Mi tierno alfa

CAPÍTULO 46

TaeHyung había deseado esto desde el mismo día en que arribó un vuelo hacía su país, la idea de tocarse piel a piel con su alfa todos los días posibles, ese anhelo se mantuvo hasta ahora, acumulado en lo más profundo de su ser.
Cuando vio a JungKook, se le había hecho imposible asimilar que aquellos rollitos que tanto amaba besar, esa suave masita que hacía más escandaloso su encuentro ante los constantemente choques, la carne sudorosa que lo cubría cuando él se encontraba contra el colchón; iba a ser difícil ya no tener todo eso que le gustaba de cada sesión intensa de sexo, sin embargo, no descartaba que esta nueva apariencia de JungKook no lo haría disfrutar, claro que no, estaba seguro que si lo disfrutaría pues justo ahora, solo con ver el cuerpo del alfa, cuando retiró la camiseta que llevaba, Tae sintió la garganta seca.
Nunca le había interesado el físico, tampoco había visto realmente alguno bien trabajado, sin embargo, JungKook, su amado alfa si que se había esforzado, de otro modo no entendía como hace solo unos meses, unas llantitas se formaban en lo que ahora era un plano vientre y unas apenas perceptibles formas de cuadros se dejaban ver.

JungKook estaba sobre él, observandolo con las pupilas dilatadas, pero también a la expectativa de su reacción, ¿qué pensaría su omega de su cambió y de esas pequeñas telitas de carne que arruinaban un poco su ya trabajado cuerpo.

TaeHyung lo miró desde los ojos y estos se movieron lentamente hasta la cintura del pantalón que portaba el alfa, admiraba cada rincón con admiración, porque estaba sorprendido de ese enorme cambio.
Sus manos se movieron solas desde los hombros, recorriendo los brazos y terminando en la espalda y abdomen de su chico quien se mantenía atento a los toques.

TaeHyung rió quedito y habló rápidamente antes de que se presentará alguna malinterpretacion pues conocía a su alfa.

- Extrañaré mucho tus rollitos, porque los amaba y cumplían mi más sucias fantasías... pero voy a disfrutar a este nuevo JungKook y espero cumpla mis libidinosas exigencias - expresó besando la clavícula del alfa quien finalmente sonrió ante la aprobación y entonces estuvieron listos para el ritual, o en palabras más sencillas, el juego previo.

JungKook tomó las piernas del omega y las abrió para encajar en medio de ellas, sus manos duras bajaron desde las rodillas hasta el interior de esos deliciosos muslos. Tae temblaba ante los toques, ansiando llegar a la acción pero siendo paciente.
El alfa continuó con besos repartidos desde su rostro y labios hasta su vientre, piernas hasta que llegó a los tobillos.
Las mordidas no faltaron en cada rincón que sus labios tocaban, las marcas que quedaban como prueba de lo que se avecinaba. TaeHyung solo suspiraba ante las sensaciones y temblaba ante los toques, su lubricante comenzaba a salir con abundancia y el aroma de ambos se mezclaba de manera perfecta.

JungKook retiró sus pantalones haciéndo que las expectativas del omega aumentarán y vaya que ver ahora esas musculosas piernas lo hicieron derretirse.

El alfa acercó su rostro a la entrada lubricada y lamio por encima de la tela de encaje.

- Anhg - Tae gimió y sus manos apretaron las sábanas entre sus dedos. JungKook tomó sus muslos y los colocó sobre sus hombros para tener mejor acceso a aquella zona encantadora.
Su lengua jugueteo en el área y trago cada mililitro de almizcle hasta que quedó satisfecho.
Cuando elevó el rostro y miró la expresión ansiosa de su omega, quiso reír por lo débil que se miraba; sus ojos llorosos, sus labios entre abiertos y rojos ppr probables mordidas pues estaba conteniendo bien sus gritos y gemidos de satisfacción.

- Kookie~ - llamó en un suspiró cansino que logró hacer reír de manera sensual al alfa entre sus piernas.

JungKook finalmente se compadeció y sacó su miembro goteante, provocando que Tae tragara duro y más de su delicioso almizcle saliera de su entrada. El alfa tomó las cintas que amarraban aquellas pantis sobre los huesos de las caderas contrarias y las soltó antes de retirarlas del cuerpo contrario.
TaeHyung se sonrojó cuando al sacarlas, JungKook las miró más de lo debido y sonrió al sentirlas empapadas.