Dia para divertirse

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*POV de Lisa*

Lisa se quedó mirando la pantalla, aunque apenas prestaba atención a la película. Jennie estaba dormida sobre su pecho, respirando suavemente. Lisa sentía una mezcla de emociones. Por un lado, disfrutaba la cercanía, pero por otro, no podía dejar de pensar en la confesión que había hecho a Kai. Se preguntaba cómo podría afectar eso a su relación con Jennie.

Al cabo de un rato, la película terminó y Lisa apagó la televisión. Decidió que era hora de llevar a Jennie a su cama. Con cuidado, la levantó en sus brazos y la llevó a su habitación, tratando de no despertarla. Jennie murmuró algo en sueños, pero no se despertó. Lisa la acomodó en la cama y la cubrió con una manta.

—Buenas noches, Jennie —susurró Lisa, antes de salir silenciosamente de la habitación.

A la mañana siguiente, en la escuela, los rumores empezaron a circular rápidamente. Algunos estudiantes decían haber visto a Lisa salir de la casa de Jennie tarde en la noche, lo que alimentó las especulaciones de que estaban saliendo.

—¿Has oído lo que dicen? —preguntó Jisoo a Jennie, mientras caminaban por el pasillo.

Jennie frunció el ceño.

—¿Qué dicen?

—Que tú y Lisa están saliendo —respondió Jisoo, con una sonrisa pícara.

Jennie bufó.

—Eso no es cierto. Solo somos amigas.

Jisoo levantó una ceja, claramente escéptica.

—Bueno, más te vale aclararlo pronto, porque todos están hablando de eso.

Más tarde ese día, Lisa decidió que Jennie necesitaba distraerse de todos los rumores. Le envió un mensaje, proponiéndole una salida.

**Lisa**: ¿Quieres salir esta tarde? Podemos ir por un helado y pasear un rato. Necesitas despejarte. Paso por ti a las 4.

**Jennie**: Suena bien.

A las 4 en punto, Jennie salió de su casa y encontró a Lisa esperando en su moto.

—¿Lista? —preguntó Lisa, sonriendo.

Jennie asintió y se subió a la moto. Se dirigieron a una heladería cercana y se sentaron en un banco del parque con sus helados.

—Gracias por esto, Lisa. Realmente necesitaba distraerme —dijo Jennie, lamiendo su helado de chocolate.

—De nada. Sabía que te vendría bien salir un rato —respondió Lisa, sonriendo.

Pasaron un rato en silencio, disfrutando de sus helados. Luego, Jennie decidió romper el silencio.

—¿Alguna vez te has preguntado cómo sería si las cosas fueran diferentes? —preguntó, mirando a Lisa.

Lisa frunció el ceño, intrigada.

—¿A qué te refieres?

—A todo. A nosotros, nuestras vidas. A veces me pregunto cómo sería si no estuviéramos siempre en conflicto, si pudiéramos ser solo... normales —explicó Jennie.

Lisa asintió, comprendiendo.

—Sí, lo he pensado. Pero creo que parte de lo que somos viene de nuestras experiencias, nuestras luchas. Nos han moldeado.

Jennie suspiró.

—Supongo que tienes razón. Pero a veces, desearía que las cosas fueran más fáciles.

Lisa le dio una palmadita en la espalda.

—Lo sé, Jennie. Pero recuerda, no estás sola en esto. Tienes a tus amigos, y me tienes a mí.

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora