Mi tierno alfa

CAPÍTULO 31

HoSeok caminaba con tranquilidad por el pasillo en dirección hacía su clase, era temprano por la mañana del día juves, nuevamente había pasado una semana a velocidad de la luz, sonrió en dirección a un compañero que le saludaba, sin embargo, estos últimos días no estaba exactamente feliz muy a pesar de que su pareja favorita le confirmara en su cara que eran novios. Realmente no estaba feliz pesé a tener un motivo, traía unas cuantas ojeras y sus labios que solían ser rosas y suaves, se veían secos y pelados.
Parpadeó cansado cuando estuvo frente a su aula, suspiró y antes de entrar, chocaron contra él, pareció intencional y lo fue, al menos eso pensó cuando vio a su "idiota" favorito.

- Ups, no te vi enano - expresó el jóven alto con clara burla, Ho suspiró.
- Y si no me viste, ¿porqué me hablas? - preguntó lo obvió haciéndo que Jackson abriera la boca cual pez sin saber que responder.

El alfa estuvo apunto de refutar pero alguien interrumpió su diálogo.

- Hobi - la voz fue rápidamente reconocida por la persona llamada y se tensó, Jackson giró el rostro al emisor que había hablado.
- ¿Hobi? - se cuestionó Jackson recibiendo enseguida la atención del mencionado, entonces supo a quién se referían.
- Por favor, hablemos - la otra persona insistió y se acercó a paso lento quedando atrás del pelirrojo. - Te he estado buacando como loco y al fin te encontré, necesitó que hablemos-
- Cariño, ¿podemos entrar? - la repentina voz de HoSeok confundió a ambas personas que lo acompañaban. Sin embargo, el omega dejó claro a quien se refería cuando tomó a Jackson del brazo y lo arrastró hacía dentro del salón, la persona atrás suyo lo retuvo.

Jackson se sintió pronto incómodo con la situación, al parecer era una pelea de amantes en la que estaba siendo involucrado, intentó soltar el agarré de HoSeok en su brazo pero esta solo se apretó más.

- HoSeok, por favor no me dejes así, quiero que hablemos - dio un tirón sobre su mano una vez más al igual que Jackson quien buscaba salir de ese embrollo, pero nadie cedió.
- Mi amor, por favor entremos - el rostro de Hobi estaba agachado pero el constante apretón sobre el ante brazo de Jack le hacía saber que era él a quien se refería de ese modo.
- Oye yo no-
- Amigo, ¿podrías dejarnos solos? - la voz terciaria se dirigió al alfa de cabellos rubios, HoSeok lo apretó una vez más, sin embargo, Jackson se soltó y vio la manera en que el tipo se llevaba al omega que se restisia débilmente.

Cuando Jackson giró hacía el interior del salón, miró que la atención de muchos estaba sobre la escena que acababa de pasar, se sonrojó y buscó su asiento para que la atención se alejará de él, tomó asiento y suspiró, tenía un sentimiento de culpa que no supo reconocer y miraba cada segundo a la puerta en espera de que el omega pelirrojo entrará.

La clase dio fin y para su ¿suerte?, HoSeok nunca ingresó, suspiró.

- ¿A que se debe ése suspiró? - alguien preguntó haciéndolo saltar.
- Dios, me sacarás el alma si sigues haciéndo eso - gruño hacía el otro alfa quién sólo se limitó a sonreír.
- Llevas toda la clase así y mirando a la puerta, por cierto ¿qué fue esa escenita que te montaste con el omega rarito? - cuestionó y Jackson negó.
- Nada, solo... nada - dijo poniendose de pie y alejándose pronto del lugar, dejando confundido a su amigo quien se limitó a encojerse de hombros.

Mientras tanto, Jackson caminó alejándose sin rumbo del salón, tenía un sentimiento extraño, se sentía un poco culpable por no haber ayudado al omega, sin embargo, no era su problema y lo irritaba, así que...
Detuvo el paso, cuando sin querer, sus oídos captaron cierto sonido, habíacaminado sin direccióny rumbo por lo que nosupo cuando había llegado ahí, miró a su alrededor y por instinto buscó de donde provenía aquel sonido, entonces sus ojos se abrieron en grande cuando finalmente captó de donde y de quien provenía, su pecho se agitó al ver y oler a cierto omega de cabellos rojos, estaba hecho bolita en un rincón de un salón, su instinto fue querer abrazarlo y envolverlo en su aroma, extrañamente su lobo le exigía hacerlo, sin saber lo que hacía, solo abrió la puerta y ingreso.