Caminos pre destinados

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**POV de Jennie**

El sonido del taconeo firme resonaba por los pasillos mientras Jennie caminaba hacia la oficina de su padre en la mansión Kim. Su mente estaba llena de pensamientos contradictorios. La conversación con Lisa la noche anterior había sido un torbellino de emociones, y ahora se encontraba ante otra situación que prometía ser igual de intensa.

Al llegar a la puerta del despacho de su padre, respiró hondo antes de llamar suavemente.

—Adelante —se oyó la voz grave de su padre desde el interior.

Jennie empujó la puerta y entró. La oficina, con sus paredes cubiertas de estanterías repletas de libros y su escritorio de madera maciza, siempre había sido un lugar intimidante. Su padre, el Sr. Kim, estaba sentado detrás del escritorio, con una expresión severa pero cordial.

—Jennie, toma asiento —le indicó, señalando la silla frente a él.

Jennie obedeció, sentándose con las manos sobre el regazo, sintiendo la tensión en el aire.

—¿De qué querías hablarme, papá? —preguntó, tratando de sonar relajada.

El Sr. Kim la miró fijamente por un momento antes de hablar.

—Jennie, estás a punto de cumplir la mayoría de edad —comenzó, su voz llena de autoridad—. Y como heredera de la familia Kim, es hora de que empieces a pensar en tu futuro, específicamente en tu matrimonio.

Jennie sintió cómo su corazón se hundía. Sabía que este momento llegaría eventualmente, pero no estaba preparada para enfrentarlo tan pronto.

—Papá, aún soy joven. No creo que esté lista para pensar en casarme —dijo, tratando de mantener la calma.

El Sr. Kim frunció el ceño, su mirada penetrante.

—Entiendo que no sea un tema fácil para ti, Jennie. Pero como parte de nuestra familia, es tu responsabilidad asegurar nuestro legado. Y eso incluye elegir un esposo que sea adecuado para ti y para nuestros intereses.

Jennie se mordió el labio, tratando de encontrar las palabras correctas.

—Pero, papá, ¿no debería poder elegir por mí misma? ¿Alguien a quien realmente ame?

El Sr. Kim suspiró, como si ya hubiera esperado esa respuesta.

—El amor es importante, Jennie, pero también lo es la estabilidad y la seguridad. Y es por eso que quiero que consideres a alguien que ya conoces y en quien confío.

En ese momento, la puerta se abrió suavemente, y Jennie giró la cabeza para ver a Kai entrando en la habitación. Su estómago se retorció al verlo, especialmente después de todo lo que había ocurrido entre ellos.

—Hola, Jennie —dijo Kai con una sonrisa suave, tomando asiento junto a ella.

Jennie sintió una punzada de desagrado. Sabía que Kai estaba aquí con un propósito claro, y eso solo aumentaba su incomodidad.

—Kai —dijo, tratando de sonar cortés, aunque por dentro quería gritar.

—Tu padre y yo hemos estado hablando —comenzó Kai, dirigiéndose a Jennie—. Y creemos que sería una buena idea que consideraras nuestra relación más seriamente.

Jennie se quedó en silencio, incapaz de encontrar las palabras. Sabía que Kai estaba manipulando a su padre, pero en ese momento no sabía cómo luchar contra él sin causar un conflicto mayor.

—Jennie, Kai es un joven con un futuro brillante —dijo el Sr. Kim, interrumpiendo sus pensamientos—. Tiene una excelente educación, proviene de una buena familia, y estoy seguro de que te tratará con el respeto y el cuidado que mereces.

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora