CAPÍTULO 44

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La expresión de desconcierto era clara.

TaeHyung tembló ante el reclamo que su lobo emitió en descontento y molestia porque su humano le había sonreído a otro tipo, pero entre aquel gruñido corto, una pizca de confusión se asomaba en su tono.
Ambos estaban incrédulos y TaeHyung se sentía un sucio traidor.

¿Cómo pudo confundir a su amado con este... este tipo tan... tan... tannnnn?
Ok, lo aceptaría, atractivo, guapo, escultural, adonis, Dios griego, ¿cómo pudo confundirlo con la masita adorable, hermosa, preciosa que era su alfita cacheton? O sea, ¿en que momento y por qué?

TaeHyung se encontraba estupefacto por el parecido en sus bellos ojos, sus deliciosos labios, su hermosa nariz, pero sobre todo, en el seductor aroma que caracterizaba a su alfa.
Sin embargo, y aún con todos aquellos parecidos, Tae sacudió la cabeza y bajo la mirada, la mueca triste no tardó en aparecer en su rostro, su pecho dolía ante la sola idea de traición que tenía por haber pensado cosas maravillosas de este chico cuando su amado, seguramente lo esperaba.

Por su lado, JungKook abrió sus ojitos preocupado.

¿Había decepcionado a Tae con su nueva apariencia?
¿Por qué había agachado el rostro y negado?
¿Se sintió lastimado por este cambio del cual no le avisó?

Las ideas erróneas llegaban a cada una de sus cabezas, suponiendo cosas inciertas y verdades falsas.
Aquellos hechos solo confirmaba lo ingenuos que eran y lo perfecto que encajaban con el contrario.

TaeHyung comenzó a avanzar. Ignoraria a este sujeto y buscaría a su amado, se disculparia con él y lo besaría hasta dejarle los labios secos, lo llevaría a la biblioteca y lo obligaría a hacerle el amor hasta hacerlo olvidar que lo había traicionado con el pensamiento, si, eso iba a hacer.
Suspiró seguro y frunció el ceño antes de dar zancadas largas para llegar a su destino principal: Jeon JungKook.

O al menos eso pensó cuando luego de esquivar a ese sujeto y su séquito de conquistas, éste mismo lo alcanzó y tapó su paso, alejándose de aquellas moscas y tomando el brazo de su amado.

El omega sintió su piel caliente ante el toque y enseguida retiró su brazo, de manera brusca se alejó, negándose a mirar al atrevido tipo que lo había tocado, sin embargo, está ocasión su lobo no estuvo de acuerdo, su lobo aullo pidiendo el contacto y Tae se sorprendió.

JungKook se miraba lastimado por aquel gesto, su lobo lamentó y aquel llamado fue escuchado por su omega quien a través de aquel pequeño toque y con tan solo esos segundos, había bastado para reconocer a su pareja.

- T-
- N-no me vuelvas a tocar - con voz temblorosa pero decidida, TaeHyung pidió cuando el pánico invadió su cuerpo.

El alfa lo miró asustado, ¿por qué estaba sucediendo esto y por qué Tae le pedía aquello? ¿Tan malo había sido bajar de peso?

Ambos comenzaron a entrar en pánico, las razones eran distintas pero ahí estaban, haciéndolos dudar por no entender lo que pasaba.
Era una situación graciosa de algún modo pero estaba sucediendo.

TaeHyung pasó del chico y quiso correr porque su lobo aullaba y agitaba la cola, estaba feliz porque había reconocido a su alfa pero en definitiva, ese chico no era su alfa y necesitaba encontrarlo antes de que su lobito lo volviera loco.

Fueron pocos metros los que logró avanzar antes de sentir un nuevo tirón, el agarre era más duro, aquel sujeto se negaba a dejarlo y su lobo estaba feliz con la idea, pero él no, él se encontraba a nada de comenzar a llorar de desesperación así que tomó aire y aún cuando su intención fue gritar, su voz salió en un susurro bajo.

- J-JungKookie - llamó esperando que su alfa respondiera a su plegaria pero entonces paso lo inesperado.
- Tae... - el corazón del omega se apreto alegre y sonrió elevando el rostro para buscar la voz que lo llamó, su alfa...

Mi tierno alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora