Hetalia Pandora's Box

33.0

Llegue corriendo a casa, me apresure a recoger el desastre de la fiesta de Navidad, cuando termine me dirigí cansada a mi habitación, faltaban 6 horas y tanto para la fiesta, tenía tiempo suficiente para llevar a cabo mi plan.
Abrí Feisbuk y comencé a escribir en el grupo de amigas que confiaba plenamente para mi (un tanto improvisado) plan.
-{Necesito ayuda, esto es un código C}-Escribí para mandarlo. Unos segundos después había cuatro respuestas.
-{Vamos en camino!!!}-Leí en voz alta, no pasaron ni 25 minutos cuando alguien llamaba a la puerta. Escuche a mi mamá decir que ya iba, pasaron unos segundos y siete chicas se abalanzaron al entrar en mi habitación.
-Nita!!!-Me llamaron todas, las salude con la mano.
-Necesito ayuda, no sé que usar y eso...-Dije un tanto nerviosa.
-No te preocupes Nita, déjalo en nuestras 14 manos!!!-Sentenció Azumi, las demás asintieron rápidamente.
-No quiero usar nada fuera de lo común, en la realidad me gustaría ir cómoda, pero, también quiero verme linda...-Declare abriendo mi closet para que vieran mi ropa.
Después de una selección, todas las chicas optaron por una playera blanca con un estampado que tenía una cebra con unos lentes parecidos a los míos. Arriba de esta playera un chaleco muy delgado a rayas negras grises y blancas.
Para acompañar, un pantalón negro pegado a mis piernas, unas botas hasta las rodillas de color blanco con un ligero tacón de 5 cm.
-Yo insisto que deberías de ir con tu cabello al natural, hoy se te ve bien.-Comento Ringo, Vane y Lucía asintieron con la cabeza, logrando así que tanto la cabellera marrón como la castaña oscura se movieran levemente. Haruhi me miro fijamente con sus ojos castaños, revisando que todo estuviera bien con mi aspecto. Su cabello castaño con mechas rosas se desacomodaba ligeramente cuando hacia movimientos con la cabeza al observarme en diferentes ángulos. Hasta ahora no me había fijado en las chicas, todas traían pantalones de mezclilla, con playeras similares hasta cierto punto, pero, de distintos colores, y en zapatos, había variación entre converse, tenis y zapatos de piso. Shinishi desacomodó su cabello azul celeste de la parte del copete, entregándome así unos pasadores con un diseño de conejito.
-Bien, ya estas lista, Nita!!!-Exclamo Natsuki muy emocionada.
-... No debería llevar alguna chamarra para el frío???...-Pregunte dudosa.
-No Nita. Es parte del plan.-Respondió Haruhi, más no logre captar lo que me dijo la chica tsundere, ya no tan tsundere desde que llevamos unos cuantos años conociéndonos.
-Nita ya son las 7:40, si quieres llegar puntual, deberías irte yendo!!!-Exclamo Vane para casi sacarme a empujones de mi propia recámara.
-... Esperen, papá no me dejara a ir si se entera de que voy sola con un chico...-Comente recordando lo celoso y protector que podía tornarse mi progenitor.
-Leave it to us!!!-Grito emocionada Azumi... Al final de cuentas, Shinoshi, Vanessa, Lucía y Natsuki me cubrieron. Le pedí permiso a mis padres para ir a la feria con ellas, por lo que no me negaron la salida. Las demás chicas se dirigieron a sus hogares, llegamos a la feria temprano, ellas se separaron deseándome toda la suerte del mundo y salieron corriendo a los múltiples puestos de la feria, yo me quede en la entrada para esperar a Arthur, el cual no tardo en llegar... Cautivandome rápidamente al momento que lo vi. Usaba una chamarra color beige, debajo de esta usaba una camisa a cuadros de color rojo, y debajo de esta una playera blanca. Traía unos jeans de mezclilla oscuros y de zapatos unas vans negras con blanco que se notaba lo bien cuidadas que estaban...
-Has esperado mucho???-Pregunto levemente nervioso y apenado. Negué con la cabeza y le si una pequeña sonrisa.
-Para nada.-Conteste honestamente.
-... Que alivio... Esto...-Arthur metió nervioso su mano derecha en un bolsillo de su chamarra, sacando una gargantilla negra que tenía de colgante una bandera de Inglaterra. Me tape la boca por la sorpresa, además, también para reprimir un grito de emoción en mi garganta. El inglés se acercó a mi, juntando nuestros cuerpos al momento en que coloco con suma delicadeza aquella gargantilla en mi cuello, se separó para mirarme a los ojos, ambos estábamos más que sonrojados... A pocos centímetros, nuestros alientos se mezclaban, al final pude sentir la boca del rubio sobre la mía, causando que en mi interior se acumularan miles de expresiones fangirls que por lo general soltaría al ver un anime shōjō... Nos separamos avergonzados, comenzando a caminar adentrandonos en la feria que parecía darnos la bienvenida con sus millones de luces de colores arcoiris...