Capítulo 14

20 4 1
                                    

Ciudad J estaba en alerta de nivel Tigre, lo que significaba que una amenaza significativa estaba causando caos en la ciudad. Al enterarse de la noticia, Saitama y Genos se dirigieron rápidamente a la otra habitación para ver si Hana seguía durmiendo. Eran las 5 de la tarde, pero el cielo estaba cubierto de nubes grises que creaban un ambiente sombrío y pesado, uno que siempre hacía que a Hana le entrara mucho sueño.

Cuando entraron en la habitación, la vieron profundamente dormida, como un ángel descansando en un capullo de serenidad. Hana llevaba puesta la chaqueta que Genos había llevado esa mañana, un detalle que no pasó desapercibido para él. No tenía idea de en qué momento ella se la había puesto, pero ver cómo la prenda le envolvía le llenaba de una calidez inesperada. Saber que esa chaqueta podría absorber el aroma de Hana le provocaba una extraña alegría, un sentimiento que nunca antes había experimentado tan intensamente.

Además, estaba completamente cubierta con las sábanas. Estaba tan acurrucada y cómoda que parecía casi imposible imaginar que en el mundo exterior algo pudiera amenazar su paz.

Saitama observó la escena por un momento, sus pensamientos vagando entre la calma de la habitación y la urgencia de la situación en Ciudad J. Se rascó la cabeza con aire distraído, como si intentara decidir qué hacer a continuación.

—Está profundamente dormida —murmuró Saitama, rompiendo el silencio.

Genos asintió, manteniendo su mirada fija en Hana. Verla tan tranquila y envuelta en su chaqueta le hacía cuestionarse si realmente debía irse. Sabía que su deber como héroe era proteger a la gente, pero también sentía una responsabilidad de proteger este pequeño rincón de paz que Hana representaba.

Pero la realidad era muy diferente.

Saitama, captando las dudas de Genos, puso una mano en su hombro.

—Vamos, Genos. Hana estará bien aquí. Es nuestra oportunidad de asegurarnos de que tenga un mundo seguro en el que pueda seguir durmiendo así.

Genos soltó un suspiro, asintiendo con una determinación renovada. Aunque deseaba quedarse y proteger la calma de Hana, sabía que lo correcto era enfrentarse a la amenaza. Se inclinó un poco sobre ella, asegurándose de que las sábanas estuvieran bien ajustadas y que la chaqueta la mantuviera cálida.

—Volveremos pronto, Hana —susurró, casi como si quisiera que esas palabras la protegieran en su ausencia.

Con un último vistazo hacia la habitación, Genos y Saitama se prepararon para salir. Aunque su mente estaba enfocada en la misión que tenían por delante, una parte de Genos no pudo evitar seguir pensando en Hana, esperando que la tranquilidad que había visto en su rostro siguiera intacta cuando regresaran.

 Aunque su mente estaba enfocada en la misión que tenían por delante, una parte de Genos no pudo evitar seguir pensando en Hana, esperando que la tranquilidad que había visto en su rostro siguiera intacta cuando regresaran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nova volaba hacia el refugio, sintiendo las presencias de las personas atrapadas dentro. Sabía que no estaba lejos, y pronto vio un agujero gigantesco en la estructura del refugio. Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia allí, aterrizando con gracia dentro del agujero. A medida que avanzaba, sus ojos se posaron en el kaijin que estaba causando el caos: un ser marino de color verde intenso.

𝗚𝗢𝗗'𝗦 𝗠𝗘𝗡𝗨 ||One Punch Man||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora