Capítulo 25

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El bullicio del mercado llenaba el aire mientras Hana, Genos y Saitama continuaban su recorrido. Genos, siempre eficiente, cargaba una caja llena de ingredientes para el estofado que habían planeado para la cena. Aunque normalmente Genos le haría esa pregunta a su sensei, ese día Hana tenía el control. Era un acuerdo tácito entre ellos: los días de mercado eran territorio de Hana.

—¿Qué más necesitamos, Hana?

—A ver… ya tenemos los ingredientes para el estofado —murmuró Hana, revisando su lista con una pluma en mano. La lista y ella eran amantes inseparables en días como ese, donde la organización era clave.

Genos miró a Hana con admiración mientras ella tachaba cosas de la lista.

—Faltan el papel del váter y el shampoo, oh, y se me acabó el jabón para la cara, así que eso también —continuó, antes de mirar a su padre—. ¿Tú no necesitas nada, papá?

Pero Saitama no respondió. Intrigada, Hana volteó hacia él, y lo encontró completamente absorto, admirando algo en una estantería cercana. Se acercó junto a Genos para ver mejor, y resultaron ser figuras de héroes de clase S, incluyéndose ella entre ellas.

—Aaah, esto es lo que hacen cuando eres famoso —comentó Hana con una mezcla de sorpresa y diversión al ver una figura suya en la estantería—. ¡Qué bella se ve mi niña! —exclamó Saitama, con un brillo de orgullo en los ojos que rara vez se veía—. Compremos esa figura.

Sin esperar más, Saitama entró a la tienda, seguido de cerca por Hana y Genos. Hana observaba con una mezcla de orgullo y diversión cómo su padre se debatía sobre cuál de las figuras de Nova comprar.

—Qué envidia que te hagan una figura —dijo con una sonrisa.

—Puedo decirle al fabricante que haga unas tuyas, papá.

Saitama, aún con la vista fija en las figuras, sonrió más ante la oferta de Hana.

—Esas cosas no las propone uno mismo, pero gracias por querer ayudar, Hana —respondió con un tono ligero, pero con un aprecio sincero.

Hana se rió suavemente, sintiéndose feliz de poder compartir esos pequeños momentos con su padre y Genos. La tienda estaba llena de diferentes figuras de héroes, cada una representando a alguno de los poderosos guerreros de clase S. Pero la que destacaba para Saitama (y Genos) era, sin duda, la de Nova.

—¿Cuál crees que es la mejor? —preguntó Hana mientras miraba las diferentes versiones de su figura en la estantería—. Quiero decir, ¿cuál crees que se parece más a mí?

Genos, que había estado observando en silencio, se acercó un poco más y evaluó las figuras.

—Esta —dijo finalmente, señalando una figura con un detalle particularmente cuidado en el rostro y el cabello—. Captura bien tu expresión cuando estás enfocada en algo.

Hana sonrió al escuchar la elección de Genos.

—Entonces, esa será —decidió Saitama, tomando la figura elegida por Genos y llevándola al mostrador—. También nos llevaremos esta para el estofado —añadió, levantando un pequeño adorno en forma de zanahoria que había encontrado en la misma estantería.

Hana rodó los ojos con una sonrisa.

—Papá, esa zanahoria no es comestible, ya tenemos las reales.

Saitama se encogió de hombros, colocando la zanahoria de vuelta en su lugar.

Después de comprar la figura y con su lista completa, el trío salió de la tienda y continuó su recorrido por el mercado. Hana se sentía ligera, no solo por las compras exitosas, sino por la atmósfera cálida que compartían. A veces, los pequeños momentos como este, entre el ajetreo de sus vidas como héroes, eran los que más apreciaba.

𝗚𝗢𝗗'𝗦 𝗠𝗘𝗡𝗨 ||One Punch Man||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora