Llamadas Borrosas

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**POV Lisa**

La noche era oscura y pesada, y Lisa podía sentir el peso del alcohol en su cuerpo mientras se sentaba en el bar junto a su banda. El humo de los cigarrillos flotaba en el aire, mezclándose con la música suave que tocaba de fondo. Todos habían tenido una semana dura, y este lugar se había convertido en su escape.

—¿Recuerdan cuando todo era más simple? —preguntó Jungkook, con una sonrisa nostálgica mientras levantaba su vaso.

—Sí, cuando solo nos preocupábamos por cuál sería la siguiente canción que tocaríamos en la azotea de Seulgi —respondió Yoongi, chocando su vaso con el de Jungkook.

Lisa se unió al brindis, pero su mente estaba en otro lugar. Los recuerdos de Jennie no la dejaban en paz, como si su mente estuviera atrapada en un bucle interminable de lo que había sido y lo que ya no sería.

—Lisa, ¿estás bien? —preguntó Rose, notando la expresión perdida en el rostro de su amiga.

Lisa intentó sonreír, pero el gesto se sintió falso incluso para ella.

—Sí, solo... pensaba en algunas cosas.

Seulgi, que estaba sentada al lado de Lisa, la miró con preocupación.

—Sabes que puedes hablar con nosotros, ¿verdad?

Lisa asintió, pero sabía que no podía compartir todo lo que sentía. No quería arruinar la noche para los demás. Sabía que estaban tratando de animarla, pero su corazón estaba demasiado roto como para disfrutar de la compañía.

—Voy a pedir otra ronda —dijo Lisa, levantándose torpemente de la mesa.

—Lisa, ya has bebido mucho —advirtió Yoongi—. ¿Por qué no te tomas un descanso?

—Estoy bien, de verdad —insistió Lisa, caminando hacia la barra.

Sus palabras eran firmes, pero sus piernas no lo eran tanto. Tropezó ligeramente al llegar a la barra, riendo suavemente como si fuera parte del plan.

Mientras el barman le servía otro trago, Lisa sacó su teléfono. Quería llamar a su mamá para que fuera por ella, pero sus dedos borrachos marcaron un número distinto. Antes de que pudiera darse cuenta, el teléfono estaba sonando.

—¿Hola? —La voz suave y familiar de Jennie resonó a través del teléfono, haciendo que el corazón de Lisa se detuviera por un momento.

Lisa se quedó en silencio, demasiado sorprendida y borracha para procesar lo que acababa de hacer.

—¿Lisa? ¿Eres tú? —preguntó Jennie, su tono lleno de preocupación.

Lisa trató de hablar, pero todo lo que salió fue un murmullo incoherente.

—¡Lisa, dónde estás! —exclamó Jennie, la preocupación creciendo en su voz.

—B-bar... cerca de casa... —logró decir Lisa, su voz débil y entrecortada.

—Espera, voy a ir por ti, quédate ahí, por favor —dijo Jennie, su voz firme y decidida.

Lisa dejó caer el teléfono sobre la barra, sintiendo como todo a su alrededor se desdibujaba. No sabía si había hecho lo correcto, pero en ese momento, no le importaba.

**POV Jennie**

Jennie se sentía ansiosa mientras conducía por las calles vacías hacia el bar donde Lisa le había dicho que estaba. La preocupación la estaba consumiendo, y no podía dejar de pensar en lo que podía haberle pasado a Lisa. ¿Qué la había llevado a estar en ese estado? ¿Por qué no había llamado a su mamá?

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora