max no se dejaba impresionar fácilmente. A pesar de la insistencia del Alfa, el Omega había rechazado varias invitaciones.
Una tarde, después de una intensa carrera, Charles se acercó a Max en el paddock.
'Max, ¿qué te parece si salimos esta noche? He reservado un lugar tranquilo, solo para nosotros dos,-propuso Charles con su habitual confianza.
Max, sin embargo, solo le dirigió una sonrisa despreocupada y dijo:
-Lo siento, Charles, ya tengo planes. Quizás otra vez.
Charles no podía creer lo que escuchaba. Era la tercera vez en la semana que Max lo rechazaba. A pesar de su estatus como Alfa dominante, no podía evitar sentir un leve pinchazo de inseguridad. Pero la sonrisa de Max, siempre tan brillante y relajada, lo mantenía cautivado, más decidido que nunca.
Pasaron días, y los rechazos continuaron. Max siempre encontraba una excusa: compromisos, entrenamiento, o simplemente la necesidad de descansar. Charles comenzaba a preguntarse si alguna vez tendría una oportunidad real con el Omega que había capturado su corazón.
Finalmente, una noche después de una carrera especialmente extenuante, Max se detuvo a hablar con Charles.
-He estado pensando,-comenzó, su tono más suave de lo habitual. -Tal vez deberíamos intentarlo. Salir, digo. Mañana por la noche, ¿te parece?.
El corazón de Charles se aceleró. No podía creer lo que oía. Después de tantas negativas, Max finalmente le daba una oportunidad. Con una sonrisa que no pudo contener, Charles asintió.
-Perfecto. Te recogeré a las ocho.
La noche siguiente, Charles llevó a Max a un restaurante exclusivo, lejos del bullicio y las miradas curiosas. A medida que la noche avanzaba, ambos se dieron cuenta de cuántas cosas tenían en común. Hablaron de sus carreras, de sus sueños, de las presiones de ser siempre los mejores. Las risas se mezclaban con las miradas cómplices, y poco a poco, la tensión entre ellos se desvaneció.
Al final de la cena, cuando salieron a caminar bajo las estrellas, Charles no pudo contenerse más. Con suavidad, tomó a Max por las caderas, acercándolo hacia él. Max no se resistió, al contrario, sus ojos brillaron con un destello de emoción. Cuando los labios de Charles rozaron los suyos, el Omega respondió, colocando una mano en la nuca de Charles y la otra en su hombro, profundizando el beso.
Se separaron después de un momento, ambos respirando con dificultad, pero con una sensación de felicidad compartida. Se miraron a los ojos, sin necesidad de palabras, sabiendo que lo que acababa de ocurrir era solo el comienzo de algo mucho más grande.
Amamos el Lestappen,Les gusta Charles dominante?,ami me encanta pero bueno,díganme cualquier cosa.
Recuerden votar!,y pedir ship y ocasión que quieran,yo no tengo problema,deparó me ayudan con las ideas.
Chauuu,los quierooo!!💗🙌