CAPÍTULO 43

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Los planes de ambos avanzaban de acuerdo a lo establecido.
JungKook estaba cerca de pesar 92 kilos que para su altura, era el peso ideal y eso sin contar con sus tonificados músculos.

El alfa no sabía de lo que su gran cambió había causado en toda la facultad y es que nadie podía creer que éste nuevo Jeon JungKook, era el mismo de hacía algunos meses atrás, era imposible, sin embargo, verlo era suficiente para confirmar que no era una ilusión y que del obeso alfa no quedaba más que un horrible recuerdo.
A estás alturas, notas y regalos le eran entregados como confesión, algo que al patito gordo jamás le hubiera pasado. Pero así como aquellas cosas llegaban a sus manos, también eran desechadas al bote de basura.

JungKook avisaba siempre a su omega sobre la situación, mandaba evidencias y se disculpaba como cachorrito luego de cometer alguna travesura.
Para este momento, TaeHyung comenzaba a preocuparse y ansiar con más fuerza su regreso y es que si bien, sus padres ya estaban planendolo desde hace unas semanas, esto era de suma importancia. ¿En que momento y por qué tenía tantos pretendientes su amado alfita? ¿Acaso simpre fue culpa de él que su Kookie no tuviera ni amigos? No, era imposible, cuando el llegó a esa universidad, definitivamente todos molestaban a su amado, eso no podía cambiar de la noche a la mañana y transformarlo en amor.

En estos momentos, Tae cerraba su última maleta. Estaba feliz pues finalmente le quedaban 5 días en su natal país de origen, sin embargo, en ese tiempo podía pasar de todo y lo que más le preocupaba era que un día su alfa le llamará confesandole que había sido besado o manoseado por algún o alguna abusiva.
Su cuerpo se estremeció ante la idea y su lobo gruño posesivo, si alguien se atreviera a hacerlo, aquella persona quedaría sin manos, de eso estaba seguro.

Tae sabía que a estás horas su alfa estaría en la escuela, por lo que decidió que no sería mala idea llamarlo y ver que hacía.

Sonó al menos tres veces antes de finalmente ser respondido.

- Bebé - saludó al alfa que solo dejaba a la vista sus maravillosos ojitos.
- Hola cariño - respondió con una clara sonrisa pues sus arruguitas señalaban el gesto en sus ojos.
- ¿Qué haces? ¿Por qué solo puedo ver tus ojitos? Déjame ver tu carita - pidió con un puchero que el alfa quiso besar.
- Oh, es que...

JungKook no sabía que responder, estaba nervioso, en todo el tiempo, Tae no le había llamado hasta que fuera de noche por lo que era fácil disimular la falta de gordura en sus cachetes y la mandíbula marcada, sin embargo, de día y en la escuela, era complicado encontra alguna manera de disimular.

- Voy caminó al salón y si alejó mucho el móvil, creó que voy a tirarlo - explicó y aunque no le creyó, Tae asintió de acuerdo. - Espérame - pidió escondiendo la pantalla mientras se acomodaba en la butaca y recostaba su cara contra la madera en un intento de hacer ver su rostro gordito. Cuando finalizó, elevó el móvil y enfocó su rostro completo, TaeHyung sonrió al finalmente ver la carita de su amado.
- No te cosataba nada dejarme verte, estás muy guapo - halagó y JungKook se sonrojó, quería ocultar su rostro en algún lado pero sólo se limitó a sonreír.
- Tu también estás hermoso, ya quiero que estés aquí - señaló y Tae quiso decirle que pronto estaría allá pero quería que fuera una sorpresa.
- Yo también quiero estar contigo, deseo besarte, abrazarte y ya sabes... hacer algunas otras cositas - JungKook sonrió nervioso cuando entendió a lo que se refería su TaeTae.
- Eres un pervertido - acusó y el omega sonrió.
- Lo soy solo si es contigo - confesó una vez más y JungKook se sonrojó con más fuerza.

Justo antes de que hablara una voz llamó el nombre del alfa y ambos callaron. JungKook elevó la mirada en dirección a la puerta, aquello sin despegar la cara de la mesa de la butaca.

- Soy yo - susurró bajito y Tae estaba atento intentando escuchar lo más que podía.
- Te envían esto del grupo 2 y esto es de 1er grado - el omega no sabía que era lo que le entregaban pero ya tenía una idea sobre lo que era y su lobo estaba furioso. Estaba en SU momento con SU ALFA, ¿quién se atrevía a joderlo justo ahora? - Oh, y ésto lo envían de 2do.
- L-lo siento, pero no puedo recibirlo, estoy hablando con m-mi novio - respondió decidido pero nervioso.
- Uh, ¿tenías novio? - entonces Tae sintió la sangre hervir, cuando volviera se encargaría de mostrarles a todos esos arrastrados que su JungKook tenía dueño y ese era él.

Mi tierno alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora