Tentaciones y declaraciones

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POV de Jennie

Era una tarde tranquila en la preparatoria, y Jennie había aprovechado el tiempo para ponerse al día con el trabajo pendiente del consejo estudiantil. La oficina estaba en silencio, con solo el sonido de su teclado y el ocasional murmullo del aire acondicionado rompiendo el silencio. Jennie estaba profundamente concentrada en sus tareas cuando escuchó el sonido familiar de la puerta abriéndose. Aunque no esperaba visitas, el ruido le hizo levantar la vista.

Lisa apareció en el umbral, con una sonrisa enigmática y una actitud que reflejaba su habitual aire de desafío. A diferencia de su comportamiento anterior, Lisa ahora parecía decidida a llevar su provocación a un nuevo nivel.

—Hola, Jennie —saludó Lisa, con un tono que pretendía ser casual pero que estaba cargado de una intención oculta.

Jennie levantó una ceja, sintiéndose alerta ante la presencia de Lisa. —¿Qué quieres, Lisa? Estoy ocupada.

Lisa se acercó al escritorio con paso decidido, deteniéndose justo al borde de la mesa. —Solo quería ver cómo estabas. Pareces un poco estresada.

Jennie frunció el ceño, sintiendo que la presencia de Lisa no era una simple coincidencia. —No tengo tiempo para tus juegos, Lisa. ¿Por qué no vuelves a tu grupo y dejas que termine mi trabajo en paz?

Lisa se inclinó sobre el escritorio, su perfume envolviendo el aire mientras sus ojos se encontraban con los de Jennie. —Vamos, Jennie. No tienes que ser tan dura. Un poco de diversión podría hacerte bien.

Jennie se obligó a mantener su distancia, aunque el contacto cercano de Lisa la hacía sentir incómoda. —No estoy interesada en lo que ofreces. Me importa mucho más cumplir con mis responsabilidades.

Lisa dejó escapar una risa suave, su voz cargada de un tono seductor. —Siempre tan seria. ¿Nunca te das un respiro? Solo quiero que te relajes un poco.

Lisa comenzó a moverse alrededor del escritorio, acercándose cada vez más a Jennie. Se paró justo al lado de ella, dejando que su mano rozara ligeramente el brazo de Jennie. El contacto era sutil, pero suficiente para que Jennie sintiera una chispa de incomodidad.

Jennie se giró hacia Lisa con una mezcla de frustración y desdén. —Déjame en paz, Lisa. No estoy interesada en tus juegos ni en tus provocaciones. Lo que estás haciendo no me afecta.

Lisa sonrió, claramente no dispuesta a rendirse. —¿Seguro? Porque me parece que estás un poco más afectada de lo que quieres admitir.

Jennie sintió un aumento en su nivel de irritación y confusión. La actitud persistente de Lisa estaba cruzando la línea, y Jennie estaba decidida a no dejar que eso la afectara. Se levantó de su silla, separándose de la proximidad incómoda de Lisa.

—Te lo diré una vez más: vete. No tienes nada que hacer aquí y no quiero que sigas interfiriendo en mi trabajo.

Lisa observó a Jennie con una mirada evaluadora, dándose cuenta de que su provocación no estaba logrando el efecto deseado. Aunque parecía decepcionada, no lo mostró abiertamente. En lugar de insistir más, dio un paso atrás y se dirigió hacia la puerta.

—Está bien, Jennie. No quiero molestarte más. Pero recuerda, la vida no siempre tiene que ser tan estricta. A veces, un poco de diversión no hace daño.

Con una última sonrisa, Lisa salió de la oficina, dejando a Jennie sola nuevamente. Jennie se sentó de nuevo en su silla, su corazón aún acelerado por la interacción. Mientras retomaba su trabajo, no podía evitar sentirse agitada por la forma en que Lisa había intentado seducirla.

Jennie sabía que la presencia de Lisa seguía siendo un desafío constante en su vida, y aunque había logrado mantener su distancia, no podía ignorar el impacto que Lisa tenía en sus emociones. A medida que el sol comenzaba a ponerse y la oficina se llenaba de sombras, Jennie se preguntaba qué le depararía el futuro y cómo lidiaría con el enredo emocional que Lisa había creado en su vida.

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora