𝗚𝗢𝗗'𝗦 𝗠𝗘𝗡𝗨 ||One Punch Man||

Capítulo 20

Metal Bat observó con preocupación a Nova, consciente de su estado debilitado, pero sabía que tenía una responsabilidad mayor: proteger la ciudad. A pesar de su deseo de quedarse a su lado y cuidarla, tuvo que dejarla con Genos, confiando en que él podría cuidarla mejor mientras él se unía a la batalla.

—Cuídala bien —le dijo Metal Bat a Genos antes de marcharse a enfrentar el peligro que amenazaba la ciudad.

Nova seguía sintiéndose mal, y Genos la sostenía con firmeza, pero eso no alivió la inquietud que la invadía. Su corazón palpitaba con una presión que se sentía como un nudo en el pecho mientras miraba la inmensa nave espacial flotando en el cielo, proyectando una sombra ominosa sobre ellos.

—Hay que explotarla desde adentro —dijo de repente, con determinación en su voz.

Genos apenas tuvo tiempo de reaccionar y girar la cabeza hacia ella cuando Nova ya había despegado, volando directamente hacia la nave. La vio romper una parte del casco exterior con un puñetazo, creando un agujero lo suficientemente grande para que ella pudiera entrar.

Dentro de la nave, Nova comenzó a recorrer los pasillos oscuros, con las luces parpadeando y el eco de sus pasos resonando en el metal frío. Su rostro estaba marcado por la concentración, aunque aún se sentía debilitada y el miedo la acechaba. A medida que avanzaba, se encontraba con varios kaijins, a los cuales cortaba en dos con su rayo láser sin detenerse. Sin embargo, la nave comenzó a estremecerse, probablemente debido a los ataques de Tatsumaki en el exterior, pero Nova no le prestó importancia, concentrada en su misión.

De repente, en uno de los pasillos, se detuvo en seco. Frente a ella, un kaijin de piel verde, enorme y grotesco, apareció de la nada. El aire pareció volverse pesado, y su corazón dio un vuelco al reconocerlo. Era el kaijin que había matado a sus padres.

El ser no tenía ojos, solo un hueco oscuro en su rostro, pero de alguna manera, ella sintió que la reconoció también. Una sonrisa cínica se formó en su rostro mientras avanzaba lentamente hacia ella. Nova quedó paralizada, los recuerdos la golpearon como una ola violenta. El miedo de su infancia la invadió, la sensación de estar atrapada en un callejón sin salida, sin ningún lugar a donde huir.

Su cuerpo comenzó a retroceder por puro instinto, su corazón latía con fuerza, tan rápido que temía que pudiera salir de su pecho. El kaijin se acercaba peligrosamente, sus grandes manos extendidas, como si estuviera a punto de atraparla. Nova, con la respiración agitada y sin poder controlar el temblor de su cuerpo, tropezó con algo y cayó al suelo, pero no dejó de retroceder, arrastrándose desesperadamente para alejarse.

Era como revivir el peor momento de su vida. Los sollozos comenzaron a escapar de sus labios, y gritó con desesperación:

—¡Aléjate! ¡No te acerques!

Finalmente, su espalda chocó contra una pared fría y metálica. No había escapatoria. El kaijin estaba tan cerca que podía sentir su presencia opresiva, y el miedo la paralizó completamente. Su cuerpo temblaba sin control, y sus ojos, ahora llenos de lágrimas, se enfocaron en la monstruosa sonrisa del kaijin. En ese momento, un recuerdo aterrador pasó por su mente: la imagen del kaijin sosteniendo las cabezas de sus padres mientras devoraba sus órganos con una brutalidad indescriptible.

La rabia y el miedo se entremezclaron en su interior. ¿Por qué a ella? ¿Por qué a sus padres y no a otra familia? ¿Por qué le habían arrebatado lo que más amaba en el mundo? Su cuerpo entero temblaba de impotencia y odio.

Sus ojos comenzaron a brillar con un rojo intenso, las lágrimas continuaban cayendo, pero algo dentro de ella cambió. Una oleada de ira la invadió, oscureciendo su miedo. Con un destello de energía, disparó un rayo láser que salió disparado de sus ojos. El rayo atravesó la cabeza del kaijin, haciéndola explotar en una nube de sangre azulada que la cubrió por completo. Un grito desgarrador salió de sus labios mientras se cubría con las manos, sintiéndose empapada en la sangre de la criatura.