Capítulo 24

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A la mañana siguiente, Hana se despertó con la sorpresa de que Zombieman había sido apuñalado por la espalda. El arma utilizada era nada menos que una katana, una de las inconfundibles de Atomic Samurai. La noticia había causado revuelo entre los héroes, y una atmósfera tensa se había apoderado del grupo.

—¿Cómo es posible? —preguntó el Niño Emperador, frunciendo el ceño mientras observaba la katana—. Atomic Samurai, ¿trajiste tu katana a la reunión?

—No —respondió Samurai, su tono grave—. No la llevé conmigo anoche. Alguien más tuvo que haberlo hecho.

El Niño Emperador seguía desconfiando, sin embargo, Master, otro héroe de la clase S, intervino.

—Yo estuve junto a Atomic Samurai toda la noche —dijo con firmeza—. No se separó de mi vista ni un momento.

La explicación pareció convencer al Niño Emperador, quien descartó su sospecha inicial, pero no sin cierta reticencia.

—Está bien, confío en tu palabra —dijo, aunque su mirada seguía mostrando dudas.

Darkshine, que había estado en silencio hasta entonces, decidió hablar.

—Anoche vi a Prisionero Lindo-Lindo observando extrañamente a Zombieman —dijo, su tono lleno de preocupación.

—¡No es lo que crees! —intervino Hana, defendiendo a su amigo—. Solo lo estaba observando porque es lindo.

—¡Exacto! —apoyó Prisionero Lindo-Lindo, abrazando a Hana por los hombros—. Mi mejor amiga tiene razón. Además, solo un asesino haría algo tan horrible. Yo jamás desperdiciaría la oportunidad matando a alguien.

—Pero tú tienes antecedentes —replicó el Niño Emperador, mirándolo con suspicacia—. No es descabellado pensar que podrías estar involucrado.

—¡Eso es una calumnia! —exclamó Prisionero, ofendido—. Solo es una hipótesis sin fundamento.

Saitama, que había estado observando la situación, intervino.

—Yo también tengo algo que decir —dijo—. Escuché una conversación rara. Le estaba preguntando si no moriría aunque lo golpearan.

—Solo quería confirmar lo que escuché de Genos, que Zombieman era inmortal —explicó Saitama con calma—. No hay nada más en ello.

El Niño Emperador miró a Saitama con cierta desconfianza.

—¿Acaso estás dudando de Saitama-sensei? —preguntó, con un tono ligeramente desafiante—. Ya dije que solo es una hipótesis. Además, no lo conocemos bien. ¿Quién sabe si es un doble agente?

Hana dio un paso al frente, sus ojos brillando con una intensidad peligrosa.

—Puede que ustedes no lo conozcan bien, pero les recuerdo que él es mi papá —dijo, su tono firme—. Así que si no lo respetan, haré que lo respeten.

Sus ojos se tornaron de un rojo intenso, llenando la habitación de una sensación de amenaza palpable. El Niño Emperador, ahora temblando, trató de ocultarse detrás de un adulto que le doblaba en altura.

—T-Tranquila, Nova-san... —dijo el Niño Emperador con voz temblorosa—. No solo estoy hablando de tu padre. También tenemos otros sospechosos. Por ejemplo, Flashy Flash, que ha estado callado desde que vio el cadáver, y Bug God, que está desayunando como si nada hubiera pasado. Además, Bankenkun ya está dormido.

Metal Bat, que hasta ese momento había permanecido en silencio, se adelantó.

—Yo no lo hice. Soy menor de edad y no he tomado sake. No mataría a alguien solo porque estoy ebrio. ¿Qué les pasa? —dijo, su tono cargado de irritación—. Además, tengo cosas más importantes que hacer que matar a alguien. Para eso tengo a los Kaijins.

𝗚𝗢𝗗'𝗦 𝗠𝗘𝗡𝗨 ||One Punch Man||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora