Hetalia Pandora's Box

46.0

-Lo siento.-Se disculpó Arthur. Yo negué con la cabeza.
-Arthy, no te preocupes. No hiciste nada malo.-Comente para entrelazar mi mano con la suya.
-Nita, Nita, podemos comer un helado???!!-Pregunto un niño hiperactivo, un tanto parecido a mi novio.
-Claro, pero, no mucho porque no hemos comido correctamente.-Le conteste con una sonrisa.
Arthur tenía que cuidar a su hermano menor. Ya me había contado de Peter, sabía que había sido adoptado por los hermanos Kirkland hace 12 años. Que él era humano...
Arthur me miro nuevamente pidiéndome una disculpa silenciosa. Negué con la cabeza, me pare de puntitas y deposite un beso en la mejilla.
-... Nita, Nita!!! Yo también quiero un beso!!!-Exclamo el menor. La cara del británico, que tenía por novio, era un poema, parecía "levemente" impactado.
Me reí suavemente, agachando mi cuerpo pocos centímetros para alcanzar la altura del hermanito pequeño de Arthur. Le di un pequeño beso en la frente, al separarme, el niño me sonrió tiernamente.
-... Puedo caminar a tu lado???...-Me pregunto mientras se acomodaba a mi lado izquierdo, dejando a Arthur del lado derecho.
-... Espera pequeño.-Le dije, lo acomode en medio de Arthur y de mi...
En eso llego mamá y se nos quedo viendo un rato.
-Voy a ir a comprar todavía unas cosas más, por qué no llevan a Peter a la veterinaria que hay en la plaza???-Pregunto mientras todavía nos miraba a los ojos.
Asentimos y comenzamos a caminar en la búsqueda de la veterinaria.
-Tonto Arthur, cómprame una tortuga, por favor!!!-Comenzó a alegar el pequeño Peter en cuanto vio las tortugas verdes y pequeñas que había en una pecera.
-No puedes tener una tortuga, no tienes mi comida especial para ella, ni un lugar donde ponerla.-Le respondió Arthur con el ceño levemente fruncido.
-Peter, respeta a Arthur. Y Arthur, es bueno que los niños tengan una mascota.-Alegue poniéndome del lado de Peter. Arthur me hizo un pequeño puchero.
-... Yo tengo todavía la pecera de mi última tortuga, yo pongo el dinero del alimento y tú el dinero de la tortuga. Que Peter se encargue de cuidar y querer al reptil.-Le dije mientras lo abrazaba por la cintura. Imitando a mi mamá cuando trataba de convencer a mi papá de que nos dejara tener alguna mascota.
Arthur paso saliva nervioso, su ceño fruncido se había suavisado inconscientemente. Sonreí victoriosa.
-... Bi... Bien... Peter necesita aprender a ser responsable...-Dijo este mientras miraba al lugar contrario donde yo estaba. Pellizque ligeramente la piel de su cadera, haciendo así que saltará de sorpresa. Me miro en reproche, le dí una sonrisa juguetona. Arthur se agachó para besarme en los labios... Pocos segundos después mordió con sus labios mi labio inferior, sacándome un pequeño sobresalto.
-Iiiiiiiiuk, no se besen en publico, están enfrente de los niños...-Dijo Peter con mueca de disgusto-diversión.
-... Va-Vayan por un helado, ahora los alcanzo...-Hablo Arthur para entregarnos un billete para comprar el dulce congelado. Peter y yo sonreímos, tomamos el dinero y nos apresuramos a ir por el helado.
Mientras ambos disfrutábamos del dulce, Peter me dijo algo que lleno de ternura mi corazón.
-... Así que esto es lo que de siente tener mamá... -Comento mientras sus piernas jugueteaban en el aire, haciendo guerra contra la gravedad.
-... A qué te refieres, Peter???-Pregunte sintiendo que mi corazón se derretía por la ternura, pero, tristeza de sus palabras.
-... Eres la primera chica que veo con Arthur... También con la primera que convivo de esta forma. El bobo de Arthur es gruñón y le cuesta un poco convivir conmigo... Pero... Cuando tú estas conmigo y con el tonto de mi hermano. Siento que somos familia...-Explico mientras seguía comiendo lo que quedaba de helado.
-... Te gustaría que fuera de tu familia???-Le pregunte sintiendo que mi corazón latía nervioso.
-Si, así Arthur estaría menos gruñón... Y me dejaría tener más mascotas... Además, te tendría a ti como la esposa de mi tonto hermano... Serias como mi mami.-Recito al terminar su helado.
-No la comprometas, ella es quién decide.-Dijo Arthur llegando con una bolsa de plástico que tenía agua y la tortuga que Peter le había señalado que quería.
-... Le gustas mucho, pídele matrimonio!!!-Exclamo el pequeño, causando que ambos termináramos más rojos que los jitomates de Antonio... Además de ganar muchas miradas curiosas y divertidas sobre nosotros...