NIRA en Deadpunk

Sin oxigeno

Música sugerida para el capitulo: "Bach - preludio numero 2 - The Rad Man remix".

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Automáticamente el gato se da vuelta y hace un rápido escaneo sensorial con los largos pelos blancos de su barba, que brillan al contacto con las partículas de humedad en el aire. No puede ver nada, pero su sensibilidad al tacto le hace sentir todo lo que lo rodea. Por encima y por los costados de su cuerpo aun flotan circularmente rastros de plumas. Las palomas yacen inconscientes en el suelo y en su mirada hay placer, pero al mismo tiempo preocupación. Nira se encuentra en una esquina del taller, agarrada a los pies de Conrado, que intenta hablar con Jade y pedirle ayuda. El gato salta rápidamente y de un solo brinco llega hasta donde están sus amigos, a varios metros. Tiene una chaqueta anaranjada repleta de parlantes de distintos tamaños y micro consolas de sonido, a demás de unos gigantescos auriculares. Delante de él, Nira tiene los ojos enrojecidos y su rostro comienza a tornarse morado. El círculo de su muñeca izquierda titila con un rojo profundo. No tiene más oxigeno. Conrado aprieta uno de sus botones y los apliques de humo comienzan a desactivarse, mientras poco a poco la sala va despejándose del humo.

—¡Jade! —Maúlla el gato.

-Accediendo al sistema vital de respiración de Nira-

—¡No tiene oxigeno Meow! —Responde Jade.

-Cantidad de créditos disponibles: cero-

—Tampoco le quedan créditos, no puedo hacer nada. —Contesta ella, que, aunque es plenamente consciente de que el oxigeno no se puede compartir, ni regalar, ni puede comprarlo una persona ajena, mueve sus manos sin descanso, buscando solución.

—¡Maldición! —Dice, mientras se le frunce la pequeña naricita blanca, coronada de bigotes.

-Acceso al sistema gubernamental-

—Qué manera de llegar Catusalém. En el momento justo... —Gruñe Nira, mientras hace un increíble esfuerzo por no desfallecer. —Que presentación.

—Nira, no tienes créditos. ¿Qué hacemos? —Dice Conrado, que se esfuerza por no llorar.

-Ingresando claves gubernamentales-

—Existe la posibilidad de que le transfiera algunos créditos, algo muy mínimo. —Contesta Jade.

-Acceso a muro perimetral de seguridad quinto, clave incorrecta, acceso denegado-

—¡Es muy peligroso! —Dice Catusalém. —No podemos permitirnos una transacción. Nos dejaría completamente en evidencia. ¡En dos segundos una manada de malditos perros estará aquí!

-Muro perimetral de seguridad quinto desbloqueado-

—¡Serán unos pocos! Tenemos una posibilidad. ¡No puede respirar Meow!

—Estoy b... bien... —Responde Nira, mientras levanta un dedo pulgar. —Nada como ver al... al grupo un... unido de nuevo. Arriba g... gru... po... Delta.

—No lo estás. —Agrega Conrado. —¿Qué hacemos?

-Muro perimetral de seguridad cuarto, clave incorrecta, acceso denegado-

—Necesito tiempo. —Ordena Jade. —Estoy a tres muros del sistema polinecroico. Si llego al menos al segundo tenemos una posibilidad de que no nos rastreen. Sera por unos pocos segundos —miente, —los suficientes para hacer la transacción...

—¡Jade! —Gruñe nuevamente Catusalém.

—...pero son muchos códigos. ¡Tienen que darme tiempo! —Sigue ella. —Cat, por favor.