Dos adolescentes.
Una supuesta rivalidad.
Un amor a escondidas.
Una chica amorosa y amante a la lectura.
Un chico con el ego por el cielo y amante al deporte.
Dos mundos completamente distintos.
Dos familias, un secreto, una ¿infidelidad?
•Daphne y...
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Pongan hora de inicio:
• Daphne
La escuela es una mierda, no sé cómo hay chicos que les encanta estar metidos en un libro de historia todo el día, yo sinceramente no puedo.
Y quizás digan que soy mala estudiantes, pero no es así, soy la mejor de la clase, mis promedios son los más altos de todo el colegio, he ganado competencias de matemáticas y literatura, pero aun así odio el colegio.
Y mucho más cuando tengo que despertarme a las cinco de la mañana, porque mi entrada es a las 7:10 am. Aún sigo metida bajo las sábanas y no quiero levantarme, pero para no escuchar los gritos de mi adorada madre, lo hago.
Miro el reloj que posa en mi mesita de noche y... ¡Mierda, son las 6:30! Me voy corriendo a ducharme, para vestirme rápido y poder salir a tiempo para el colegio. Al salir de la ducha me pongo mi horrible uniforme: Una falda azul oscuro, llena de cuadros blancos y verdes. Una camisa blanca con mangas largas y una chaqueta con el logo del colegio.
—¡Mamá, ya vámonos!—bajo las escaleras a toda velocidad mientras grito por toda la casa.
Una vez llego a la cocina, la encuentro en pijama y con una revista de moda en las manos.
—¿Mamá, porque aún no te vistes?— cuestiono con las manos puestas en mis caderas—Tenemos que irnos.
Ella entorna los ojos y me mira de arriba hacia abajo.
—¿A dónde tenemos que ir y por qué tienes el uniforme puesto?
—Pues al colegio ma, estoy llegando tarde, bastante diría yo.
Ella suelta una carcajada y suelta la revista. Sus hombros se sacuden y sus manos viajan a su estómago.
—A ver cariño, siéntate tranquila, desayuna y relájate—me toma de las manos y me guía hacia el asiento a su lado—Daph, hoy no hay clases, aun te queda una semana de vacaciones cariño, ¿Lo olvidaste?
—¿Cómo que una semana? ¿Ma, todo bien contigo?—pongo mi cabeza de lado al preguntar.
—Eso quiero saber yo, si todo está bien contigo Daphne—me mira con su semblante serio—No discutamos y mejor mira el calendario, se supone que entras el lunes nueve de septiembre y hoy estamos a dos.
No puedo creerlo, una vez más se me olvidan las cosas importantes.
—Lo único bueno es que Axel no se va a burlar porque llegue tarde al colegio, el cree que es mejor que todo el mundo.
—Es que aún no logro entender porque no se toleran—dice volviendo a tomar su revista—Lo que sea que haya pasado entre ustedes, ambos deben superarlo.
Hace una pausa.
—Además es imposible que se burle de ti, está en la universidad.
Ahora que lo pienso, yo no soporto a Axel por algo que me haya hecho, si no por el simple hecho de sentir que es mejor que todo el que le rodea, incluyéndome.
