Involución

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Música sugerida para el capítulo: "Agents Of Time - Cosmic Frequencies".

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Thania levanta el arma y acerca el dedo para accionarla, apuntando directamente a Catusalém. Por la frente de Conrado cae una gota de sudor. Nathaniel se coloca el brazo sobre los ojos para no ver y Lupo ahoga un grito de desesperación. La gigante de pelo rojo sonríe complacida. De pronto se escucha un fuerte estruendo, tan poderoso que el piso parece moverse. No ha sido el arma, algo más está sucediendo. Automáticamente la visión de todos se pone en negro y se escucha un agudo sonido, propio de los sistemas digitales corrompidos. Por los ojos oscuros de Conrado comienza a bajar una serie de textos.

-Error fatal, sistema reiniciándose-

—¡Lupo! —Grita el pequeño. Pero no puede escuchar ni su propia voz.

El chip implantado en el cerebro tiene que haber sufrido una fuerte descarga como para que todos los sentidos digitales se reinicien. Pero no hay manera de que algo así haya pasado dentro de la fortaleza. No es algo que haya sucedido alguna otra vez. Poco a poco, los textos van descendiendo y las celdas de información van reubicándose. Los errores comienzan a subsanarse y el sistema termina con el reinicio primario. El sistema vital puede volver a funcionar.

Conrado ve como poco a poco se va recuperando la visión y la audición, aunque le cuesta moverse. La pantalla completamente negra que era su vista comienza a mutar a un gris oscuro. Después un gris claro y finalmente un velo se corre delante de él, hasta quedar todo el espacio claro de nuevo. Los sonidos llegan como si estuvieran acercándose desde lejos. El cuerpo sigue tieso. Lo primero que ve es a Lupo saltando hacia Catusalém. Su amigo está en el suelo, al parecer inconsciente, pero ya no tiene la mordaza ni las ataduras magnéticas. Al mismo tiempo ve a Nathaniel corriendo directamente y a gran velocidad hacia Thania. A simple vista no hay señales de Nira. Los guardias, curiosamente, están desparramados en el suelo, sin moverse. Las armas están apagadas. El techo está moviéndose, al igual que el suelo. Parece que la fortaleza está comenzando a derrumbarse.

—¡Nooooooo! —Grita Thania y su grave y potente voz se hace eco en las paredes. Al mismo tiempo muestra los dientes, como si fuese un gran animal carnívoro enceguecido de ira.

Nathaniel llega hasta ella y le salta al cuerpo. El arma triangular, que sí parece estar aún encendida, sale volando y comienzan a forcejear. Thania alcanza a agarrarlo de una de las manos, pero no es suficiente para contener la descarga de ira y adrenalina que lleva el gato. La mujer es mucho más fuerte que él, pero Nathaniel tiene las garras desplegadas y mucha más agilidad. Se mueve en todas direcciones, lanzando rápidos zarpazos. Con fuerza y violencia comienza a rasgarle las vestiduras y clavarle las uñas en el cuerpo y en el rostro. Thania grita descontroladamente y todo su cuerpo se mueve dando fuertes zancadas. Un rápido movimiento hace que el gato se despegue del cuerpo y con fuerza lo revolea hacia una de las paredes. Nathaniel cae lastimado, pero consciente. La gigante corre entonces hacia el arma. El techo sigue vomitando pedazos de piedra y madera.

Al mismo tiempo que el gato llega hasta Thania Lupo se encuentra con Catusalém. Se tira a su lado y aprieta rápidamente uno de sus auriculares, pero el mundo digital al completo todavía no emite respuesta. Hay una infinidad de sistemas trabajando para que todo vuelva a la normalidad. El zorro saca entonces de su bolsillo algunos artefactos rudimentarios y comienza a escanear al gato. Una pequeña tapa circular gira dentro de un rectángulo y en una mínima pantalla comienzan a aparecer distintos datos. Parece que el gato está bien, está estable y no tiene heridas de gravedad. Lupo le da algunos golpes en el rostro y empieza a pronunciar su nombre. Poco a poco, mientras Thania grita como loca por los zarpazos de Nathaniel, Cat comienza a despertar. Abre los ojos con una mezcla de esfuerzo y confusión, hasta que logra caer en la cuenta de donde está y puede articular algunas palabras.

—Lu... lup... o... —Dice Catusalém.

—¡Qué bueno verte amigo! ¡Rápido! ¡Tenemos que irnos! ¡Esto se está cayendo!—Le dice Lupo, mientras agarra uno de sus brazos y lo pasa por su hombro.

En ese momento Thania llega hasta el arma y la agarra, pero no está sola. Al levantar la mirada se encuentra con que Nira está delante de ella. La muchacha de pelo violeta se ve herida, con grandes ojeras, muy flaca, con el brazo vendado lleno de sangre y una de sus piernas que parece no poder sostenerse bien en el suelo. Todo su cuerpo está desestabilizado, pero su fortaleza es increíble. Los ojos destilan agresividad y salvajismo. Frunce la boca y toma un gran respiro. Después, y en un movimiento tan rápido que haría aullar a cualquier gato o zorro, Nira estira su brazo sano hacia atrás y lo suelta hacia el rostro de la gigante de pelo rojo con todas sus fuerzas.

—¡Maldita perra! —Grita Nira con toda potencia.

El puño golpea a Thania con tal voracidad que la gigante sale despedida por el aire y cae unos metros más adelante, con todo su cuerpo hacia abajo. Por unos segundos no se mueve, aunque se la escucha respirar. Se le ha roto parte de la camisa y en uno de sus brazos se ve una gran cicatriz. Parece una mordida y está algo fresca. El sonido del crujido de los huesos de Nira se multiplica por las paredes. Es muy probable que se haya roto la mano, pero también es seguro que no le importa en lo más mínimo. Después ella cae al suelo, agobiada y agotada. Justo en ese momento Conrado comienza a recuperar la movilidad y se acerca todo lo rápido que puede hasta ella. Nira Esta despierta, aunque respira con mucha dificultad. Del techo caen cosas y las paredes comienzan a abrirse.

—Nira, ¡Nira! —Dice Conrado, mientras se le caen lágrimas por los ojos.

El pequeño la sostiene del cuello e intenta analizar a simple vista si tiene alguna herida de gravedad. No lo parece. El modulo de oxigeno está a la mitad. El modulo secundario de mundo digital de la mano izquierda está roto. Tiene algunas magulladuras y raspones en el rostro y en el cuerpo. Ella lo mira sonriente.

—Mi príncipe... —Contesta ella. —Viniendo a rescatarme.

—Nira, estás delirando. —Responde él, con dulzura y una sonrisa apagada pero autentica. —Hay que irnos, esto se cae...

En ese instante, Nathaniel comienza a levantarse, apoyándose sobre su mano derecha y ve a Thania tirada en el suelo. Catusalém también se ha levantado y ya puede caminar mejor. Entre los dos hermanos cruzan miradas y parecen decirse muchas cosas con solo explorar en sus ojos. Nathaniel sonríe suavemente.

—¡Vamos chicos! —Grita Lupo. ¡Vamos a tener que saltar por la ventana!

De pronto Thania se incorpora y levanta su mano izquierda. En la mano tiene el arma triangular, que hace un extraño sonido, como si fuese un ronroneo. El arma se ilumina de celeste. La gigante apunta a Catusalém y antes de disparar exhala:

—¡Al menos tú volverás en cuatro patas, gato estúpido!

—¡Nooooooooo! —Grita Nathaniel, mientras corre a toda velocidad para posicionarse entre el arma y su hermano.

Un haz de luz celeste ilumina todo el salón y un golpe seco se escucha en el cuerpo del gato. Las ropas y armas de Nathaniel caen al suelo, pero él no. El resto de los presentes se llevan los brazos a la cara, por el fuerte reflejo de la luz y un círculo brillante explota en medio de todo. Las paredes continúan resquebrajándose y la fortaleza caerá en cualquier instante. En ese momento Thania se golpea uno de sus auriculares y comienza a desaparecer, como si algo la estuviera absorbiendo. Los pedazos de techo caen en grandes pedazos y poco a poco, la luminidad celeste comienza a desaparecer, dejando delante el resultado del último acto heroico de Nathaniel.

NIRA en DeadpunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora