Dos zorros y un gato

126 5 0
                                    

Música sugerida para el capitulo: "Hyper - FCKD"

-----------------------------------------------------------------------

-Accediendo a llamada con Catusalém Meow-

—Hola Cat. ¿Cómo estás? —Pregunta Jade.

El gato se encuentra en ese momento en su departamento, preparando parte de la música para otra de sus sesiones. A diferencia de Nira, su cuarto esta ordenado metódicamente. En una de las paredes, se despliega una infinita colección de dvds antiguos repletos de música y después muchos de los formatos que le siguieron: blu-ray, eco-fin, electro-m y m-ray.

—Bien Jade, supongo que preocupado, igual que tu. ¿Qué has podido averiguar?

—Nada por ahora amigo. Nira se ha mantenido desconectada desde hace algunos días. No se si es que necesita pensar, o que esta ocupada con algún tipo de negocio. 

—¿Hay que preocuparse de algo? —Maúlla él. —Conociéndola, ha de estar metida en algún lío.

—Supongo que no. Esta vez no ha cambiado las claves y puedo estar al tanto de sus datos biométricos. Esta bien, pero por alguna razón quiere desconectarse un poco. ¿Qué tal van tus investigaciones? —Pregunta, preocupada. —¿Alguna noticia de la mujer de pelo rojo?

—Bueno, esta noche tengo doble trabajo. Tengo que reunirme con unos contrabandistas, quizás nos den trabajo. Por otro lado, según he podido averiguar, es probable que ellos tengan información. El resto de personas a los que les he preguntado no saben nada. Parece como si fuera un fantasma. Eso me preocupa Jade. ¿Tu has podido averiguar algo?

Jade sonríe. Es muy poco probable que algo se le escape de las manos. Sin embargo, esta mujer también es un completo misterio para ella. Ha pasado las ultimas semanas buscando esa marca en distintos sitios y mundos digitales y nada. Si hubiera dejado algún tipo de señal o de alguna manera un rastro que pudiera medirse Jade la encontraría al instante. La realidad es que, al igual que ocurre con Catusalém, es todo un misterio.

—Nada Cat. Absolutamente nada. No se a donde iras hoy, pero mantente en contacto y... ten cuidado. —Le contesta ella.

—¡Meow!

-Llamada concluida-

A las siete de la tarde y poco antes de que las luces en Deadpunk comiencen a caer y se abra el toque de queda, Catusalém toma el ultimo metro del día. Es un horario tranquilo, en el que no viaja mucha gente. Estando tan cerca el limite de tiempo en el que se puede estar en las calles, es un horario que nadie elige. A él le gusta la tranquilidad. El metro es una antigua carrocería de nave metaeléctrica que se ha modificado y que funciona ahora como un medio de transporte barato, pero altamente contaminado. En menos de diez minutos recorre casi la totalidad de Deadpunk de norte a sur. Al bajarse, el gato tiene el privilegio de poder asistir a uno de los pocos puntos de la ciudad en los que aun se ve el ingreso del sol por detrás de las dunas eléctricas. Es un privilegio costoso, ya que no cualquier ser puede aventurarse a perderse por esos corredores y esos edificios. El peligro acecha en cada esquina.

Catusalém, que parece conocer al dedillo ese conurbano, lo recorre sin problemas. La mayoría de las personas y seres que viven por ahí son ladrones de poca monta, criminales y contrabandistas. Como una luz fugaz, su infancia signada por la violencia y el martirio lo recorre como un escalofrió. Si bien gran parte de ese sector es mas iluminado que otros lugares, la rareza o particularidad reside en el piso. El piso del conurbano es frio. No importa si se llevan botas, o expansores de congelamiento, siempre están fríos. Las pequeñas callejuelas que se forman naturalmente por el acercamiento de los edificios se van haciendo cada vez mas angostas, pequeñas y asfixiantes. El gato enciende su visor y, aunque muchos de los seres que se va cruzando son conocidos, no repara en tener las manos preparadas por si hay que sacar las garras.

NIRA en DeadpunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora