C 31: Dejarte ir otra vez

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Capítulo 31: Dejarte ir otra vez

A veces dejar ir, también es demostrar amor por una persona
—Anónimo.

•Axel

¿Cuantas veces puedes cometer un error? Yo diría que no muchas, pero yo me he pasado.

Cometo errores a diestra y siniestra. Y el primero fue casarme con Olivia, es un puto grano en el culo.

La convivencia con ella es fatal, a pesar de que no dormimos en la misma habitación.

Al otro día de la boda, se pasó a mi habitación... Desnuda. Yo simplemente la saqué y cerré la puerta con pestillo, y eso hago todas las noches.

Ha pasado una semana y yo estoy que me arranco los pelos. No aguanto estar en un mismo departamento con ella.

Si, un departamento. Porque la casa que tengo, era para Daphne, no para ella.

Llegó el día en el que Liam y Daphne vuelven a irse y creo que estoy peor que la primera vez que ella se fue.

Me decido por fin, y me levanto de la cama. Me voy hasta el baño que está dentro de la habitación y me ducho.

Al salir me seco el cuerpo y me pongo mi ropa habitual.

Camisa blanca, pantalón negro, mi reloj favorito.... Y la cadenilla igual que su anillo.

Salgo de la habitación, dejando el aroma de mi perfume por toda la estancia.

—¿A donde vas?—la voz de Olivia resuena en toda la sala.

—No te interesa.

Tomo mi llave, abro la puerta y salgo del departamento. Llego hasta el sótano, donde se guardan los coches.

Me subo en mi mercedes y arranco a toda velocidad hasta la casa de Liam.

Cuando llego, toco el timbre y...

—Axel—musita con sorpresa—No te esperábamos por aquí.

—Lo sé bonita, vine a ver a Liam y...

A ti también.

Ella nota mi falta de respuesta y me invita a pasar.

—Pasa, Liam está en el jardín con mamá.

—Gracias linda.

Noto como sus mejillas se encienden y eso hace que mi pecho se contraiga de felicidad, al saber que aún provoco esas reacciones en ella.

—Buen día—saludo con el ánimo mejorado—veo que están disfrutando.

—Pues claro, mis pequeños bebés se van y yo vuelvo a quedarme solita—dice Sophia.

—Ay mamá, siempre puedes venir con nosotros...

—No, aquí tengo una clínica que atender y manejar.

Ah, cierto. La madre de Liam y Daphne, ha comprado una clínica y ahora es dueña y jefa.

—Cierto.

Amándote a Escondidas © | En edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora