Hana estaba sentada en el sofá, dividida entre sus deberes escolares en la computadora y las noticias que sonaban de fondo en la televisión. Las imágenes mostraban un enjambre de mosquitos descontrolados que estaban causando estragos en la ciudad, y mientras el reportero hablaba con preocupación, Hana no pudo evitar mirar de reojo hacia afuera, preguntándose si la situación afectaría también a Ciudad Z.
Saitama apareció en la sala, sosteniendo una jarra con forma de elefante verde.
—¿También incluye Ciudad Z? —preguntó, interrumpiendo sus pensamientos.
—Imagínate, qué horror... —dijo, completando su propia frase con una mezcla de sarcasmo y despreocupación—. No podré sobrevivir con eso.
Hana asintió, un poco distraída, mientras él salía al balcón para regar las plantas. Regresó su atención a la pantalla de la computadora. Solo le faltaba un punto para terminar toda su tarea, pero la procrastinación había ganado una vez más, y ahora luchaba contra el tiempo para completar lo que había dejado pendiente.
En las noticias, la situación empeoraba. Mostraban imágenes de un toro momificado, aparentemente devorado por esos mosquitos que no parecían ser normales. Las criaturas estaban arrasando con todo a su paso, y el presentador de la televisión instaba a la gente a buscar refugio o huir de la zona afectada.
Hana miró hacia afuera nuevamente. Saitama estaba ocupado con las plantas, aparentemente ajeno a las noticias que estaban poniendo a toda la ciudad en estado de alerta. La idea de salir un momento para comprar lo que faltaba para el almuerzo le cruzó la mente. No quería interrumpir a su padre, y no pensó que él se preocuparía si ella salía un rato.
Solo será un momento.
Se dijo a sí misma, levantándose con cuidado del sofá para no llamar la atención. Se colocó los zapatos rápidamente y agarró su mochila. Al pasar por la cocina, echó un vistazo a los ingredientes que necesitaba, asegurándose de que no olvidara nada.
Saitama, desde el balcón, estaba ocupado regando las plantas, cada gota cayendo sobre la tierra como si nada malo ocurriera en el mundo.
No habría nada de malo sí...
—Papá, me di cuenta de que faltan unas cosas para comer, así que voy a comprarlas, ¿okey? —dijo Hana mientras se asomaba por la ventana, observando a Saitama, que estaba completamente concentrado en intentar matar a una mosca que revoloteaba cerca de las plantas.
—Está bien, cuídate —respondió él sin desviar la mirada de su objetivo, mientras daba un manotazo al aire que, lamentablemente, no acertó.
Hana sonrió levemente, se alejó de la ventana y salió por la puerta principal, sintiéndose un poco más tranquila después de haber avisado. Saitama podría ser despreocupado en apariencia, pero ella sabía que él siempre estaba atento, aunque no lo demostrara de manera evidente.
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𝗚𝗢𝗗'𝗦 𝗠𝗘𝗡𝗨 ||One Punch Man||
FanfictionDonde Nakamoto Hana, una figura legendaria en la ciudad Z, combina su belleza divina con poderes extraordinarios para luchar contra monstruos y peligros apocalípticos. O Donde Hana, dotada de valentía y determinación sobrenaturales, equilibra su vi...