Hetalia Pandora's Box

34.0

Montañas rusas, carritos chocones, tiro al blanco, manzanas acarameladas, palomitas de maíz, algodones de azúcar y muchas cosas más formaban parte de la feria. Ya habíamos subido a casi todas las atracciones, yo sobretodo disfrute las montañas rusas, eran asombrosas. Nos detuvimos en un puesto para comprar algo de comer, después de llenar nuestro estómago, Arthur y yo seguimos paseando por la feria.
-Deberíamos ir a la casa de los espejos o a la de los sustos???-Cuestione emocionada. No era que me agradara ser espantada, pero, tenía curiosidad por entrar.
-Vamos a la de los sustos...-Comento el inglés mientras entrelazaba su mano con la mía... Mi corazón aceleró tan sólo por esa simple acción.... Mire de reojo nuestras manos juntas, Arthur tenía los dedos largos y la palma de la mano más grande que la miá, haciéndome sentir como si mi mano fuera más pequeña de lo que sabía o recordaba. Después de salir de la casa de los sustos, en la cual casi quedo afónica de tanto gritar... Nos fuimos a la rueda de la fortuna. Estaba muy feliz de estar con Arthur, pero, no estaba del todo concentrada en la cita... En la realidad, una parte de mi estaba inquieta pues sentía que éramos observados, más no sabía por quién o quienes...
Estábamos pasando por una parte medio desocupada cuando Arthur me miro muy serio, mi piel se puso tensa. Había presencia de unas cuantas animas rodeandonos... Maximo unas seis. Soltamos inconscientemente nuestras manos, preparándonos para cualquier cosa.
En eso escuchamos unos grititos de chicas, los cuales reconocí de inmediato, a poca distancia ambos pudimos distinguir a una manada de lobos-anima persiguiendo a siete chicas que conocía perfectamente.
-Nita, Arthur, corran!!!-Gritaban asustadas. En eso, pude notar que Vane se tropezaba con una piedra, cayo al suelo... No dudé ni un segundo para iniciar una carrera contra el tiempo, Arthur corría a mi lado, uno de los lobos salto para morder a Vane, alcance a escuchar el grito de pavor de las chicas.
-Transformación de Personalidad: Amuleto del Valor!!!-Exclame transformándome en el aire mientras le soltaba una patada en el hocico al enorme lobo negro, protegiendo justo a tiempo a Vane.
-... Nita...???-Me llamo dudosa Vane al verme transformada. Los lobos se habían detenido por escasos segundos para analizar la posible caza.
-Nita, es peligroso que ellas están aquí, debemos de ser más cuidadosos al atacar y defender o ellas saldrán heridas...-Comento Arthur desde mis adentros. Asentí seriamente. Vane ya se había levantado y ahora estaba al lado de las otras chicas quienes seguramente me miraban atónitas.
-... Luego les daré una explicación, por ahora mantenganse detrás de mi...-Ordene apareciendo mi poderosa espada.
Comencé a combatir a los lobos, eran fuertes y ágiles, también estaban en manada por lo que era difícil atacar uno por uno.
Los ataques de sus garras eran bastante peligrosos, lo había comprobado al sentir un rasguño de una de sus garras cuando me ataco, la herida escocía como si le hubiera puesto litros de limón encima. La batalla de estaba alargando y yo comenzaba a cansarme ligeramente de pelear.
Decidí intentar algo nuevo, no sabía si funcionaría o no, pero, debía de hacerlo antes de que alguien más viera lo que pasaba.
-... Special Attack: Six trillion sword cuts!!!-Exclame apareciendo otra espada en mi mano izquierda, todos los lobos-anima se abalanzaron sobre mi, por alguna razón se movían en cámara lenta. Salte para pasar rápidamente un corte en cada uno de los lobos, cuando herí al último, todo volvió a la velocidad normal, los lobos chillaron de dolor. Sus cuerpos comenzaron a dividirse como si les hubiera golpeado más de diez veces con las espadas. Pronto sólo quedaban las llamas malditas.
-Special Summon: Pandora's Box!!!-Aclame apareciendo la caja de los males.
Las llamas no tardaron en desaparecer en el interior de este.
-... The punishment is finished...-Declate para hacer desaparecer la caja tan pronto como llego. Mis heridas comenzaron a curarse, dejando mi piel como nueva. Arthur término la sincronización, se acomodó ligeramente a mi lado. Nos fijamos que nadie además de las chicas hubiera visto tal espectáculo, para nuestra suerte, nadie más parecía haber notado la batalla y yo no percibía más la sensación de ser observada.
-Nita.... Tienes mucho que explicarnos...-Comenzó a decir Azumi para dejarme en claro que iba en serio.