¿Celos?

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El sol se escondía lentamente detrás de las colinas, y la casa de Jisoo estaba llena de risas y conversaciones animadas. El aire estaba cargado de expectación mientras las chicas preparaban sus almohadas y mantas, listas para una noche de confidencias y diversión. Jennie llegó con una pequeña maleta y una sonrisa en el rostro, saludando a sus amigas con abrazos cálidos.

—¡Finalmente! —exclamó Jisoo, abriendo la puerta de par en par—. Estábamos esperando por ti, Jennie.

Jennie sonrió y entró, sintiéndose aliviada de poder relajarse un poco después de las tensiones recientes en la escuela. La sala de estar de Jisoo estaba acogedora, con luces suaves y una pila de películas preparadas para la noche. Dahyun e Irene ya estaban acomodadas en el sofá, mientras Mina terminaba de preparar algunos bocadillos en la cocina.

—Bueno, chicas, esta noche es para nosotras —anunció Irene mientras se acomodaba en una gran almohada—. Nada de estrés, nada de preocupaciones, solo diversión.

—Y confesiones —agregó Dahyun, guiñando un ojo—. Porque una pijamada no es una pijamada sin algunos secretos.

Las chicas rieron y se acomodaron en círculo en el suelo, rodeadas de comida y bebidas. Jisoo encendió unas velas para darle un toque más íntimo al ambiente, y pronto la conversación fluyó con naturalidad.

—Entonces, ¿quién empieza? —preguntó Jisoo, levantando una ceja con una sonrisa traviesa—. ¿Quién va a confesar su amor secreto primero?

Todas se miraron unas a otras, entre risas nerviosas y miradas cómplices. Finalmente, Jisoo rompió el silencio.

—Bueno, yo no tengo problema en decirlo... —dijo, cruzando las piernas y tomando un sorbo de su bebida—. Ya lo saben, pero mi amor platónico siempre ha sido Rose. Por eso estamos juntas ahora.

Hubo un suspiro colectivo y un coro de "aww" mientras las chicas sonreían ante la confesión de Jisoo. Todas sabían lo importante que era Rose para ella, y el hecho de que ahora estuvieran juntas hacía que todo fuera aún más dulce.

—Siempre supe que ustedes terminarían juntas —dijo Irene con una sonrisa cómplice—. Tienen una conexión única.

Jisoo asintió, con una expresión de satisfacción en su rostro.

—Sí, ella es todo para mí.

La confesión de Jisoo rompió el hielo, y pronto las demás comenzaron a hablar sobre sus propios intereses amorosos. Dahyun confesó que había estado sintiendo algo por un chico de su clase de matemáticas, mientras Irene reveló que tenía un pequeño enamoramiento por un amigo de la familia.

Cuando llegó el turno de Mina, todas las miradas se posaron en ella, esperando su respuesta.

—Bueno... —dijo Mina, mordiéndose el labio inferior—. Hay alguien que me ha estado gustando desde hace un tiempo, pero no sé si deba decirlo.

—¡Vamos, Mina! —la animó Dahyun—. Aquí estamos entre amigas, puedes contarlo.

Mina tomó un respiro profundo antes de soltar la bomba.

—Está bien... La persona que me gusta es... Lisa.

El aire en la habitación pareció volverse más denso de repente. Jennie sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras, y su corazón dio un vuelco. No esperaba que Mina mencionara a Lisa, y menos en un contexto romántico. El silencio que siguió fue incómodo, al menos para Jennie.

—¡Oh, Lisa! —exclamó Jisoo, sorprendida—. ¡Eso es inesperado!

Irene y Dahyun intercambiaron miradas cómplices, sonriendo ante la confesión de Mina, pero Jennie no pudo unirse a la conversación. Su mente estaba demasiado ocupada procesando lo que acababa de escuchar. Los celos comenzaron a arremolinarse dentro de ella, un sentimiento que no había experimentado con tanta intensidad antes. No podía soportar la idea de que alguien más estuviera interesada en Lisa, especialmente cuando sabía que había algo especial entre ellas.

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora