CAPÍTULO 33

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Tae realmente hubiera deseado despertar sobre su alfa y con aquel delicioso miembro en su interior, sin embargo, todas las ocasiones era lo mismo, un maldito sueño.
Llevaba una semana entera con teniendo dicho sueño y es que si bien todo lo demás si había pasado; todo se quedaba en el besó que se habían dado y él sobre el regazo de su alfa mientras se comían la boca, de ahí en adelante, todo lo demás formaba parte de su cochina, sucia, jariosa, puerca, marrana, asquerosa, degenerada, pervertida imaginación.
Definitivamente haría uso de sus dotes de convencimiento para finalmente desvirgar a su alfa porque ya no podía con ese sentimiento llamado 'no tener-ver-sentir-acariciar-disfrutar de la sabrosura de su alfa'. Si, eso haría, aunque primero debería averiguar que se traía entre manos junto a HoSeok pues últimamente parecían casi chicle.

Desde el martes habían estado muy platicadores, lo que le preocupaba era que siempre que él preguntaba a que se debían sus miraditas y cuchicheos, ambos callaban y cambiaban el tema, eso definitivamente no le gustaba. Y no lo malinterpreten, confiaba en su Kookie y había aprendido a confiar en HoSeok, más apartir de aquella ocasión donde el otro omega le había comentado un poco la situación en la que se encontraba con 'ese' tipo que un día había sido su amigo. Pero igual, fuera de eso, HoSeok siempre ha sido respetuoso y ha apoyado su relación con su alfa así que no había más, ¿porque desconfiar de él? Era un buen tipo, rarito, pero buen bicho.

Ya con la mente "tranquila", se levantó sonrojandose enseguida al sentir su ropa mojada, en especial en 'esa' zona.
Rápidamente tomó un cambió de ropa y se metió a la ducha. Hoy se sentía lo suficientemente lindo por lo que se había decidido por un conjunto coqueto, si bien, no era común su uso de vestidos o faldas, hoy sería la excepción, llevaría una falda que cubiera más de sus jugosos muslos, una camisa, un lindo abrigo azul pastel y sus amados converse del mismo tono.
Cuando se miró al espejo, sonrió satisfecho, amaba como se veía y sabía lo que provocaría en su alfa cuando lo viera por lo que sonrió pícaro, si quería perder la virginidad debía comenzar por provocar a su alfa hasta que éste ya no pudiera más y lo acorralara en un salón para darle tan duro que lo dejará sin caminar un mes entero. Negó, definitivamente era un pervertido, se regañó cuando olfateo su propia excitación.

Cuando finalmente bajo, su madre ya se encontraba dejando su plato con una ensalada de frutas y malteada de chocolate. Sonrió.

- Gracias mom - dijo y comenzó a degustar. Su madre también sonrió y finalmente miró a su hijo.
- ¡Kim TaeHyung! - emitió con sorpresa haciéndo que su hijo se atragantara.
- Ma-má - entrecorto. - ¿Porqué me gritas? - preguntó luego de tragar.
- Dios, ¿a qué se debe ese cambió?¿Porqué la falda? Tiene años que no te veo una, solías usarlas mucho allá en casa - expresó con nostalgia.
- Bueno, es que aqui son muy molestos pero usarlos de vez en cuando no estaría mal, hoy me sentí lindo así que-
- Cariño, eres hermoso siempre - halagó.
- Gracias mami - sonrió y continuaron comiendo mientras hablaban de cosas triviales.

Pronto llegó su hora de partir, subió por sus cosas y entonces se despidió de su madre.

- Cuídate mucho y si los demás te molestan, dales una paliza - motivó haciéndo sonreír a su hijo.

TaeHyung tardó nada en llegar en la escuela, ni siquiera había logrado entrar, pero las personas ya lo miraban curiosos, envidiosos y embelesados.
Sonrió a algunos y paso, su primer meta siempre era buscar a su amado entonces procedió a hacerlo, caminó un buen tramo. Para ese momento ya le comenzaba a incomodar la sobre atención pero lo ignoró y siguió su búsqueda. No tardó más cuando logró ver a su alfa sentado en su amado árbol, aunqeu no estaba solo, hizo una mueca.

- Hola - apresuró su paso y entonces saludo mirando de uno a otro, les había llegado de sorpresa en un intentó de averiguar lo que sus cuadernos tenían.
- ¡Ah! - gritó el pelirrojo casi tirando su cuaderno pero logrando atraparlo en el proceso.
- Hola T-T-T-Tae - por un segundo JungKook se miró nervioso pero su actitud cambió a una completamente sorprendida cuando miró la apariencia de su novio.

Mi tierno alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora