A veces lo simple es mejor

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POV de Jennie

Después de pasar un rato más en el campo de tiro, Lisa y Jennie continuaron practicando. Jennie se estaba volviendo cada vez más precisa con cada tiro, gracias a la paciencia y las indicaciones de Lisa. El sol estaba empezando a bajar, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados, creando una atmósfera mágica.

—Deberíamos hacer esto más seguido —dijo Jennie, soltando una flecha que, aunque no acertó en el centro, estuvo bastante cerca.

Lisa sonrió, dejando su arco a un lado y caminando hacia ella.

—Me encantaría. Y la próxima vez, podemos traer comida y hacer un picnic aquí mismo.

Jennie se rio suavemente, imaginando la escena.

—Eso suena como una buena idea. Pero por ahora... creo que he tenido suficiente tiro con arco por un día.

Lisa asintió, guardando el equipo en su lugar.

—¿Tienes hambre?

—Sí, mucha —admitió Jennie, dándose cuenta de lo hambrienta que estaba después de la actividad física.

Lisa la llevó de la mano hacia la moto, y juntas se dirigieron a un pequeño restaurante familiar que Lisa conocía. No era nada lujoso, pero tenía un encanto cálido y acogedor. Al entrar, el olor a comida casera las envolvió, y Jennie sintió cómo su estómago rugía en respuesta.

—Este lugar es genial —comentó Jennie, observando las mesas de madera y los cuadros en las paredes, que mostraban escenas rurales y familiares.

Lisa sonrió, aliviada de que a Jennie le gustara el ambiente.

—Es uno de mis lugares favoritos. La comida es increíble, y las personas aquí te tratan como si fueras de la familia.

Se sentaron en una mesa cerca de una ventana, y pronto una mujer mayor, que parecía ser la dueña, se acercó con una sonrisa.

—¡Lisa! ¡Qué bueno verte de nuevo! —exclamó la mujer—. Y veo que trajiste a alguien especial hoy.

Lisa se ruborizó un poco, rascándose la nuca con nerviosismo.

—Sí, esta es Jennie. Jennie, ella es la señora Kim, la dueña del restaurante.

—Es un placer conocerte, Jennie —dijo la señora Kim, dándole una cálida sonrisa—. Espero que disfrutes la comida. Todo está hecho con amor aquí.

Jennie le devolvió la sonrisa, sintiéndose cómoda de inmediato.

—Gracias, estoy segura de que lo haré.

Pidieron la especialidad de la casa: un plato de pollo frito al estilo casero con una guarnición de arroz y vegetales. La comida era sencilla, pero deliciosa, y Jennie no pudo evitar soltar pequeños suspiros de satisfacción con cada bocado.

—Esto es increíble —dijo Jennie entre mordiscos—. Mucho mejor que cualquier cosa en un restaurante de lujo.

Lisa la observaba con una expresión satisfecha, contenta de ver que Jennie disfrutaba del lugar.

—Me alegra que te guste. A veces, lo simple es lo mejor.

La conversación fluyó naturalmente entre ellas, hablando de cosas triviales y riendo juntas. Lisa hizo todo lo posible por mantener la atmósfera ligera, sabiendo que Jennie estaba pasando por momentos difíciles con el consejo estudiantil y con Kai. Pero en el fondo, ambas sabían que este momento de tranquilidad y alegría no duraría para siempre.

Después de terminar la comida y compartir un postre, Lisa pagó la cuenta, insistiendo en invitar a Jennie esta vez. Salieron del restaurante con una sensación de satisfacción, pero también con una ligera melancolía, sabiendo que la noche estaba llegando a su fin.

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora