Recuerdos dolorosos

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**POV Taehyung**

No podía creer lo que había encontrado en el despacho de mi padre. Las fotos de Jennie y Lisa, el contrato de matrimonio, los documentos que mostraban cómo todo había sido planeado, manipulado. Me sentía furioso, traicionado, pero sobre todo, desesperado por ayudar a Jennie y a Lisa a salir de este infierno.

Me dirigí directamente a la casa de Jungkook. Sabía que él sería el único que podría entenderme y ayudarme a hacer algo al respecto. Toqué la puerta con fuerza, mi corazón latiendo con rapidez.

Jungkook abrió la puerta y su expresión cambió al ver la angustia en mi rostro. —Tae, ¿qué pasa? —preguntó, preocupado.

—Necesito que veas algo —dije, entrando sin esperar una invitación. Saqué mi teléfono y le mostré las fotos que había tomado en el despacho de mi padre.

Jungkook las miró en silencio, su expresión volviéndose cada vez más seria. —Esto es... esto es una locura, Tae. ¿Cómo... cómo pudieron hacer esto?

—No lo sé —respondí, sintiendo la rabia crecer dentro de mí—. Pero no podemos dejar que se salgan con la suya. Jennie y Lisa... ellos están destruyendo todo.

Jungkook asintió, su mandíbula apretada. —Tenemos que hacer algo. No podemos dejarlas solas en esto.

Nos quedamos en silencio por un momento, ambos pensando en lo que significaba todo esto. Sabíamos que enfrentarnos a nuestros padres sería peligroso, pero no podíamos quedarnos de brazos cruzados.

—¿Qué piensas hacer, Tae? —preguntó Jungkook finalmente, sus ojos fijos en los míos.

—Primero, tenemos que encontrar la manera de mostrarle esto a Jennie —dije con determinación—. Ella tiene que saber la verdad. No podemos dejar que siga pensando que Lisa la traicionó.

Jungkook asintió nuevamente, su mano apretando la mía en un gesto de apoyo. —Estoy contigo en esto, Tae. Lo haremos juntos.

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**POV Jennie**

Sentada en la gran sala de reuniones, observé a Kai, a mi tío y al padre de Kai discutiendo sobre los planes de nuestra boda. Mi cabeza estaba en otro lugar, incapaz de concentrarme en las palabras que salían de sus bocas. Todo lo que podía pensar era en Lisa, en cómo todo había cambiado desde que Kai volvió a entrar en mi vida.

Kai tenía una sonrisa arrogante en su rostro mientras me agarraba de la mano, como si ya hubiera ganado. Yo intentaba mantener una expresión firme, pero por dentro, estaba destrozada.

—Cuando Jennie y Kai se casen, uniremos nuestras empresas y nuestras familias —dijo mi tío con satisfacción—. Será una alianza poderosa, nada ni nadie podrá interponerse en nuestro camino.

El padre de Kai asintió, satisfecho. —Así es. Este es solo el comienzo de algo mucho más grande.

Intenté sonreír, pero mi corazón latía con fuerza, lleno de dolor. ¿Cómo había terminado en esta situación? ¿Cómo había dejado que las cosas llegaran tan lejos?

—Jennie, cariño, ¿no es esto lo que siempre has querido? —preguntó Kai, notando mi distracción.

Asentí lentamente, aunque sabía que era mentira. Esto no era lo que quería. Quería estar con Lisa, quería volver a los días en los que todo era simple y hermoso. Pero ahora, parecía que esos días estaban fuera de mi alcance.

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Más tarde, cuando finalmente estuve sola, me senté en mi cama y abrí el chat grupal con mis amigas. Necesitaba distracción, algo que me alejara de los pensamientos oscuros que me acechaban.

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora