10.0

243 39 1
                                    

La casa era sin duda enorme, de dos pisos, en total eran cinco habitaciones, cada uno contaba con su propio baño, una cocina, una pequeña sala y un salón lleno de videojuegos. Ahora entendía porque rayos no habían comprado la casa antes, era enorme para sólo dos o tres personas. Al entrar me encontré a Iván jugando ajedrez con Yao, los cuales se levantaron de sus sillas para saludarme. Francis se asomó por la cocina, traía puesto uno de esos delantales que dicen "Kiss the cook", más no haría semejante cosa.
-Mags, juguemos con los videojuegos!!!-Dijo Alfred señalando como loco sus consolas de videojuegos.
-Hoy no Alfred, debo de regresar pronto a casa o mamá me matará.-Me excuse, en la realidad era mitad verdad, mitad mentira, no quería que descubrieran que soy pésima para jugar con esas cosas del diablo según mi abuelita, al menos, no por ahora.
-Quieres quedarte a probar la comida de tu hermano mayor???-Pregunto Francis.
-... Él sigue en Francia, dudo que pueda hacerme algo de cocinar... También dudo que si estuviera aequo me cocinaría algo...-Conteste recordando lo serio y amargado que podía llegar a ser mi hermano conmigo. Tres años de diferencia nos dividían bastante.
-Ahora que lo pienso, no conocemos mucho de ti, Mags-aru~.-Comento Yao mirándome a los ojos.
-Mags, por qué estas descalza???-Pregunto Rusia mirando mis pies. Volteé hacia abajo observando mis deditos de los pies moviéndose con mi control. Mis uñas estaban pintadas como arcoiris la uña del dedo gordo era roja, luego el siguiente dedito era naranja, el siguiente amarillo, luego verde y por último azul, también el otro pie tenía los mismos colores y el mismo orden.
-Ah, eso, me dio pereza cruzar toda mi casa para llegar a mi cuarto, tomar unos zapatos para luego salir a caminar, aplique la ley del YOLO y pues me vine así.-Dije calmada, como si fuera lo más normal del mundo.
-No es que me preocupe por ti, créeme que no lo hago... Pero, deberías de ponerte zapatos por más pereza que te de, podrías cortarte las plantas de los pies si pidas algún vidrio o algo...-Comenzó a regañarme suavemente Arthur. Me apene pues tenía razón...
-Lo siento... Es que costumbre para mi caminar descalza, no soy mucho de usar zapatos si puedo evitarlo.-Me excusé recordando que desde siempre caminaba descalza si no había necesidad de usar zapatos.
-Bueno, regresando al tema!!! Mags, cuéntanos de ti!!!-Exclamo Alfred.
-... Qué quieren saber???-Pregunte para ver que podía responderles.
-Cuantos hermanos tienes-aruyo???-Pregunto Yao.
-.... Tengo más de 8 hermanos... Pero, sólo dos son de sangre.-Respondí recordando a todos mis preciados amigos.
-Uno mayor y uno de enmedio o menor???-Pregunto Iván.
-Yo soy la de enmedio, pero, soy la segunda más pequeña ahora, mis hermanos son unos titanes colosales...-Respondí recordando mi súper altura de 1.62 m.
-Cuántos años tienes???-Pregunto Alfred mirándome de arriba a abajo.
-De cuantos me veo según tú???-Pregunte con una sonrisa en el rostro.
-... Pues si no estuviéramos en la misma clase, te vería de 15 o 16 años....-Respondió alzando su dedo pulgar.
-Siempre me dicen eso, tengo 18 años exactos, hace tres semanas exactas que cumplí años.-Dije acomodando mis lentes.
-Bien, ahora es mi turno de preguntar, dime Mags, eres virgen???-Pregunto Francis con una cara de depravado total. Me sonroje totalmente, no soy de las personas que traten mucho "ese" tipo de temas.
Iván, Yao, Alfred y Arthur se sincronizaron para soltarle un buen golpe al francés, dejándolo pronto en el suelo rogando misericordia.
-=Cada vez que tú estas a mi lado, haces a mi corazón de el electrones saltar, al igual que un viento cuántico mi corazón, mi corazón se columpia~=-Saque rápidamente mi teléfono del bolsillo.
-Hola???...-Respondí.
-Ruiz Mondragón Ana Margarita!!! Dónde estas???!!!-Se escucho que grito mi mamá desde el teléfono, ocasionando que retirara mi oreja para no quedar sorda ante el grito de mi progenitora.
-Conociendo a los nuevos vecinos, son muy amigables entonces me quede hablando con ellos, mamá.-Me explique tratando de calmarla.
-Ya me habías asustado porque no estabas en casa, despídete y regresa antes de que oscurezca completamente.-Me ordeno para después colgar. Suspire derrotada seguramente me castigaría la Nutella por estar fuera de casa hasta tarde.
-...Mi Nutella...-Me lamente unos segundos, más luego me tranquilice.
-Supongo que tienes prisa por volver a casa, señorita Mags.-Dijo el ya recuperado Francis.
-Si, ya me voy o me castigara mi Nutella dos semanas y no una.-Dije haciendo un ademan de despedida con la mano, me apresure a salir por la puerta principal cuando una mano sujetó suavemente mi hombro...

Hetalia Pandora's BoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora