Mi tierno alfa

CAPÍTULO 27

JungKook suspiró por enésima vez mientras que su madre, quien se encontraba al otro lado de la mesa, lo miraba con intriga, su jóven y enamorado hijo llevaba exactamente una semana de ese modo, en un principio había pensado que podía ser lo de siempre, cansancio y frustración por su apariencia, sin embargo, dichos episodios nunca tardaban tanto como ahora.

Cuando JungKook se atrevió a suspirar una vez más, su madre, harta de no saber (el chisme), la situación, golpeó la mesa haciéndo que su hijo brincara en su sitió y la mirará.

- Habla, suelta todo porque esos suspiros ya me tienen cansada, así que habla - dijo la mujer ganando la mirada sorprendida de su hijo. - Ah, y no me salgas con que no es nada y que el proyecto ni que la fregada, desembrucha jovencito - interrumpió cuando vio en la mirada de su hijo, sus claras intenciones de replicar.

JungKook abrió sus ojitos asustado, no sabía que había estado siendo demasiado obvio. El alfa bajo la cabeza y suspiró rendido.

- L-llevo unos días ev-evitando a Tae - expresó y su madre se sorprendió al escucharlo.
- ¡¿Qué tu qué?! ¿Cómo y porqué? - las preguntas no se hicieron esperar, JungKook supo que era el momento de abrir su corazón con su madre.

Si bien ambos tenían una relación tan hermosa de madre-hijo, había cosas que por mucha confianza que hubiera, nunca le contaba a su madre.
Quizá era el momento porque también necesitaba un consejo, no sabía que significaba lo que TaeHyung había hecho y aunque no quisiera, su ilusionado corazoncito y su alocado lobo, ya habían hecho conjeturas y ideas que muy probablemente estarían en un error.

Su madre notó la lucha interna que pareció desencadenarse en el interior de su hijo, su aroma también lo delataba, últimamente no parecía controlarlo, entonces ella suspiró y habló.

- Si es difícil decirme, puedes tomarte tu tiempo, no voy a presionarte a hablar si no quieres, pero sabes que pudes contar conmigo para lo que sea y sabes que no te voy a juzgar - su madre expresó con sinceridad, JungKook sonrió quedito, por eso amaba tanto a su mamá.
- Me gusta TaeHyung - soltó y miró a su madre, esperando de todo menos lo que le expresó con su mirada, había tanta calma, no había alteración. - ¿Mamá? - llamó y la mujer se movió.
- ¿Es eso? Oh, pensé que sería algo nuevo - JungKook abrió sus ojos en grande.
- ¿C-cómo?
- No es sorpresa mi vida, eres muy obvio, así que ya lo sabía.

JungKook quedó sin palabras, no era posible, había "ocultado" lo mejor posible sus sentimientos, ¿y si TaeHyung también lo sabía?
El pánico fue obvio en su semblante, todo en el gritaba terror y su madre se apresuró a tranquilizarlo.

- Tae no lo sabe, creó que lo conoces lo suficiente como para saber que es un pequeño muy despistado - la mujer intuyó que se trataba de aquello, por lo que aclaró. JungKook la miró con pánico. - Pero aquí entre nos, creó que también le gustas - susurró para luego mirar a su hijo de manera pícara.

JungKook se levantó de golpe y negó con los ojos muy abiertos.

- Jamás, eso es imposible, él nunca se fijaría en-
- ¿Entonces porque lo has evitado? - cortó. - Lo has "ocultado" bien, TaeHyung es despistado, jamás se dará cuenta que te gusta, pero entonces, ¿porque lo has evitado?

JungKook quiso convencerse de que era porque él podía cometer un error, quiso culparse, pero la verdad era que las acciones del omega lo ilusionaban y los hacían tener ideas no muy realistas.

El alfa miró a su madre alarmado, luego de un rato bajo la mirada y tomo asiento, sería posible que... no, pero y si...

- No lo pienses tanto, dime, ¿que sucedió que le huyes al pegajoso TaeTae? - cuestionó su mamá intrigada, sabía que algo había pasado, su hijo lo confirmó con su silenció.