¡Volemos que alas sobran!

89 4 0
                                    

Música sugerida para el capítulo: "Galactic - Hubrid".

--------------------------------------------------------------------

Es una gran nave, parecida a las antiguas Jet Mirage del ejército, pero completamente reformada y actualizada. El cubículo es de aleación de titanio y oro refinado en bálsamo. Las alas son triples y tienen dos turbinas de velocidad ultra y capacidad para torpedos magnéticos y láseres de choque sónico. A demás de eso, en sus ratos libres y a lo largo de los años, Jade se ha encargado de hacerle algunas mejoras en cuestión tecnología. Delante de ella, parece una gran águila plateada, ansiosa por levantar el vuelo.

—Papá, —dice Jade para sí misma, —este sería un buen momento para pedirte disculpas por robar tu nave. Sería una buena ocasión para tratar de devolverla sin ningún rasguño. El momento para intentar ser una pésima persona, pero una buena hija, pero no. Por el contrario, espero llegar viva, pero que de tu maldita nave no quede ni un mísero rastro, eso sí me haría muy feliz. Por cierto, ¡puedes hundirte en tu estúpido infierno!

Después sale corriendo hacía la nave y con un rápido movimiento de sus manos teclea en el aire un código para conectarse a ella.

-Ingresando al sistema-

Da un gran salto hasta una de las alas e ingresa la contraseña. El cubículo se abre de pronto y deslizándose por el plateado metal Jade cae dentro. Delante de ella aparece todo un panel oscuro y cuadrado. Saca entonces de un bolsillo de su chaqueta negra un Jack y lo conecta rápidamente a su auricular y después a la consola. Podría hacerlo a través de conexión inalámbrica, pero le gusta hacer algunas cosas al modo "clásico". Eso le inyecta unos buenos gramos de adrenalina natural en el cuerpo.

-Preferencias de piloto ajustadas a Jade.EXE-

Un rápido golpe en el auricular y se abre la conexión virtual con la nave. Su visión se oscurece y después se ilumina nuevamente de color azul oscuro. Comienzan a aparecer diversas pantallas con múltiples imágenes: la nave vista desde afuera, visión hacia adelante, visión trasera. También, en un costado, se despliegan todos los detalles: combustible, oxigeno, estado de los módulos y partes de la nave, entre otras cosas. Adelante suyo un volante que, con rápidos movimientos, personaliza a su gusto. Este es en particular uno muy pequeño, casi como las antiguas fórmula 1, con varios botones y de color verde. Jade lo agarra, aunque por fuera solo se vean sus manos en el aire y tras unos pestañeos la nave se pone en funcionamiento.

—Bueno, es el momento de partir. —Exclama.

Se queda unos segundos pensativa, en el que su rostro se ensombrece y su semblante se cae, pero después levanta la mirada. Puede adivinarse en sus ojos el desafío y la esperanza. Inhala suavemente, como disfrutando el momento y tras un momento de introspección susurra para sí misma:

—Deltas unidos.

-Despegando-

Todas las juntas de las aleaciones de metal se iluminan en un brillante cian, al igual que las dos turbinas. El ave levanta vuelo y de un segundo a otro sale a toda velocidad por la terraza, que tiene forma de extraño hangar. La noche ha caído sobre Utopía. La noche y la lluvia. Ambos efectos combinados crean una especial postal para el escape. A través del visor especializado, Jade ve pasar los edificios a toda velocidad y modifica el volumen para tener una discriminación de objetos de potencial peligro y proximidad de nimiedades como la lluvia o el entorno. En cuanto a las turbinas, sisean con un sonido casi imperceptible.

-Accediendo a reproductor multimedia-

—Vamos a poner algo de música para divertirnos. —Murmura Jade.

-Alerta de proximidad de objeto volador, naves policía-

—No creí que llegaran tan pronto chicos. —Se ríe con sarcasmo.

Mientras la nave va a toda velocidad, comienzan a salir desde distintos hangares y puntos de la ciudad las naves policía, que rara vez son usadas, pero que existen. No tienen pilotos especializados, sino que poseen un sistema operativo nativo que identifica los errores o peligros y que solo tienen una misión: atacar y destruir. No son naves tan sofisticadas como la de su padre, pero son muchas. Si han aparecido eso significa que el sistema ha terminado de caer y que todo el gobierno sabe que hay una sola culpable de que eso haya sucedido: Jade.

—Hay papá, la cara que estarás haciendo en este momento frente a tus jefes.

-Alerta de onda de choques-

La nave comienza a moverse, como si estuviera teniendo pequeños espasmos. Las ondas de choque sirven para desestabilizar el curso e intentar que colisione la nave. Jade intenta mantener el equilibrio y comienza a subir la intensidad de la velocidad y salirse de la ruta pre establecida para poder sortear las ondas que pasan a toda velocidad. Con un rápido movimiento despliega un texto de información del perímetro y ve que es perseguida por dos naves Central-V de dos turbinas y dos naves Ciclon-V de una turbina cada una. Están equipadas con ondas de choque y torpedos eléctricos de rastreo térmico.

—Muy bien, ¡Vengan por mí!

La nave sigue moviéndose, pero ella mantiene el curso y elude bastante bien las ondas. La lluvia no cesa. De pronto la pantalla comienza a titilar y ponerse en rojo. Han sido accionados dos torpedos de rastreo térmico y van directo hacía ella. En un rápido movimiento la nave se levanta y da un giro en el aire, volviendo sobre su propio curso. A toda velocidad fija dirección hacia una de las naves policía y justo en el momento en el que están por chocar Jade acciona una de las mejoras de su autoría y la elude. La explosión es increíble. De pronto, como si fuese el hongo de una bomba nuclear, un sector de la ciudad de Utopía se ilumina. El reflejo que causa la explosión en las paredes de los blancos e impolutos edificios es encandilador. Miles de pedazos de metal vuelan por los aires y después vuelven a caer prendidos fuego que, cayendo al mismo tiempo que el agua es un espectáculo digno de ver. La nave sigue a toda velocidad y vuelve a dar un giro en el aire, dirigiéndose después hacia la otra nave. Antes de que ambas choquen, vuelve a ocurrir el mismo espectáculo. ¿Cómo es posible?

Todas las naves traen un valor térmico único. Eso significa que los torpedos no pueden atacar naves que no coincidan con el valor asignado. Jade no pudo manipular ese valor en la nave, pero sí logró crear un software para desactivarlo. Si el torpedo pierde el rastro térmico que estaba persiguiendo automáticamente vuelve a su lugar de origen, a menos que, con el cálculo correcto, se desactive el núcleo térmico en el momento preciso en el que las dos naves se encuentran en el punto justo y en la misma velocidad. Si es así, y es un cálculo muy difícil, el torpedo confundirá los valores, creyendo que aquel con el que se ha encontrado es el que perseguía. Hasta reconocer el cambio pasan unas milésimas de segundo pero si está lo suficientemente cerca y a la misma velocidad, explota.

—Esas son dos mil trescientas horas en el simulador de vuelo bien invertidas, ¡malditas maquinas! —Grita Jade, mientras aúlla de emoción.

La nave vuelve a colocarse en su curso y a toda velocidad vuelve a tomar la ruta hacia los tubulares fuera de la ciudad. En esos minutos ha recorrido al menos mil kilómetros, en el que los edificios blancos no dejan de multiplicarse y la lluvia no deja de caer. Faltan todavía dos naves más, que no están fuertemente equipadas, pero son más ligeras y tienen mayor velocidad. Lo difícil no radica en que puedan hacerle daño a su nave, sino en perderlas de vista para poder avanzar sin peligro. De las dos naves comienzan a cruzarse fuertes ondas de choque y aunque Jade maniobra rápidamente entre edificios intentando que alguna choque contra ellos, no es posible perderlos.

La pantalla comienza a ponerse en rojo, pero eso no es lo peor. La visión que la rodea comienza a transformarse. Los edificios titilan, como si fueran hologramas fallando. Todo el sistema virtual de Utopía esta corrompiéndose finalmente. Los edificios desaparecen y en su lugar comienza a materializarse la verdadera ciudad, la ciudad desnuda.

NIRA en DeadpunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora