C 29: La boda

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Capítulo 29: La boda

Fingimos sonrisas para ahorrarnos preguntas...
—Un sabio

•Daphne

2 meses después

Dos meses desde que me fui... y la verdad es que la vida no me va tan mal, de hecho me siento bien en Grecia, es un país precioso y siempre había querido ir.

Me encantan los lugares históricos que hay, antiguos, pero tienen su belleza.

Mamá nos llamó todos los días y nosotros también, tal y como lo prometimos. Conocimos personas nuevas y me sienta bien saber que no solo tengo amigos en Miami, si no es otra parte del mundo.

—¿Donde están?—pregunta Liam mientras busca entre el tumulto de gente del aeropuerto.

—Tienen que estar por aquí, cálmate.

—Allí están.

Desvío mi vista hacia donde él está mirando, y en efecto ahí están mamá y Elionor esperando por nosotros.

—¡Mamá!—grito en cuento llego a ella.

Ella me recibe en sus brazos con un abrazo, el mejor que he recibido en dos meses.

—Ay cariño, cuánto te he extrañado—musita mamá, siento como sus lágrimas mojan mi hombro.

—No llores mamá—la alejo y seco sus lágrimas—yo también te extrañé.

—Bueno, ya fue suficiente de lágrimas, tenemos que irnos.

Ambas nos giramos hacia Liam y Elionor, que parecen tener una conversación un poco acalorada, a juzgar por el rostro de mi amiga y la tensa espalda de mi hermano, lo es.

Mamá carraspea para llamar su atención.

—¿Todo bien?—se interesa—Es que debemos irnos, la boda de Axel es en unas horas.

Al escuchar esas palabras salir de la boca de mamá, mi cuerpo se tensa, aunque ya mi mente lo sabía, creo que aún no me acostumbro a la idea de que la persona que amo se case con otra.

—¿Cómo que en unas horas?—cuestiono—¿Que no era mañana?

—Axel decidió adelantarla, está super incomodó con la espera y dijo que quería adelantar todo para salir del paso.

Eso si que no me lo esperaba.

Cuando me llamó hace un mes, no dijo nada de adelantar la boda. Porque si, Axel me llamó porque quería arreglar las cosas, no quería que estuviésemos incómodos y yo acepté.

Ahora entre nosotros solo existe una "amistad"

Cosa que no te agrada rubita

Tengo que aprender a controlarte de nuevo.

—Cuando hablamos hace un mes, él no mencionó nada—le digo—No pensé que fuera a adelantarla, por eso decidimos venir hoy.

Recuerdo bien cuando su llamada apareció en mi pantalla una noche en la que planeaba salir con alguien, y por esa llamada me quedé en casa.

Amándote a Escondidas © | En edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora