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C 16: La fiesta

Capítulo 16: La fiesta

Maratón 1/3

•Daphne

Era inevitable que mi madre no me hiciera una fiesta, pues cumplía dieciocho años y según ella era una edad que tenia que celebrar. Así que ahora estoy preparándome para la gran fiesta en mi casa.

Aburridooo

Tenías mucho que no hablabas eh.

Has sabido controlarme, pequeña rubia.

Si si, como sea; Mamá me dijo que sería una fiesta en la piscina de la casa, pero que sería de noche. Busco en todo mi closet un bikini negro y un vestido del mismo color.

Cuando los encuentro, me visto y salgo de la habitación.

—Te ves hermosa—menciona Axel en cuanto bajo las escaleras.

—Gracias—sonrío y deposito un beso en su mejilla—Por cierto, feliz cumpleaños, ya estás todo un viejo.

—Gracias princesa; y yo no estoy viejo—arruga el rostro—¿Vamos?—me ofrece su brazo y no dudo en tomarlo.

—Vamos—digo entre risas.

Cómo es una fiesta en la piscina, no me molesté en colocarme nada en los pies; cuando salimos, el piso se siente frío bajo mis pies.

—¡Ahí viene la cumpleañera!—grita un chico.

Todos comienzan a gritar y aplaudir; Liam se acerca a mi e intenta darme un abrazo pero se frena.

—Feliz cumpleaños pequeña—sonríe débil.

—Gracias—le sonrío.

Las cosas entre nosotros están tensas desde el lunes, pero aún así, me hace falta mi hermano y mi mejor amiga, ambos me hacen falta.

Me hacen falta esas charlas con Elionor por las tardes, aunque solo tenga un día sin hablar con ella. Y con Liam, ni se diga.

—¿Elionor está aquí?—le pregunto.

—Si, dijo que no quería perderse tu cumpleaños, ¿por qué?

—Quiero hablar con ambos, antes de que empiece la fiesta, por favor.

—Vale; voy a buscarla y hablamos en la cocina.

—Está bien.

El se pierde entre la gente y Axel y yo quedamos solos.

—¿Hice lo correcto?—lo miro—¿Estoy haciendo bien en hablar con ellos?

—Si cariño, no es bueno que estén peleados.

—Vale, hablaré con ellos y les pediré una disculpa; yo tampoco me porte de la mejor manera, estaba cegada por las emociones del momento.

—Lo sé mi amor, yo sé que nunca le dirías cosas feas a tu hermano o a tu mejor amiga.

—Gracias por escuchar mis idioteces—sonrío y beso sus labios.

Estos me reciben de la mejor manera, se sienten ásperos pero suaves a las vez. Su boca sabe a alcohol y... ¿helado de fresas?

Delicioso

Sus manos se posan en mi cintura y me pega a él; me besa con vehemencia, con pasión, como si quisiera comerme completa. Es un beso muy diferente al de ayer, este está cargado de deseo, de palabras no dichas.

Nos separamos con la respiración hecha mierda, mi corazón late frenético dentro de mi pecho. El toma mi mano y la pone en su pecho, justo donde está su corazón.