Dos adolescentes.
Una supuesta rivalidad.
Un amor a escondidas.
Una chica amorosa y amante a la lectura.
Un chico con el ego por el cielo y amante al deporte.
Dos mundos completamente distintos.
Dos familias, un secreto, una ¿infidelidad?
•Daphne y...
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• Axel
Anoche, solo puedo pensar en la noche de ayer.
De mi mente no sale Daphne besándome, Daphne en mi regazo, restregándose encima mío.... No puedo dejar de pensar en eso. En mi mente solo está ella y nadie más.
¿Que fue lo que me hiciste Daphne?
Dios, no puedo parar de pensarla, no puedo parar de pensar en sus bonitos ojos, en su pelo que tanto me gusta, en su forma de preocuparse por los demás.
Sin duda ella puede llegar a ser la chica de mis sueños, y si así lo era, que no me despertaran jamás.
—Hermano, salgamos hoy—dice Liam en cuanto entra en mi habitación—Estoy aburrido de estar en casa, no tengo nada que hacer y además, llegó un tipo que dice conocer a Daphne, y ella y mamá están hablando con él.
¿Que fue lo que dijo? ¿Un tipo?
—¿Lo conoces?—pregunto ignorando todo lo que había dicho—Responde Liam.
El entrecierra sus ojos y luego responde:
—No, no lo conozco de nada.
—Mierda—susurro sin que él pueda escuchar.
Seguro es un pretendiente de ella, quizás le gusta, quizás esté ahí para pedirle que sea su novia, quizás, quizás, quizás....
En mi mente comienzan a crecer los "quizás" y de verdad que las posibilidades de que pase algo así, no es tan baja, teniendo en cuenta el pedazo de mujer que es Daphne.
Sin siquiera meditar las consecuencias de mis actos, me levanto de la cama y me dirijo a las escaleras. Escucho como Liam me grita que me detenga, pero el simplemente no lo entendería.
¿Cómo le digo a mi mejor amigo de toda la vida que su hermana me gusta y que solo aparentaba que ella me irritaba para disimular mis sentimientos? No sé cómo hacerlo, no tengo los testículos lo suficientemente grandes para hacerlo. Quizá eso le rompa el corazón y no quiero eso.
Así que corro sin que sus palabras me detengan. Casi me caigo en la escalera y Liam casi me alcanza, pero cuando abro la puerta, la cierro de inmediato para que no tenga tiempo de seguirme el paso.
Cuando llego a casa de Daphne, que está justo al lado de la mía, toco el timbre y la puerta desesperado, quiero interrumpir cualquier propuesta que le hagan.
