CAPÍTULO 9

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El día siguiente, los insultos eran inentendibles, las voces que le insultaba eran ilegibles, su mente no estaba centrada en nada, nada que no fuera el recuerdo de la noche anterior, cuando los dulces y pomposos labios de Tae se posaron en la comisura de sus finos labios.
El insomnio era evidente, tenía pequeñas ojeras bajo sus precioso y negros ojos, no había pegado el ojo en toda la noche, la escena repitiéndose una y otra vez en su memoria y es que como olvidarlo, acaso ¿era su compleaños? O ¿porque tan bello regalo?

Aún sin ser consciente de su alrededor, entró por las puertas de su facultad, Dios, ¿como vería a TaeHyung a la cara?
Caminó a paso lento y sin darse cuenta, choco contra un cuerpo pequeño, finalmente dejo su paso de zombi y enseguida volteó a ver a la persona con la que había chocado.

- L-lo siento, no era... - sin embargo, no terminó de hablar, una palma se posó con fuerza sobre su mejilla.

Y JungKook no supo que era lo que había hecho, su persona regresó al mundo real, recordó donde estaba, notó las miradas de asco y las personas que como siempre, lo miraban de más.

- Asqueroso cerdo - dijo con repulsión la persona que estaba frente a él, ¿qué hizo? -. Acaba de tocarme, ¡obeso asqueroso! - grito la chica indigada por haber sido tocada por el famoso y asqueroso Jeon.

Pronto notó las personas que comenzarón a acercarse, todos con miradas asquedas llenas de repugnancia hacía él y entonces entró en pánico, su lobo estaba alterandose, las personas comenzarón rodearlo y insultarlo, su mirada comenzó a buscar ayuda, alguien que le dijera que había hecho, pero no había, y quiso defenderse.

- Y-yo no hice nada, no la toque.. - habló bajito esperando ser escuchado, sin embargo, un empujón en su espalda lo hizo mirar atrás, nadie le creería, recibió otro golpe pero ahora uno en su izquierda y luego su derecha -. N-no yo - estaba comenzando a desesperarse, alguien jamás lo ayudaría, su respiración se volvió rápida.

Su pecho se inflaba por aire, aire que le era sacado con cada empujón, sus ojos ardieron, ¿porqué lo molestaban? ¿Qué hizo?
Su cuerpo se fue encogiendo, las risas e insultos parecían parte de una pesadilla, sin embargo, él sabía que no lo era, nunca lo sería, era una realidad con la que se había acostubrado a vivir pero la cual aún era difícil sobrevivir.

Y sin embargo, cuando sus rodillas dolieron, cuando estuvo a punto de caer y aplastar con su gran cuerpo a los de atrás, como en las películas de héroes, alguien se hizo presente.

- ¡¡¿Qué diablos están haciendo?!! - atrás de toda aquella enorme bola de personas, un pequeño ser hizo presencia.

El alumnado detuvo sus movimientos y como cucarachas al insecticida, se apartaron de forma veloz, dejaron al alfa en medio, solo y a punto de caer, su peso era mucho.

TaeHyung fulmino a todos con la mirada, su aroma a ira se esparció como bomba ante la mirada atenta de todos los presentes.
Corrió en dirección a JungKook y lo miró con detalle, respiraba con dificultad, sin embargo, no estaba herido, o eso parecía.
Antes de querer seguir su evaluación, elevó el rostro, viendo como aquellos cobardes buscaban huir.

- ¿A dónde carajos van? - gruñó y todos se detuvieron -. ¿Quién inició esta estupidez? - exigió saber, se colocó de pie con furia, dejó al alfa sentado al suelo y miró a cada uno de los que con sorpresa, le miraban -. ¡¿Quién?!

Todos estaban sorprendidos, hace unos días habían escuchado lo que había pasado con esos dos, TaeHyung defendiendo con garras al alfa, sin embargo, muchos no creyeron cuando escucharon que el omega había golpeado a tres alfas, pensaron que alguien tan tierno y pequeño no lograría eso, pero, la furia con la que miraba a todos, su espeso y penetrante olor a anís, Dios, era aterrdor.

Mi tierno alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora