C 23: Donde está Olivia, hay problemas

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Capítulo 23: Donde está Olivia, hay problemas.

Eso de que las brujas hacen hechizos es falso, la brujas separan relaciones, ¿cierto Olivia?
—Su querida autora, Eli.

•Daphne

Me levanto de su regazo totalmente molesta y me alejo de él.

—¿Qué quiere?—me cruzo de brazos—Responde Axel, ¿que es lo que quiere esa maldita perra?

El se levanta y camina hacia mi.

—Princesa cálmate, todo está bien...

—No—replico con firmeza—Nada estará bien hasta que saques a esa estupida de tu vida.

—Daphne, ella está totalmente fuera de mi vida...

Su teléfono comienza a sonar, en la pantalla se puede ver una llamada entrante de Olivia.

—Anda, respóndele.

—No... tú y yo est...

—Que-le-respondas—ordeno—y lo pones en voz alta.

Él hace lo que le digo y de inmediato se escucha la voz de la perra esa.

—Axel, necesito hablar contigo, es muy urgente—dice con rapidez.

—Olivia te he dicho una y mil veces que me dejes en paz, tú y yo no tenemos nada de que hablar.

Él intenta colgar, pero le arrebató el teléfono.

—Escúchame bien perra malnacida—pego el teléfono a mi boca—Tú vuelves a llamar a MI novio, y tendrás que atenerte a las consecuencias, ¿entendido?

—Es con Axel que quiero hablar, no contigo..

—Shh, cállate, las perras no ladran tanto—me burlo—recuerda lo que dice el dicho "perra que ladra no muerde".

Cuelgo la llamada y me voy directo al baño, cierro la puerta y le pongo pestillo.

—Daphne, por favor—Axel toca la puerta—yo no tengo la culpa de que ella aún siga molestándome.

—¡Si lo sigue haciendo es porque tú lo permites joder! ¿¡No te has puesto a pensar en eso!?

—Pues no, porque no permito nada con ella—toca más fuerte—joder, abre la puerta Daphne.

—¡Que no! Y déjame en paz.

Respiro una y otra vez; siento mi rostro llenarse de lágrimas.

Lágrimas de coraje, de tristeza, de impotencia. Tengo todo junto y revuelto dentro de mi.

—¿Cariño estás llorando? Joder mi amor, te dije que no lloraras por mi, no lo merezco.

—¡Estoy de acuerdo contigo, no mereces mis lágrimas y aún así te las doy Axel!

—¿Por qué?—me acerco a la puerta y le quito el pestillo—¿Por qué derramas lágrimas por mi si no lo merezco?

Amándote a Escondidas © | En edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora